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Zapatero contra Hesíodo

Publicado en Libertad Digital

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¿Por supuesto Keynes? Los políticos llevan ochenta años aplicando sus desastrosas políticas con grandes dosis marxistas. ¿Qué espera encontrar de nuevo? ¿Que el socialismo es el mayor fracaso de la historia? ¿Por qué no probamos algo nuevo?

Almunia y demás burócratas, lean algo que ha desaparecido de la memoria de la humanidad: que la libertad es fuente de prosperidad, justicia y riqueza. Les recomiendo Los Trabajos y los Días, del filósofo griego Hesíodo (S. VIII–VII a.J.C.). El primer libro de carácter liberal que nos ha llegado hasta ahora. En este opúsculo el autor lanza una serie de recomendaciones a su hermano Perses que se dedica a vivir de los demás y del propio Hesíodo, ya que pretendía quedarse con toda la herencia. Hesíodo le recomienda que viva de sí mismo. Trabaja y sé justo, porque si vives a costa del rendimiento del trabajo de los demás, sólo obtendrás miseria, enfrentamientos y te encontrarás con la perdición del hombre: "Sé justo para que el trabajo sea provechoso".

La obra de Hesíodo es tan actual como la crisis que sufrimos en España, y sin duda tiene más sentido común que Marx o Keynes. Hesíodo somos los ciudadanos, los currantes, las pymes, las grandes empresas, los autónomos, los comercios… Los que cada día trabajamos para llegar a final de mes y sólo contamos con el rendimiento de nuestro trabajo, nuestros ahorros y nuestras inversiones. Nadie tiene derecho a sacarnos a punta de pistola estos logros personales.

Perses, el hermano crápula y vago, el hedonista, el parásito son los políticos, los burócratas, los sindicatos, la patronal, los bancos centrales, los del Plan E. Son los lobbies económicos y sociales, los portavoces del pensamiento único y políticamente correcto que sólo subsisten y se enriquecen de las subvenciones. Los rentistas del Estado son incapaces de que su "trabajo sea productivo" y han de vivir del erario público sin dar palo al agua.

Ahora, que es cuando tendríamos que recordar que nuestro mayor baluarte es nuestro capital financiero, intelectual y laboral –el de cada persona– viene el Gobierno y le da un martillazo mortal. Quieren sacarnos más de mil euros por familia de media con subidas de impuestos, y sólo es el principio. Con el elevado gasto de Zapatero –un 12% de déficit esperado para 2010– el Gobierno lo tendrá que gravar todo y a todos. No le queda más remedio, no puede sacar el dinero de otra forma ni de otra parte, ya que es incapaz de producir algo útil como un empresario.

Zapatero prepara una ley de economía sostenible que sólo va a generar trabajos inservibles pues tendrán que financiarse con más impuestos. Eso significa distorsionar los incentivos del mercado, eliminando los proyectos que se demandan, los productivos, para irse a estos otros improductivos, pero más rentables debido a los grandes márgenes de las subvenciones. El beneficio se lo volverán a llevar unos pocos con el dinero de todos. El Gobierno dirige el mercado. Este fue el sistema que llevó a la URSS a su ruina, el de economía planificada, y nosotros lo volvemos a instaurar.

Reflexione cómo funcionan los sectores donde el Estado se ha involucrado. Por ejemplo, el gran grito del socialismo: "educación gratis". No es gratis, nos dedicamos a pagar la escuela (que no educación) de otras personas con un alto coste monetario y de formación. El resultado de tal proeza nos lo dio ayer la OCDE. En Estados Unidos, el porcentaje de alumnos que no pasa de la enseñanza obligatoria es sólo de un 12%. En España el fracaso es del 49%. Eso sí, el Gobierno quiere regalar a los chicos un portátil. Lo usarán para conectarse a Facebook y subir a YouTube los insultos y golpes que proporcionan a sus maestros.

En Estados Unidos Obama ha planteado una sanidad pública más extensa que los actuales Medicare y Medicaid. El rechazo de la población ha sido contundente. Son los adinerados de aquí que se van a Estados Unidos a operarse y no los estadounidenses los que vienen a España. Los datos desmienten el mito de que en Estados Unidos la gente está desamparada ante la sanidad. El libre mercado funciona, el Estado sólo genera colas y desesperación.

España tiene uno de los mercados laborales más proteccionistas de Europa y, en consecuencia, dobla la tasa de paro europea. La filosofía de vivir de las rentas de otro, como ya nos advirtió Hesíodo, sólo forja la miseria y enfrentamiento.

Las reformas que necesita España no pueden significar más Estado productor, ni planificador ni paternalista. Estamos a la cola de Europa por creer en estos anacronismos de ingeniería keynesiana. España necesita más responsabilidad individual, competitividad y que cada uno viva de su producción. España necesita más libre mercado. Las pruebas son patentes.

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