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Un cambio para perpetuar la depresión

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Es, como no podía ser menos siendo producto del endogámico mundillo del cine español, una firme creyente de que la culpa de todo la tiene internet y no la nula preocupación de los cineastas patrios –es un decir– por los gustos del público.

Sus opiniones son diáfanas. Los del cine deben "seguir peleando para que las descargas ilegales no nos hagan desaparecer". En el asunto del canon hay mucha demagogia pero porque un "ministro de Industria empatice más con un importador de tecnología que con más de ocho mil autores", no porque quienes lo cobran, como ella, digan encima que "son sólo unos céntimos". Piensa que el cine español está en una épica lucha "como la del pequeño comercio con la gran superficie". Y considera también que las subvenciones al séptimo arte son una de las partidas más pequeñas del ministerio, por lo que cabe suponer que su solución para que el cine español despegue será aumentarlos en esta época de crisis.

En fin, la quintaesencia destilada del progresismo cinematográfico. Ellos son estupendos, los demás somos malos porque no vamos a ver películas y encima las descargamos. Como si "La suerte dormida" y "Una palabra tuya" fueran los vídeos más compartidos en la redes P2P, vamos.

Zapatero ha decidido, en la sustitución que seguramente menos comentarios genere de su anunciada crisis de gobierno, sustituir a un buen representante de los artistas en gastarse nuestro dinero por uno de ellos. ¿Para qué disimular? Parece claro que la función de González Sinde en el Gobierno será acelerar la presión sobre las operadoras para que lleguen a un acuerdo "voluntario" con las entidades de gestión, pacto sobre el que corren rumores desde hace meses, y que se desvelará tan dañino para los usuarios como acompañada se sienta la SGAE por el Gobierno y desamparadas Telefónica y compañía.

Hay que tener en cuenta que ese artistazo se parecerá mucho a los acuerdos extrajudiciales que hemos visto mil veces en las películas norteamericanas, en donde el lado que debe pagar ofrece una cifra cuya cuantía depende del riesgo que perciba de perder el juicio y tener que apoquinar mucho más. Con González Sinde en el Gobierno, está claro que se impondrá entre las operadoras la percepción de que en caso de llegar a un acuerdo se hará una ley mucho más dura. Al fin y al cabo, es alguien que se quejó porque Telefónica ofreciera conexiones de 20 megas y ha considerado siempre que las compañías de telecomunicaciones se están lucrando a costa de los creadores de contenidos tan interesantes como los suyos. Así pues, Zapatero ha dejado claro que quiere acabar con el P2P esta legislatura con modos aún menos democráticos y transparentes que Sarkozy, que aprobó su ley con la presencia de sólo 16 diputados de una cámara compuesta por 577. El de la "vocación por la transparencia" prefiere no tener que pasar ninguna votación.

Ángeles González Sinde… se decía que muchos discos de rock tenían un mensaje satánico oculto que se desvelaba al escucharlos al revés. Las iniciales de la nueva ministra al revés son SGA… ¡casi!

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