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Pacto Sánchez-Iglesias: batería de impuestos a la clase media y baja

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El acuerdo PSOE-Podemos refleja una visión extractiva y confiscatoria de la economía.

“Always on surveillance the eyes, they never close”. James Hetfield

Si usted es uno de los inocentes que creen que el plan del PSOE y Podemos lo van a pagar “los ricos” le conviene leer los siguientes datos:

Los gastos de disparan:

El acuerdo firmado incluye una enorme batería de nuevos gastos que, sumados y usando estimaciones conservadoras, supone más de 30.000 millones adicionales. A ello debemos añadir que, sin incluir dichos gastos y asumiendo que todo va bien, el gobierno debe hacer un ajuste de 10.000 millones de euros para cumplir con el déficit acordado. Una senda de reducción de déficit a la que ambos partidos se comprometen de manera inequívoca (nótese la ironía). A ello debemos añadir que, con las cifras de recaudación de noviembre, los ingresos crecen un modesto 1,6%, muy por debajo de la cifra de crecimiento que estima el gobierno en su plan de estabilidad (más de un 4%).

Los ingresos no suman:

Si tomamos las propias estimaciones del gobierno de recaudación por nuevos impuestos (si usted se las cree, algo que no hace nadie que haga un análisis riguroso), la recaudación esperada por lo que eufemísticamente llaman “nuevas figuras tributarias” es de 5.654 millones de euros. La mayoría de las estimaciones independientes no llegan ni de lejos a 3.000 millones de euros.

Por lo tanto, una enorme cantidad de gastos más un ajuste acordado que no se cubren ni de lejos con la ristra de impuestos que han anunciado.

¿Quién paga el resto? Usted y yo

Incluso si usted se cree que una parte de esa batería de gastos no se va a llevar a cabo y que los ingresos fiscales se van a disparar ante el optimismo económico generado por las subidas de impuestos y la llegada de Podemos al gobierno (nótese la ironía de nuevo), no se cuadra el déficit de ninguna manera. El resto viene en una batería de impuestos a los autónomos y a la clase media escondida bajo subterfugios lingüísticos poco sutiles. “Impuesto a los servicios digitales”: impuesto a los consumidores de servicios digitales (usted y yo), “fiscalidad verde”: impuestos a los consumidores (usted y yo), “impuesto a las transacciones financieras”: impuesto a los ahorradores y usuarios de servicios financieros (usted y yo), subida del SMI: “aumento de las bases mínimas de cotización de los trabajadores” (usted y yo).

El aumento del IBI, de los peajes a las autopistas, el diésel, los billetes de tren, las cuotas de autónomosimpuestos al trabajo, impuestos por la compra de acciones o productos de ahorro, penalizar la inversión, atacar a los consumidores con baterías de impuestos indirectos. Todo esto lo pagarán la inmensa mayoría de los españoles, pero es especialmente negativo para la clase media-baja.

“Los ricos”

Siempre lo digo. Los contribuyentes que ganan más de 130.000 euros al año no llegan al 0,5% del total (según AEAT) y 727 empresas suponen el 49,5% de la recaudación del Impuesto de Sociedades (según REAF, asesores fiscales del Consejo General de Economistas, 2016): El que se crea que 90.000 contribuyentes y un puñado de empresas van a pagar decenas de miles de millones más en impuestos para pagar las veleidades populistas tiene un problema con las matemáticas.

Usando la propia estimación del gobierno (la que nadie se cree), el impuesto de sociedades y las “rentas altas” recaudarían 2.000 millones de euros máximo. También de su propia lista, 2.700 millones de euros vienen de impuestos indirectos que siempre paga el consumidor, usuario y propietario, incluyendo 670 millones de euros de impuestos “verdes”, como si fueran una novedad y no existieran ya (España recaudó más de un 5% del total de ingresos fiscales en la llamada “fiscalidad verde”, más de 20.700 millones de euros en 2017). Es decir, en las propias estimaciones del gobierno la mitad de los ingresos por “nuevas figuras tributarias” salen directamente del bolsillo del consumidor y ahorrador medio.

Pero hay más. Los autónomos van a ser expoliados aún más (lean este artículo) usando el subterfugio de que “coticen por sus ingresos reales”. ¿Ingresos reales? ¿Y si un año no ingresan o tienen la mitad de negocio les van a bajar la cuota? No ¿Y si no cobran lo que han facturado? Tampoco.

Como explica ATA, en España el autónomo elige cotizar entre una base mínima 884,4 euros y una máxima de 3.606 euros al mes. Si se escoge la mínima, un autónomo persona física paga 264 euros y en el caso de autónomos societarios 315 euros. El 86,3% de los autónomos persona física cotiza por la base mínima. Cuando hablan de “adecuar” la cuota a los “ingresos” (de beneficios nada, por supuesto), de lo que se está hablando, simple y llanamente, es de que se van a subir las cuotas al 70% de los autónomos sin contraprestación en facilidades fiscales, deducciones o mejora alguna.

Si quisieran ser realmente progresistas, adecuarían las cuotas al riesgo y volatilidad del negocio, como hace Reino Unido o Portugal. Pero no, las cuotas de autónomos son un canon por producir y un escollo al empleo.

Además, bajo el subterfugio de “subir el SMI” disfrazan otra subida de los impuestos al trabajo. Al esconder una nueva subida de las bases mínimas de cotización, los impuestos que paga cada trabajador suben sin que la inmensa mayoría de trabajadores vea mejora alguna de su salario neto. El mismo truco, en 2019, hizo que el 15% de los trabajadores de España vieran su sueldo neto reducido. La inmensa mayoría de empleados que cotizan por la base mínima no ven un euro más en su cuenta. El día que en España los ciudadanos entiendan que un salario neto de 1.200 euros es en realidad más de 2.000 en costes laborales totales, empezaremos a despertar.

Lo mismo ocurre con la “nueva fiscalidad verde”. A los más de 20.700 millones de euros de impuestos medioambientales que ya existen van a unir toda una batería de nuevos impuestos indirectos que salen directamente de los bolsillos de los consumidores y que afectan más a las rentas más desfavorecidas. ¿Para atacar el cambio climático? No, porque no son impuestos finalistas. Para lucrarse del consumo.

La prueba de que se ríen de los ciudadanos es que “prometen” una bajada de impuesto de sociedades a las pymes que facturen (sí, facturen, no que ganen) menos de un millón de euros, cuando la inmensa mayoría (más del 70% según la AEAT) están en pérdidas y no pagan Sociedades, pero les suben los costes de contratar y todos los indirectos.

El acuerdo PSOE-Podemos refleja una visión extractiva y confiscatoria de la economía de unos partidos que piensan que usted gana demasiado y que ellos gastan demasiado poco, que decide hacer todavía más difícil contratar, invertir y ahorrar. El que se crea que esta lista de medidas intervencionistas y burocráticas las van a pagar “los ricos” no solo demuestra ingenuidad, sino que merece el palo fiscal que le van a asestar.

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