2018, el año en el que el cristianismo quiso terminar con el liberalismo
Lo que llaman “ideología de género” no es antiliberal: lo antiliberal es la propuesta de llegar al Gobierno para combatirla.
Lo que llaman “ideología de género” no es antiliberal: lo antiliberal es la propuesta de llegar al Gobierno para combatirla.
Los partidos de centro derecha tienen dos opciones: aceptar las líneas rojas de la izquierda, y por tanto reforzarlas, o romperlas.
Combinada con la reducida presión fiscal rusa, Elvira Nabiullina promovió un crecimiento relativamente sano.
Si no hay intercambio directo no puede haber especialización del trabajo que nos haga más eficientes en la producción de bienes.
Darle a los hombres un propósito violento sólo contra las mujeres exige una renuncia a lo que antes se llamaba recta razón.
Vivir en una burbuja ideológica y cultural permite constatar qué bien lo hacemos todo y qué fantásticos somos.
Creo que los liberales deberíamos ser realistas y defender un sistema social con una cierta cantidad de redistribución.
Sufrimos con el preso S-854 por la mañana, la tarde y la noche. Sentimos el frío a través de su escuálida ropa de abrigo.
Las grandes mayorías que sostienen enormes errores económicos terminan imponiendo a los demás sus nefastas ideas.