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Las manipulaciones económicas del PSOE

Publicado en Libertad Digital

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Uno de los gritos de guerra de Zapatero antes de llegar al gobierno era crear "un gobierno que no intervenga en la economía". Esta breve oración, aparentemente liberal, hizo que se escribiera mucho sobre lo que sería la futura política económica del gobierno, tanto en España como fuera. Los ingenuos periodistas e intelectuales que lo hicieron olvidaron que en un político jamás se puede confiar.

Con el tiempo hemos visto como la presunta "neutralidad" económica del gobierno ha intentado liquidar al presidente del BBVA, Francisco González; ha introducido a un amigo de Solbes, Manuel Conthe, como presidente de la CNMV; ha colocado recientemente a un socialista reconocido como gobernador del Banco de España para tener todos los órganos reguladores bien controlados; intentó echar a César Alierta de Telefónica, con el cual, ZP al final negoció reestructurar el Consejo y Dirección General de la empresa; introdujo a Narcís Serra como presidente de Caixa Catalunya sustituyendo a Antoni Serra Ramoneda que llevaba 20 años en el cargo; y ha hecho todo lo posible para favorecer la compra de Endesa por parte de Gas Natural. Y todo esto en sólo dos años: todo un record para alguien que quería hacer un gobierno que no interviniera en la economía.

Con la forzosa claudicación de ZP ante Alemania y la Unión Europea alguien podrá pensar que el presidente ha abandonado su letal intromisión, pero desgraciadamente no es así. Para empezar, una de las intenciones de Zapatero es borrar de la empresa resultante de la OPA de E.On sobre Endesa a Manuel Pizarro, algo que parece contradecir la voluntad de la eléctrica alemana, que quería mantener la "españolidad" durante un tiempo y respetar los cargos más destacados para no tener más conflictos.

Están corriendo muchas noticias sobre nuevas intromisiones gubernamentales para favorecer a ciertos grupos de presión que cobran cada vez más fuerza con los comentarios y movimientos de las empresas afectadas. Es cierto que, una vez finalizada la OPA de E.On sobre Endesa que el mercado en Alemania ya ha empezado a descontar, el resto del sector energético podría quedar en la mira de cualquier empresa extranjera, algo que horroriza al gobierno socialista. Pero no se engañen, no es porque se pierda "la españolidad" sino porque siendo empresas foráneas las que controlan el mercado es más difícil para el estado manipular a tales firmas. Así, parece que los socialistas quieren apostar por una gran fusión como hizo Francia (otro ejemplo de "neutralidad económica") con Gaz de France y Suez, que en el caso español sería la posible trifusión entre Repsol, Iberdrola y Gas Natural, aunque según algunas fuentes, La Caixa querría dejar calentando en la banda a Repsol por el momento. Otra vez, a los políticos les sirve apelar al corazón con la excusa de "la españolidad" para intervenir en el mercado de forma partidista e interesada en lugar de dejar fluir libremente las decisiones de los accionistas y empresas. El consumidor, como siempre, se encuentra cautivo y perjudicado ante la omnipotencia gubernamental.

Pero eso no es todo. Con la entrada del nuevo gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, también conocido como MAFO, el gobierno puede retomar su campaña de acoso y derribo al BBVA. Recordemos que la primera tentativa de los socialistas contra Francisco González fue un intento de OPA por parte de Sacyr-Vallehermoso sobre el banco, algo que dejó desconcertados a todos los analistas: una modesta constructora se quería comer al segundo banco de España, banco que tiene además un considerable peso internacional. En ese momento el ataque fue parado por el antiguo gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, pero con MAFO ahora a la cabeza del mismo los socialistas tienen fácil eliminar al presidente del BBVA del panorama bancario. Evidentemente éste, como ya hizo en el primer ataque, no se dejará derrotar y está buscando aliados para fusionarse. Las dos entidades que más suenan son Société Générale y muy especialmente el HSBC. De unirse el BBVA con el HSBC se crearía un auténtico gigante financiero con un potencial inmenso ya que HSBC es muy fuerte en los países asiáticos y el BBVA en los países latinoamericanos. Sin duda es lo mejor que le podría pasar al BBVA y a sus accionistas.

¿Y cómo se defiende ZP de estas vergonzantes acciones? Respondiendo que estos temas, donde todos –trabajadores, accionistas y consumidores– somos víctimas del gobierno, sólo preocupan a unos cuantos. No nos engañe más señor presidente: preocupan al bolsillo de 44 millones de personas.

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