El crecimiento no es estimulado por las necesidades sino por la libertad de los empresarios para detectarlas y poder emplear recursos para satisfacerlas: nada de esto queda facilitado por la subida de impuestos que propone Stiglitz.
A comienzos de 2016, el premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz afirmó:
[Hace seis años] advertí en mi libro Caída libre que, sin respuestas adecuadas, el mundo corría el riesgo de caer en lo que llamé el Gran Malestar. Desafortunadamente, estaba en lo cierto.
Desde entonces, la economía mundial se ha recuperado.
Más:
El mundo afronta una falta de demanda agregada, provocada por una combinación de creciente desigualdad y una oleada de austeridad fiscal sin sentido. Quienes más tienen gastan mucho menos que quienes tienen menos, por lo tanto, a medida que el dinero fluye hacia los más ricos, la demanda disminuye.
No puede ser la poca demanda lo que provoca las dificultades, porque el mundo tuvo muchísima demanda hasta 2007. Tampoco el gasto público se ha reducido marcadamente, como sugiere Stiglitz.
Más:
La mayoría de las economías africanas y latinoamericanas basadas en los recursos naturales no lograron aprovechar el boom de los precios de las materias primas para crear economías diversificadas; ahora enfrentan las consecuencias que implican los precios deprimidos de sus principales productos exportables. Los mercados nunca fueron capaces de lograr esas transformaciones estructurales fácilmente por sí mismos.
Pues parece que esas economías están saliendo adelante, en la medida en que los gobiernos no han entorpecido demasiado esas transformaciones estructurales, que, aunque no son fáciles, son mucho menos fáciles si las acometen los Estados.
Más:
Existen enormes necesidades mundiales insatisfechas, que podrían estimular el crecimiento. Tan solo la infraestructura podría absorber inversiones de miles de millones de dólares.
El crecimiento no es estimulado por las necesidades sino por la libertad de los empresarios para detectarlas y poder emplear recursos para satisfacerlas: nada de esto queda facilitado por la subida de impuestos que propone Stiglitz para financiar un gasto y unos déficits públicos crecientes.
Más:
El sector privado creó la desigualdad y la degradación ambiental.
Como es sabido, allí donde no hubo sector privado no se registraron esos males.
Y más:
En el mundo real hay escasez de fondos.
Parece, más bien, lo contrario.