Skip to content

Euskaldunización y educación pública

Publicado en Libertad Digital

Compartir

Compartir en facebook
Compartir en linkedin
Compartir en twitter
Compartir en pinterest
Compartir en email

No cabía esperar que este Foro pariese otra conclusión. Y no por su carácter independentista, sino por su adoración del estatismo y su alergia al autogobierno del individuo. El adoctrinamiento y la exterminación de lenguas han estado íntimamente relacionados con el origen de la educación pública obligatoria y no iba a ser una excepción el modelo que pariese un Foro de partidos estatistas hasta la médula.

Desde que en 1717 el estado totalitario prusiano legislara, por voluntad de Federico Guillermo I, la asistencia obligatoria de todos los niños a colegios estatales, el modelo se ha extendido por todo el continente y no ha habido político que se resistiese a la tentación de usar ese fabulosa arma de dominación política. "Educación del Estado, para el Estado y por el Estado"; así definió el modelo de público y obligatorio uno de los más destacados defensores prusianos de este esquema para abducir cerebros juveniles y disciplinarles para mayor gloria de la nación. La imposición del servicio militar obligatorio avanzó de la mano de la educación estatal y sería difícil imaginar que hubiese podido ponerse en práctica de otro modo. La Revolución Francesa es un buen botón de muestra. El caso francés es interesante porque los políticos revolucionarios franceses no sólo establecieron la educación obligatoria en 1793 sino que impusieron la lengua francesa como el único idioma de esa "República, una e indivisible".

Desde entonces y hasta ahora el sistema público de educación ha sido utilizado en todos los puntos del viejo continente, como bien explicó Murray Rothbard, "como una terrible arma en manos de los gobiernos para imponer ciertas lenguas y destruir las lenguas de diversos grupos lingüísticos y nacionales dentro de sus fronteras". Este fenómeno tampoco se le escapó a Ludwig von Mises para quien la educación pública es un "instrumento de opresión y tiranía lingüística que en los territorios europeos lingüísticamente mezclados se convirtió en un arma temible en manos de los gobiernos resueltos a cambiar la fidelidad lingüística de sus súbditos".

Durante años la educación coactiva estatal fue usada en nuestro país para aplastar las minorías lingüísticas. Ahora son las minorías nacional-socialistas las que tratan de someter al resto. Hoy son ellos y mañana serán otros los que traten de implantar en las mentes de los jóvenes sus sueños de dominación política y lingüística a través de la educación pública. Lo cierto es que a día de hoy no hay político que ame lo suficiente la libertad como para erradicar la fuente de este cáncer social que no es otro que la educación pública obligatoria. Y mucho menos se vislumbra una personalidad del mundo político que defienda permitir que la educación sea libre y voluntaria. Así nos va.

Más artículos

Carta a Pedro Sánchez

Se ha dirigido usted a la ciudadanía mediante una carta bastante inusual. Como ciudadano le contesto con unos comentarios y preguntas, aunque no espero que tome usted un poco de su tiempo para leer estas líneas, y mucho menos contestarlas.