Decir que en España el 34% de los asalariados españoles obtuvo en 2017 ingresos inferiores al salario mínimo es una afirmación altamente engañosa.
La Agencia Tributaria acaba de publicar sus estadísticas sobre el ‘Mercado de trabajo y pensiones en las fuentes tributarias‘ correspondientes a 2017. En esta base de datos, podemos encontrar los ingresos declarados por todos los contribuyentes asalariados durante el mencionado ejercicio, clasificados además por rangos de renta. Y, como suele suceder todos los años, algunos medios de comunicación han decidido echar mano del titular más sencillo y llamativo: algo así como que “6,3 millones de trabajadores obtienen unos ingresos inferiores al SMI, el 34% del total”.
Tales guarismos son, empero, problemáticos, sobre todo si queremos ponerlos en relación con las cifras de parados que nos ofrece la Encuesta de Población Activa: 3,3 millones de parados y 6,3 millones de trabajadores cobrando por debajo del salario mínimo. ¡Vaya país! Y sí, no cabe duda de que nuestro mercado laboral es un desastre sin paliativos, pero tampoco hace falta manipular e inflar las cifras de ese desastre.
Primero, los datos de la EPA y los de la Agencia Tributaria no son homogéneos(como la propia Agencia Tributaria reconoce en sus notas metodológicas). Las cifras de ocupación de la EPA son promedios del periodo, mientras que los de la Agencia Tributaria son datos individuales. Me explico: imaginemos una economía donde Pedro trabaja durante la primera mitad del año pero permanece parado los otros seis meses; a su vez, Miguel está desempleado durante el primer semestre pero trabaja el segundo. ¿Cómo contabilizamos esta realidad? ¿Como una economía con dos empleados o una con dos parados? De acuerdo con la metodología de la Agencia Tributaria, Pedro y Miguel serían dos personas ocupadas y no paradas, de modo que la tasa de paro en esa economía será del 0%. En cambio, la EPA contabilizaría un ocupado y un parado (es como si una persona hubiese trabajado 12 meses y la otra hubiese estado desempleada 12 meses), por lo que la tasa de paro sería del 50%.
La discrepancia entre ambas fuentes estadísticas salta a la vista: de acuerdo con la EPA, en 2017 hubo 15,7 millones de asalariados en España, mientras que la Agencia Tributaria los eleva a 18,3 millones: es decir, según la Agencia Tributaria, el mercado laboral español contó en 2017 con 2,6 millones de trabajadores más de los que contabiliza la EPA (con lo que, si mezcláramos inapropiadamente ambas estadísticas, llegaríamos a la absurda conclusión de que en España solo hubo 1,3 millones de parados durante ese año).
Segundo, una vez tenemos presente la diferencia metodológica, lainterpretación estática de los datos que proporciona la Agencia Tributaria se antoja bastante más problemática: cualquier persona asalariada que haya ingresado menos de 9.906 euros a lo largo de 2017 figurará en su base de datos como un perceptor de rentas inferiores al SMI. Por ejemplo, un adolescente que haya trabajado solo durante los meses de verano; un funcionario que haya pedido excedencia al comienzo del año; un autónomo que haya trabajado como asalariado durante unos pocos meses; un parado que haya ido alternando intermitentemente contratos temporales aun cuando estos se hayan ubicado muy por encima del SMI; un trabajador que se haya jubilado durante los primeros meses del año; un parado que haya encontrado un trabajo estable y bien remunerado en los últimos meses del año, etc. Es decir, en la estadística no solo figuran aquellas personas con un empleo regular que ingresan menos que el SMI, sino también parados, inactivos o autónomos que hayan tenido alguna actividad asalariada durante el ejercicio.
Y tercero, ¿disponemos de alguna fuente estadística que corrija estos sesgos y que nos proporcione datos fiables de cuántos puestos de trabajo abonan salarios inferiores al SMI dentro de España? En parte sí: la Encuesta de Estructura Salarial, que anualiza los salarios de los trabajadores seleccionados y por tanto nos permite comparar condiciones salariales de los distintos empleos. Pues bien, de acuerdo con la Encuesta de Estructura Salarial, el 12,5% de todos los trabajadores por cuenta ajena y el 1,5% de aquellos con jornada completa ingresan menos que el SMI. Es decir, 190.000 trabajadores a jornada completa y 1,7 millones de trabajadores a tiempo parcial ganaron en 2016 menos que el SMI (todavía no hay datos para 2017): unas cifras extremadamente alejadas de los 6,3 millones que recoge la Agencia Tributaria (o, en su edición de 2016, 6,1 millones).
En definitiva, decir que en España el 34% de los asalariados españoles obtuvo en 2017 ingresos inferiores al salario mínimo es una afirmación altamente engañosa: es verdad que los ingresos salariales del 34% de todos aquellos que en algún momento a lo largo del año percibieron algún sueldo fueron inferiores al salario mínimo. Pero eso no significa ni que todos los que cobraron alguna renta salarial estuvieran ocupados únicamente como asalariados (se mezclan autónomos con asalariados), ni que estuvieran empleados a lo largo de todo el año (se mezclan parados con asalariados) o ni siquiera que quisieran estar empleados todo el año (se mezclan inactivos con asalariados); y tampoco significa, claro, que todos ellos tuvieran un empleo a jornada completa. Se miden ingresos particulares en lugar de condiciones salariales. Si de verdad queremos presentar datos sobre condiciones salariales, mucho mejor acudir a la Encuesta de Estructura Salarial: un 12,5% de los empleos asalariados cobran menos que el salario mínimo, de los cuales solo el 1,5% son empleos a jornada completa.