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La PAC sólo favorece a unos pocos

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Según publicó un diario local, Gabriel Mato, eurodiputado del PP, ha expresado, como si fuera un gran éxito para los canarios, que la reforma de la Política Agrícola Común (PAC) ha tenido en cuenta los intereses de los productores y que salvaguarda las producciones de Canarias.

En las sociedades libres, los empresarios saben que si quieren que sus productos sean comprados, necesitan cumplir las siguientes condiciones: proveer lo que los distintos individuos de la sociedad demandan; hacerlo con la mejor calidad y precio posible; y hacer ricos a los demás.

Por esta razón, Bill Gates es el hombre más rico del mundo, y sabe que si deja de cumplir esas tres premisas, la democracia del mercado lo convertirá en un hombre pobre. El mercado, es decir, los distintos individuos de nuestra sociedad, intercambiando bienes y servicios de la manera más ventajosa posible en cada momento de tiempo, no sólo no premiará a los productores ineficientes, sino que los eliminará, porque no son buenos para el conjunto de la sociedad.

El señor Mato ha preferido ir a Europa a defender a esos productores ineficientes en vez de a los consumidores canarios, bajo la farsa de que si no existiera una economía planificada con subsidios agrícolas, cuotas de producción e importación y aranceles, se extinguiría el plátano canario y los trabajadores del campo perderían sus empleos por la competencia de los productos del tercer mundo.

Sin embargo, la realidad es bien distinta. El plátano canario casi ha desaparecido, pues como las ayudas priman el peso y no la calidad del producto, la mayoría de los agricultores se han dedicado a suplantar la platanera tradicional canaria por una que produce frutos de menor calidad pero con mayor tamaño y peso.

Esto difícilmente hubiera sucedido si no existieran las ayudas, porque el plátano canario hubiera tenido un hueco como producto de gran calidad en el mercado.

Pero no sólo los canarios somos los perjudicados, sino que además los habitantes del tercer mundo ven cómo para favorecer a unos pocos en las economías desarrolladas se les impide a ellos salir del subdesarrollo, al prohibirles vendernos productos con mejores calidades y precios, lo cual hace que tengan que emigrar a nuestros países para trabajar en nuestros campos en vez de hacerlo en los suyos. Eso sí, nuestros políticos se sienten satisfechos enviando ayudas que pagamos todos, como la del 0,7%.

Por esta razón, la frase del señor eurodiputado tendría que haber sido que «la reforma de la PAC ha tenido en cuenta los intereses de los productores canarios a costa de los consumidores de nuestras Islas, nuestros productos y la pobreza de otros países».

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