«When you hit rock bottom and you’re there to stay» Paul Stanley, Ace Frehley.
El confinamiento masivo y el cierre forzoso de la economía por orden gubernamental pasarán a la historia como las medidas más incompetentes e ineficaces para preservar la salud y la economía. No solo han sido un fracaso absoluto a la hora de gestionar la pandemia, sino un desastre para cientos de miles de trabajadores y decenas de miles de empresas y, con ello, la salud de millones también.
El falso dilema «salud o economía» solo se le puede haber ocurrido a un burócrata. Se trata de proteger la salud y la economía. Y el gobierno de Sánchez e Iglesias ha fracasado en ambas.
Bloomberg Economics ha publicado el ranking de los países en gestión de salud y economía de 2020 y, usando datos de la John Hopkins University para el Covid-19, España aparece como el peor país de la OCDE y uno de los peores del mundo en salud y economía. No solo aparece por detrás de Argentina, México, Italia y países mucho más cercanos a China.
España no solo aparece en el ranking como el peor país de la OCDE, sino que lo hace por una gran diferencia con respecto al siguiente peor, Argentina.
¿Es por falta de gasto en sanidad? No. España queda en el peor lugar a pesar de tener uno de los mejores niveles, 91 sobre 100, en el ranking de sanidad de Bloomberg y mayor gasto en sanidad per cápita que países que han gestionado bien la pandemia y la economía como Corea del sur, Taiwán o Singapur.
¿Estábamos peor? No. España mantiene en el ranking de indicadores estructurales que publica Bloomberg una nota elevada, incluso por encima de la media. ¿Dónde colapsa? En «Confianza en el Gobierno». Un 32%, solo peor en Brasil y al mismo nivel que Argentina.
¿Es por la exposición al turismo? El impacto en economía de las pobres, ineficientes y dañinas medidas del gobierno sitúan a España con un desastre económico muy superior al de países en los que el turismo también tiene una enorme importancia y además han sufrido el desplome de sus exportaciones.
México, Brasil, países exportadores de petróleo y con una fuerte exposición al turismo, caen menos y salen mejor en el ranking… Y eso que el desplome de más del 20% del petróleo es un factor que debería haber ayudado a la economía española al reducir las importaciones. Países con mayor exposición al turismo que España, como Malta (15% del PIB) o Croacia (15%) salen mucho mejor parados.
Ha sido un año desastroso, pero incluso con la mala gestión gubernamental, España se enfrenta a 2021 tocando fondo y con unas empresas que se han adaptado admirablemente a un entorno duro y con el gobierno en contra.
Los autónomos han visto dos subidas de cuotas en medio de una grave crisis, las empresas solo han recibido ayudas para endeudarse para pagar impuestos mientras el Gobierno llama a los ERTE «ayuda». Un ERTE no es una ayuda del Estado, es un chollo para el Estado. Para el Ejecutivo es mucho menos costoso un ERTE que un parado y los ERTE son una muestra de que las empresas hacen todo lo posible por mantener el empleo incluso cuando les ponen la zancadilla.
Factores para ser un poco más optimistas en 2021:
Primero, el acuerdo de Brexit. Para España, un Brexit duro habría sido devastador y un gran golpe para las empresas exportadoras. Es un buen acuerdo, aunque el gobierno de España no ha hecho nada por defender sus intereses de Gibraltar ni ha trabajado por apoyar los intereses de las empresas españolas.
Han sido muchos años de incertidumbre y por fin se aclaran las cosas para las empresas españolas. Desafortunadamente, el gobierno sigue empeñado en convertir a España en un infierno fiscal por lo que las oportunidades de atracción de capital se han cercenado.
Segundo, las vacunas. La importancia de las vacunas es clave, porque van a limitar la capacidad del gobierno de seguir usando la excusa de la pandemia para cercenar libertades y destruir el estado de derecho.
Tercero, las empresas. El sector empresarial español es uno de los héroes de esta crisis junto a los sanitarios y contribuyentes. Las compañías se han adaptado admirablemente al terreno más hostil posible, con una pandemia que ahogaba la actividad y un gobierno que la remataba.
Si en esta crisis no hemos tenido escasez de alimentos o cortes de suministro ha sido gracias a las empresas. Imaginen por un solo momento si el fracaso sanitario del Gobierno de Sánchez hubiera coincidido con ese mismo Gobierno controlando la economía.
Lo mejor que se puede decir de 2020 es que ya está terminando. Lo mejor de 2021 será que, a pesar de todo, las empresas, autónomos y contribuyentes van a volver a levantar España, aunque intenten impedírselo.
2020 ha demostrado lo grande que es España incluso sufriendo la condena de un gobierno anti-empresas y destructor. España puede volver a ser un ejemplo en cuanto a salida de la crisis, si se lo permiten los burócratas redistribuidores de la nada.