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Los españoles suspenden en cultura financiera

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Escándalos como el de las participaciones preferentes o las hipotecas subprime han puesto de relevancia el discreto nivel de educación financiera de la población española. La Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (ADICAE) ha estudiado esta cuestión con un informe orientado a fomentar un papel responsable, activo y crítico por parte de la ciudadanía de nuestro país.

El cuestionario, elaborado en 2013, fue respondido por un 58% de hombres y un 42% de mujeres. Según franja de edades, un 31,6% tenía entre 25 y 45 años, un 31,4% entre 45 y 65 años, un 25,8% más de 65 años y un 11,2% entre 18 y 25 años.

De acuerdo con los consultados, un 65% opina que la educación financiera es "muy importante", mientras que un 33% la considera "importante" y solamente un 3% entiende que esta cuestión es "poco o nada importante". Sin embargo, cuando se pregunta a los encuestados qué nivel de cultura financiera creen que tienen, un 38% entiende que su formación es "baja", un 46% la califica como "media" y solamente un 16% la define como "alta".

Un 85% del total confiesa que le gustaría "mejorar su cultura financiera", con la pretensión de evitar fraudes como principal preocupación, muy por encima de aspectos como "obtener mayor rentabilidad" o "asesorar a familiares". ¿Qué método de aprendizaje prefieren los encuestados? Un 59% opta por "charlas y talleres profesionales", un 20% aboga por "leer libros y manuales" y un 4% se queda con las “charlas de entidades financieras” como fuente preferida.

Eso sí, el tiempo que los españoles están dispuestos a dedicar a esta cuestión no es muy elevado. Un 80% asegura que no invertiría más de 40 horas en este tipo de actividades, mientras que solamente el 20% se colocaría por encima de esta franja.

¿A quién culpan los ciudadanos?

De acuerdo con el cuestionario de ADICAE, el 30% de los encuestados opina que las entidades financieras son responsables del déficit de cultura financiera de algunos consumidores. Sin embargo, el sector público centra las quejas de la ciudadanía, ya que un 51% culpa a organismos reguladores y planes educativos.

La autocrítica no es precisamente elevada: solamente el 18% elige a los propios consumidores como responsables. Y ello, pese a que el 73% apunta que "ha firmado alguna vez un contrato financiero teniendo la sensación de no saber exactamente lo que estipulaba". Por otro lado, un 48% apunta que "no entiende la información que le envía el banco a casa".

Con todo, el comercial bancario sigue siendo el asesor de referenciade los consultados: un 34% lo menciona como su primera fuente, frente al 30% que cita a "personas próximas", el 19% que habla de "asociaciones de consumidores"; y el 17% que acude a internet".

La confianza en los comerciales bancarios es especialmente elevada, teniendo en cuenta que un 92% cree que la falta de cultura financiera beneficia a las entidades y que apenas el 33% considera que la información que proporcionan sirve para aclarar las dudas.

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