En un país como Estados Unidos, puedo llegar a comprender la primera reivindicación, pese a que los bloggers de izquierdas se opusieran a la propuesta de reforma de George Bush, que hubiera eliminado la dependencia de las empresas para disponer de seguro. Pero si hay algo absurdo es una negociación colectiva en un sector cuya principal virtud es precisamente su dispersión.
Los bloggers que ganan dinero por escribir son pocos, y los que pueden ganarse la vida con ello aún menos. Excepto cuando se venden empresas especializadas en blogs por cantidades absurdas de dinero, no parece éste un sector especialmente lucrativo, aunque seguro que Julio Alonso podrá llevarme la contraria. Pero, sobre todo, como sucede en tantos otros empleos de nuestra sociedad de servicios, no hay nada más diferente de un blogger que otro blogger, y pretender homogeneizar y "negociar colectivamente" la remuneración es la vía segura al fracaso y al abandono del negocio de los blogs.
Porque, después de todo, la principal función de un sindicato no deja de ser aumentar la remuneración de sus integrantes por encima de lo que los empresarios pagarían si la organización no existiera. ¿Cómo puede conseguirlo un sindicato de bloggers? Uno de los métodos clásicos, la prohibición de incorporar nuevos trabajadores sin contar con su bendición, es evidentemente inaplicable en un sector donde las barreras de entrada son cero. Otra forma es hacer huelgas, pero parece claro que un blogger en huelga será rápidamente sustituido por uno nuevo, ya sea en el blog en el que escribe o en cualquier otro, posiblemente gratuito. No parece muy claro que pudieran, por tanto, realizar su función. Sin olvidar, claro está, que nunca podrán aumentar el dinero que ganan por encima de su productividad marginal, es decir, por encima de lo que hacen ganar al empresario. Que no creo que sea mucho.
En realidad, seguramente lo mejor que podrían hacer los bloggers que cobran por escribir es abrir una lista de correo, un foro o una web donde contaran lo que ganan, para así tener información, que es la principal arma con que pueden contar para negociar. O eso, o simplemente independizarse y encargarse de todo ellos mismos. Pero eso requiere iniciativa, esfuerzo y riesgo, algo que no parece que esté en la agenda de estos bloggers de izquierdas. Olvidan que sí que existe una asociación de bloggers, Media Bloggers Association, cuya principal función es lograr acreditaciones para ruedas de prensa y actos de todo tipo, que es quizá el único servicio útil que podría lograr un sindicato. Si excluimos, claro está, la razón de ser que parecen tener estas organizaciones, especialmente en España: obtener subvenciones y la atención de los medios aduciendo una representatividad inexistente, aunque eso sólo sea de provecho a sus promotores.