Con motivo del segundo aniversario de su victoria electoral, el pueblo soberano ha calificado la gestión del gobierno del PP con una puntuación francamente mejorable. Por decirlo en logsiano, Rajoy no progresa adecuadamente. En realidad más bien retrocede, porque la nota media es tan baja que tendría difícil pasar de ciclo hasta en la ESO, a pesar de las inmensas tragaderas de nuestra enseñanza media. Hay muchos ceros; casi tantos como dieces, pero como las puntuaciones extremas se suelen suprimir en los procesos estadísticos para evitar distorsiones debidas al fanatismo, la nota más recurrente está practicamente en todos los casos por debajo del cinco pelao, como el boletín escolar de los adolescentes activistas, con gran "conciencia social" y escaso cerebro.
El resultado negativo de estas encuestas dice mucho en favor del PP, porque de haber estado los socialistas estos dos años en el gobierno la nota general hubiera estado entre el sobresaliente y la matrícula de honor. Un bienio entero sin quebrar el país ni multiplicar por dos la cifra de parados, ahí es nada, hubiera convertido al PSOE en acreedor de la gratitud de toda la sociedad, porque lo que se espera de los progresistas cuando llegan al poder es una catástrofe que pulverice cualquier registro anterior en su desastrosa biografía. Del Partido Popular, en cambio, se esperaba más. Bastante más.
El pueblo está enfadado con Rajoy y así lo pone de manifiesto en las encuestas de intención de voto, el único dato que realmente importa a los partidos políticos cuando se acerca una nueva cita electoral (y cuando no, también). Los contribuyentes estamos cabreados porque los impuestos son muy altos, y los que viven del cuento resentidos porque los trinques son muy bajos.Total, que sólo los que viven de la política parecen satisfechos con este estado de cosas. Que no es que esté mal que los profesionales del momio aporten este factor de estabilidad al bipartidismo, hoy amenazado por formaciones como UPyD y los comunistas de Cayo Lara, pero si el PP comenzara a cumplir (solo un poquito) su programa electoral tal vez las perspectivas le fueran más favorables. Con un suelo electoral de forofos irredentos y cautivos de la nómina sólo se ganan elecciones en Andalucía. Si lo sabrá Arriola.