UGT parece ignorar deliberadamente que horas en el centro laboral y producción no son lo mismo. Tomando los datos de Eurostat, si se toma como base la productividad en la Europa de los 25 (100 "unidades de producción" por persona que trabaja), la productividad española es de 96,5 y la de, por ejemplo, Estados Unidos, es una de las más altas del mundo con 136,2. Es decir, España es menos productiva. Pero la medida se hunde si comparamos la productividad por hora, que en la UE ampliada es de 100 y en España de 87,7. La explicación, por tanto, es que trabajamos más porque producimos menos.
Los colectivistas nos dicen que hemos de ser iguales a los europeos con eslóganes que ocultan gran parte de la realidad. La nota del sindicato es una muestra. Su intención es hacer un mundo homogéneo donde no exista la diversidad. El comunicado del grupo sindical nos sirve para ver la intención redentora que siempre ha tenido toda la izquierda, el constante avance hacia el pensamiento único, la uniformidad de actuación e imposición de una sola ideología.
Para llegar a una mejor situación económica no podemos dedicarnos a copiar a los países socialistas de Europa. Hombres que no se dejaron engañar por las bonitas palabras de los colectivistas, y pensaban en su bienestar individual en lugar de delegar su responsabilidad a los burócratas, convirtieron países pobres como Estados Unidos, Hong Kong o Nueva Zelanda en países ricos y prósperos.
Intentar innovar a través de políticas socialistas es el camino a la servidumbre burocrática y a la pobreza. Los países con mayor mayor libertad económica son los más prósperos, los más socialistas son los más pobres. ¿Por qué cree que la "Europa del bienestar" intenta, con muy poca fortuna, dejar atrás sus antiguas políticas keynesianas? No es por capricho, sino porque el estado del bienestar es insostenible.
En el socialismo europeo el hombre es un robot sin voluntad, un instrumento a servicio de la sociedad, y en tal concepción, son gobierno, sindicatos y grupos de presión quienes forman esa sociedad, no usted. Usted sólo es el instrumento productivo para que ellos se enriquezcan.
Europa y España son diferentes, sin duda, pero eso no significa que seamos peores o vayamos a peor. Los países con mayores índices de suicidas son precisamente aquellos que más envidian los sindicatos, como Dinamarca o Suecia, con un 13,6 y 13,4 de suicidios por cada 100.000 habitantes según la World Health Organization. Estados Unidos tiene 10,8 según el Departamento de Salud Americano. La brecha entre Estados Unidos y Europa es cada vez más acusada; sólo Arkansas, Montana, Oeste de Virginia y Mississippi estarían por debajo del PIB per cápita de los países de la UE. La tasa de desempleo en Suecia es ahora mayor que a mediados de los 70, y en el sector privado, el desempleo está en su cota más alta desde 1950. Finlandia tiene el índice más alto de Europa en reclusión no voluntaria en instituciones mentales. El 80,9% de los americanos —según el Banco Mundial— van a la universidad, en Suecia el ratio es del 50%. Los alemanes pagan impuestos por tener un televisor (y si no lo pagan, van a buscarlos), en Holanda cada habitante paga por la cantidad de basura que produce. La proporción de europeos que emigran a Estados Unidos es 10 veces superior a la proporción de norteamericanos que vienen a Europa, ¿no le parece extraño que la gente huya del paraíso europeo? ¿Queremos aspirar a estos "beneficios"?
Europa no ha de ser la referencia de los españoles ni de nadie. Tampoco hemos de copiar a Estados Unidos; sólo el trabajo duro y la responsabilidad para conseguir un auténtico bienestar individual es la meta. De no ser así, sólo seremos seres mediocres que aspiran a ser siervos de las elites y la oligarquía política.