Sacar la sede de Cataluña
¿Creen las empresas que el gobierno español defenderá sus propiedades en una Cataluña independiente?
¿Creen las empresas que el gobierno español defenderá sus propiedades en una Cataluña independiente?
Lo peor de todo es que los que están consiguiendo sus objetivos de manera espectacular son los destructores, las anti-empresas, los anti-comercio.
Una vez despertado el monstruo de su letargo, empieza a hacer cosas como darse por enterado de que en los colegios catalanes se adoctrina a los pupilos.
El no hacer tan típico de Rajoy le ha funcionado muy bien hasta ahora, pero el problema es que los independentistas juegan con las cartas marcadas.
Una institución que estaba siendo politizada por la izquierda se ha visto obligada a frenar esa deriva.
Comienza la declaración en plan colectivista y grandioso, dirigiéndose no a los individuos, sino a los pueblos, así a bulto.
El liderazgo de una élite con suficiente confianza en sus capacidades es lo que inicia las revoluciones políticas.
En su respuesta al Gobierno de Rajoy, Puigdemont no va a tener margen para la ambigüedad.
El debate público sobre la independencia de Cataluña ha estado contaminado, por ambos lados, de muchas más pasiones que razones.
Después del desplome de la actividad el nuevo país podría comenzar a crecer tras dos o tres años de durísima recesión.