Eso es algo irrelevante porque, digan lo que digan los tribunales, miles de padres vamos a seguir impidiendo que nuestros hijos sean adoctrinados por la caterva de funcionarios que metisteis a dedo en el sistema público de enseñanza para destruirlo desde dentro, con todo éxito, la verdad sea dicha. Que no, Peces, que no. A nuestros hijos sólo les damos nociones de moral individual los padres, porque no sólo es nuestro derecho, reconocido constitucionalmente, sino también nuestra obligación.
A ti, Peces, te debe parecer muy bien que a niños de catorce años se les someta a un tercer grado para inducirles a probar las relaciones homosexuales, pero muchos padres creemos que, aparte de una marranada, eso no es algo que entre dentro de las competencias del, llamémosle, profesorado logsiano que ya nos toca sufrir y pagar a través de los impuestos. Los socialistas, que vivís opíparamente y lleváis a vuestros hijos a excelentes colegios privados, queréis que los niños del sistema público crezcan creyendo férreamente en las bondades del marxismo como sistema de ordenación social y económico, porque no siendo suficiente con crear generaciones enteras de fracasados intelectuales que sólo podrán aspirar al trabajo manual poco remunerado, además queréis que os agradezcan toda la vida el adoctrinamiento sectario al que les habéis sometido y a la hora de votar actúen en consecuencia. Eso ya lo hacéis gracias a que tenéis un mercado cautivo, formado por miles de padres que no podemos pagar un colegio privado además del muy deficiente servicio público que ya soportamos con nuestros impuestos. Confórmate con eso, Peces, que ya es mucho, y olvídate de la Educación para la Sodomía aunque tus amigos autores y editores dejen de ganar una millonada con esta vaina.
Si tan seguro estás, Peces, de que la Educación para la Locomía es una maravilla de asignatura, ¿por qué no dejas que los padres elijamos libremente si queremos que nuestros hijos disfruten de sus contenidos? Estoy seguro de que habrá cientos de miles de obreros, votantes de tu partido, que harán como Los del Río cuando el referéndum de la Unión Europea, y llevarán a sus jonathanes y sus yessis cada día al colegio más contentos que unas pascuas sabiendo que tú y tus amigos os vais a encargar de convertirlos en unos espléndidos ciudadanos anticapitalistas, admiradores del Ché Guevara, partidarios de la lucha contra el cambio climático, de la alianza de civilizaciones y la exploración de la sexualidad en todas las direcciones. O sea, que mercado hay, pero no esta bien que te aproveches de que el chiki-chiki haya ganado de nuevo las elecciones para convertir la formación moral infantil en un monopolio dirigido por ti y tus cuates.
Ya sabemos que lo vas a intentar con todas tus fuerzas, pero, como te decía al principio, miles de padres no estamos dispuestos a dejar que pisoteéis nuestro derecho a decidir el tipo de educación que queremos para nuestros hijos. Aunque tengamos que ir a la cárcel, Peces, fíjate bien en lo que te digo. Para cojones los nuestros.