La revolución es exactamente eso
En Venezuela pasan hambre. Es la revolución. No importa que sea el país potencialmente más rico del mundo.
En Venezuela pasan hambre. Es la revolución. No importa que sea el país potencialmente más rico del mundo.
El triunfo de Hillary puede venir del bando republicano inconforme con la candidatura de Trump, más o menos como sucedió con los “demócratas pro Reagan”
Venezuela avanza aceleradamente hacia el socialismo de guerra: sólo queda que el Estado marque las prioridades productivas ordenando a cada persona a qué debe dedicarse.
A la dolencia típica de la Moncloa, el síndrome del que muchos hablan desde tiempo inmemorial, se ha sumado esta vez la crisis terminal del régimen del 78.
El camino hacia una emancipación del Estado sigue, sin embargo, siendo complejo e incierto a pesar de la irrupción de la era digital.
Hay frases de Trump que pudieran repetir Marine Le Pen o Vladimir Putin.
Erdogan se siente Putin, heredero natural de un imperio perdido que por derecho histórico corresponde a los suyos.
Después de casi cuarenta años de turno no existe cultura de negociación.
El referéndum británico, las elecciones presidenciales austriacas e incluso las elecciones en España muestran cómo la democracia se ha convertido en un proceso frívolo.
¿Por qué motivo deberíamos aplicar un doble rasero normativo a los administradores del Estado? Son ellos los que dolosamente han decidido saltarse el Protocolo de Déficit Excesivo.