Pero sigue vivo. Un reciente artículo de Stephen Moore y Lincoln Anderson, titulado The Great American Dream Machine revela que según los últimos datos recogidos por el Gobierno Federal, seis de cada diez familias de los Estados Unidos tienen una riqueza neta (el valor de sus activos menos sus deudas) que supera los 100.000 dólares. Es decir, que el grueso de las familias americanas tienen una riqueza que supera los 85.000 euros, cuando en 1967 era solo uno de cada cuatro. En este período, el porcentaje de familias que ingresa 75.000 dólares al año o más ha pasado del 9 al 27 por ciento. Si dividimos la sociedad en cinco partes con un número igual de personas, el quinto medio que representaría a la clase media y que en 1967 ganaba de 28.000 a 39.500 dólares, hoy ingresa de 38.000 a 59.000. Para poder llamar pobre a un estadounidense hace falta meter en esa categoría a ciudadanos con niveles de vida de una familia media española.
De modo que Estados Unidos es una sociedad dinámica y creativa, que permite que los ciudadanos progresen considerablemente en una sola generación. Pero si nos fijamos más de cerca en los millonarios de ese país, veremos hasta qué punto el sueño americano sigue estando vigente. Thomas J. Stanley y William D. Danko son seguramente los mayores expertos en los millonarios estadounidenses, y han realizado el estudio más ambicioso dedicado a ellos, en su libro The Millionare Next Door. Más de tres millones y medio de familias tienen allí un patrimonio de un millón de dólares o más. ¿Quiénes son? ¿Qué han hecho para llegar hasta allí?
Stanley y Danko, después de 20 años dedicados a estudiarles, han observado que los millonarios estadounidenses ahorran, viven por debajo de sus posibilidades y creen que la independencia financiera es más importante que un estilo de vida alto. Eligieron la ocupación adecuada y asignan el tiempo, la energía y el dinero de forma eficiente. También han sabido ver bien las oportunidades que ofrece el mercado. Y no tienen importantes cargas familiares.
Cuatro de cada cinco familias millonarias de los USA han logrado su riqueza en una sola generación. No hace falta contar con dinero familiar para ser millonario, en los Estados Unidos. Eso sí, dedican de 45 a 55 horas a la semana a trabajar, generalmente en empleos creados por ellos mismos (dos tercios de ellos) o como profesionales liberales (el resto). Y prácticamente todos destinan el 15 por ciento de su renta o más al ahorro y la inversión. Del resto, una buena parte la destinan a la educación de los hijos. ¿Qué han logrado con ese comportamiento? Que sus ingresos anuales son menos del 7 por ciento del valor de la riqueza que poseen. Es decir, que viven con menos del 7 por ciento de la riqueza acumulada. Podrían dejar de trabajar y crear riqueza y sin embargo mantener su nivel de vida. E insisto, en una sola generación.