Sí, porque en España, todavía, hay libertad de empresa y no existe ninguna ley que impida a un empresario invertir su dinero en negocios legales. No veo preciso recordar que la industria de los juegos de azar es perfectamente legal en nuestro país, tanto que el propio Gobierno la explota con gran aprovechamiento mediante la empresa Loterías y Apuestas del Estado.
Sí, porque el macrocomplejo lúdico de Eurovegas crearía 200.000 empleos. En un país con cinco millones de parados que la empresa Las Vegas Sands quiera instalarse en él es lo más parecido a que nos toque la lotería. Cuando se hayan concluido las obras los doce hoteles más los casinos y restaurantes que formarán Eurovegas serán una máquina de generar riqueza que se quedará para siempre aquí. Se calcula que el complejo atraerá unos diez millones de turistas al año. La ecuación es sencilla, actividad económica igual a empleo, empleo igual a riqueza
Sí, porque se trataría de una inversión multimillonaria sostenida en el tiempo durante una década. Las Vegas Sands quiere invertir en nuestra tierra más de 25.000 millones de euros, es decir, la misma cantidad que los contribuyentes tendrán que meter en Bankia para reflotarla. Esa cantidad ingente de dinero se irá mayoritariamente a negocios españoles, tanto durante la fase de construcción del complejo como durante la de operación. Muchas industrias locales como la de la alimentación o la logística se verían directamente beneficiadas.
Sí, porque inversión es confianza. Cuando una empresa multinacional como Las Vegas Sands decide realizar una apuesta tan decidida por un país cuyo crédito internacional se encuentra en entredicho el que gana es el país. Si lo que pretende es salir de la crisis España lo que necesita son empresarios y empresas, no políticos y gasto estatal atado a préstamos en el extranjero o al envilecimiento de la moneda. Nuestro modelo ha sido durante muchos años el segundo, y así nos luce el pelo.
Perro no come perro
De todos los descréditos a lo que Pedro Sánchez ha sometido el Estado de derecho, las instituciones o el mero poder estatal con tal de mantenerse en el poder, sin