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La caridad de ZP se basa en el robo

Publicado en Libertad Digital

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El segundo desastre está relacionado con el reciente viaje del presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, a Senegal. El presidente se ha horrorizado tanto –en un estudiado acto populista– que ha prometido más ayudas para el país africano.

Evidentemente este gesto será visto por muchos como un acto de solidaridad, pero no es así, ese es problema de ver las cosas en su mera superficialidad sin atender a las consecuencias lógicas. El Estado siempre es improductivo, por tanto, su fuente de financiación ha de ser la fuerza. Nos arrebata nuestro dinero y producción sin nuestro consentimiento para quedárselo él y, además, sin garantías de que repercuta en nosotros. Recuerde la definición de impuesto: "cantidad dineraria establecida por el Gobierno y pagada por individuos e instituciones a un organismo público sin contraprestación". Usted paga por el miedo a las represalias gubernamentales; con suerte, quizá le devuelvan algo. Como ve no es un acto de amor ni solidaridad, sino de miedo por el uso de la fuerza.

Que Zapatero nos haga más difícil aún llegar a final de mes para transferir nuestra producción y dinero a países africanos no tiene nada de loable, sino de mezquino. Además, el presidente ha desplegado la típica verborrea política para crear el sentimiento de grupo: "Senegal será objetivo prioritario de la ayuda por parte de España". No se deje engañar, esta decisión no la ha tomado España, sino un político en un calentón pancartista, y el presidente del Gobierno de España, triste es tener que recordarlo, está para servir a las personas que viven en España, no en Senegal ni en cualquier otro país.

Pero la hipocresía de ZP va más allá. Realmente sí que podría hacer algo para mejorar la situación senegalesa eliminando todas las barreras comerciales con el país africano, y cualquier otro, y eliminando también las subvenciones a la agricultura española para que los países africanos puedan empezar a competir con nosotros y ganarse un merecido nicho de mercado para el que son más aptos, pues nosotros estamos en otro escenario o fase económica. El trabajo duro bajo un sistema de libertad capitalista, y no la mendicidad a punta de pistola, es lo que hace a los países ricos y prósperos. Miren Hong Kong, Estados Unidos, Japón o Nueva Zelanda, países que en el S. XIX eran tan profundamente pobres como África; el capitalismo los transformó en los más ricos y prósperos del planeta.

Además, ¿realmente cree que el dinero de las transferencias de gobierno a gobierno tiene como destinatario la población civil? Este dinero sólo sirve para enriquecer a la oligarquía política de los países destinatarios y es usado para todo menos para socorrer a la población civil.

Resultado de la política zapateril: menos dinero en nuestros bolsillos (o más horas de trabajo para ganar lo mismo), regulaciones estatales españolas intactas que matan a la población civil africana y burócratas africanos más ricos y dotados de ejércitos mejor armados. Señor Zapatero, no se preocupe por el trabajo adicional de Solbes sino por los 44 millones de españoles que van a tener más difícil llegar a final de mes gracias a su "solidaridad".

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