Gracias, Rubius
La envidia no es patriotismo. Y la disposición a ser un parásito a costa de ser sumiso, tampoco permite hacer invocaciones a la ética.
La envidia no es patriotismo. Y la disposición a ser un parásito a costa de ser sumiso, tampoco permite hacer invocaciones a la ética.
Esta metodología aleja a la teoría económica de las ciencias naturales, lo que para muchos es malo al perderse el contraste con la realidad; pero la acerca a otras disciplinas igualmente prestigiosas, como las matemáticas y la lógica, ambas, por cierto, fundamentales para el desarrollo de las ciencias naturales.
Ningún sistema sería perfecto. Pero seguro que podemos encontrar algo que no nos deje con esa sensación de indefensión tan absoluta
El derecho a ofender no debería hacer distinciones con la Corona, las minorías étnicas o los represaliados durante el franquismo.
Lo relevante es si Bitcoin es un buen medio de atesoramiento. Lo que los economistas suelen describir como “buen depósito de valor”. Ser medio de pago, o no, es muy poco relevante y menos aún en esta fase de descubrimiento.
Si empiezan a ser hombres que han cambiado de sexo quienes dominan el deporte, carecerá por completo de interés y, sobre todo, pasará de ser femenino a ser otra cosa.
El pasado viernes 5 de febrero, un centenar de economistas encabezados por Thomas Piketty publicaron un manifiesto en el que se posicionaban a favor de una condonación de la deuda pública de los Estados europeos en manos del BCE, que supone cerca del 25% de la deuda pública de la Eurozona.
La zombificación, una especie de reflejo de lo que le sucede a los adictos a la deuda, que resta capacidad de reacción a las empresas, no es un fenómeno exclusivo de estas instituciones. También los países repiten este ciclo perverso, como Argentina.
El ejemplo de bien público por excelencia es la seguridad pública. Pero no hay razón para que este servicio no pueda proveerse de manera privada mediante el trabajo de aseguradoras, agencias de seguridad privada, despachos de arbitraje y penitenciarías privadas.
Cuando eres moderado y defiendes algunas libertades, pero otras no, puedes quedarte perplejo cuando un cambio tecnológico trastoca tu discurso.