Skip to content

El truco de las diputaciones provinciales

Compartir

Compartir en facebook
Compartir en linkedin
Compartir en twitter
Compartir en pinterest
Compartir en email

Propongamos pequeñas unidades con capacidad recaudatoria, que compiten con otras y vigiladas con lupa por el contribuyente.

Pocas iniciativas son recibidas con tanto entusiasmo como aquellas que van encaminadas a simplificar la Administración. ¿Cómo oponerse a mejorar la eficacia de la estructura en la que operan nuestros políticos, a suprimir redundancias y niveles territoriales sin una función muy clara? Así, la propuesta de reforma constitucional de Ciudadanos de eliminar las diputaciones provinciales es aplaudida entre el electorado sin apenas excepción.

Pero la cuestión, para quienes estamos preocupados por limitar el poder del Estado y por abrir espacios crecientes de libertad en la sociedad, resulta un tanto más compleja. Mucho nos tememos que quienes proclaman la necesidad de crear una estructura territorial más simple no están pensando en reducir el poder del conjunto de las Administraciones Públicas, sino más bien lo contrario. Se trata, así, de fortalecer el poder central del Estado, pero no de dejar de asfixiar a la sociedad. Un poder cada vez más fuerte (y peligroso) que carezca de frenos y cortapisas en su actuación.

Promovamos, pues, un poder más reducido y fragmentado: pequeñas unidades con capacidad plena de recaudar impuestos, compitiendo unas con otras por atraer a empresarios y vigiladas con lupa por el contribuyente. Sería una buena vía para empezar a contrapesar al Leviatán.

Más artículos

Conde-Pumpido o la apoteosis del Derecho alternativo (I)

El escándalo no ha hecho nada más que empezar. Desprecio absoluto por parte de los magistrados Cándido Conde-Pumpido Tourón, Inmaculada Montalbán Huertas, María Luisa Balaguer Callejón, María Luisa Segoviano Astaburuaga, Juan Carlos Campo Moreno y Laura Díez Bueso de las normas que obligan a abstenerse del enjuiciamiento del caso por una larga lista de causas.

Contra el ‘sumacerismo’

Desde el comienzo del estudio de la economía como ciencia —e incluso antes— ha habido ciertas voces que han atribuido la riqueza de unos pocos afortunados a la miseria y a la privación material del grueso de la población.