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¿Por qué crece tanto el paro en España?

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En Estados Unidos, por ejemplo, los analistas y los poderes públicos tiemblan con sólo pensar que el desempleo pueda alcanzar el 10%. Por desgracia, España ya ha superado con creces dicha barrera, y se encamina sin remedio a tasas próximas del 20% en 2010, en caso de que se mantenga el actual ritmo de destrucción de empleo.

¿Cómo es posible que el paro aumente tanto en España si la recesión afecta por igual a la mayoría de países? Más allá de las deficiencias que presenta la estructura productiva nacional, caracterizada por un sector inmobiliario sobredimensionado y un elevadísimo déficit exterior, el aumento del desempleo se debe, sobre todo, a la excesiva rigidez del mercado laboral. Es decir, a las enormes dificultades que tienen los empresarios para contratar y despedir libremente a los trabajadores. Ésta y no otra es la causa de nuestros problemas… Pasados, presentes y futuros.

En primer lugar, hay que tener muy en cuenta que tan sólo el sector privado –en forma de autónomos, pymes, empresas o grandes multinacionales– es capaz de generar trabajo. Los funcionarios y toda actividad desarrollada por la Administración Pública quedan excluidos por completo de este ámbito. El poder político jamás podrá crear empleo en términos reales, ya que se nutre y sobrevive gracias a la captación coactiva de recursos ajenos. Es decir, no crea riqueza sino que la destruye, perjudicando a los demás (ciudadanos y empresas).

Por otro lado, la rigidez laboral, causa y razón del paro en España, se define como el conjunto de normas, leyes y regulaciones que dificultan, de uno u otro modo, la ocupación de trabajadores y la creación de empresas. Así, es el sector público, en ningún caso el privado, el único responsable de la falta de flexibilidad laboral.

Dicho esto, volvamos a la pregunta inicial. ¿Por qué crece tanto el paro en España en comparación con otros países? Por desgracia, el mercado laboral español es uno de los más rígidos del mundo. En concreto, España ocupa el puesto 160 del ranking mundial en este ámbito, según el último informe Doing Business, índice que mide la facilidad para hacer negocios en un total de 181 países. Es decir, ocupamos los puestos de cola, superando por un escaso margen a economías tan desarrolladas como Bolivia, Paraguay, Panamá, Congo o Sierra Leona. Estados Unidos está el puesto número uno, mientras que Venezuela cierra la lista, en el 181, como el país con mayores trabas a la hora de contratar y despedir personal.

Aissa es una diseñadora exitosa, titular de una empresa que exporta telas tradicionales tejidas a mano a exclusivas marcas internacionales. La demanda va en aumento, hasta el punto en que Aissa necesitaría cuadruplicar la producción para cumplirla. Eso implicaría contratar a más trabajadores, lo que parece muy arriesgado. ¿Qué ocurriría si cae la demanda? Sería muy difícil reducir la plantilla de nuevo. "Los trabajadores me pueden demandar y decir que los he despedido ilegalmente", explica Aissa. "Hay que darles una carta y ahí empieza un largo proceso".

Es posible que muchos empresarios españoles se identifiquen a la perfección con Aissa. Y no andan desencaminados. Sin embargo, este caso, recogido en el informe, hace alusión a una empresaria senagalesa. Senegal ocupa el puesto 165 del ranking de flexibilidad laboral, España el 160, lo cual demuestra que nuestro mercado de trabajo está a la altura de países subdesarrollados. Los más pobres del planeta. No por casualidad, la región del África subsahariana es la que presenta las mayores trabas del mundo para hacer negocios.

Si profundizamos en los datos relativos a España, el panorama resulta desolador. Nuestra economía presenta un índice de dificultad de contratación de 78 puntos, siendo 0 el mínimo (Estados Unidos) y 100 el máximo (Venezuela, por ejemplo), triplicando el índice medio de la OCDE (25,7 puntos). La inflexibilidad de horarios se eleva a 60 puntos, mientras que en Estados Unidos es nuevamente 0 y en la OCDE 42,2 puntos de media. La dificultad del despido se eleva a 30 puntos, frente a los 26,3 de las primeras potencias económicas. El índice de rigidez laboral es de 56 puntos (0 en Estados Unidos), mientras que el coste del despido se eleva a 56 salarios semanales, el doble que la OCDE (25,8).

Como consecuencia, España ocupa, además, el puesto 140 del ranking mundial en el índice de facilidad para abrir nuevos negocios. Nuevamente, a la cola del planeta. Y es que, tal y como demuestra el informe, las economías con regulaciones laborales más rígidas presentan menos aperturas de empresas. Aissa, al igual que cualquier empresario español, se lo pensará muy mucho a la hora de contratar más trabajadores o abrir un nuevo negocio debido a las voluminosas cargas administrativas que tendrá que soportar.

Por ello, el paro en España supera ya el 13%, y seguirá en aumento. Esta tasa casi duplica la media de la UE, al tiempo que en Estados Unidos apenas roza el 7%, la más alta desde 1994. Ojalá los españoles disfrutaran de un desempleo similar. Las alarmas ya han saltado en la primera potencia mundial ante la posibilidad de que el paro se dispare hasta el 10%. Por el contrario, hasta el momento, todo indica que la luz roja no se activará en España hasta que superemos el umbral mágico del 20%. ¡Qué poca vergüenza la de nuestra clase política!

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