Impuestos ¿medioambientales?
Son impuestos regresivos, no finalistas, no reducen el coste de las energías renovables ni de la factura eléctrica.
Son impuestos regresivos, no finalistas, no reducen el coste de las energías renovables ni de la factura eléctrica.
El gran problema al que nos enfrentamos es que llevamos años y años decantándonos por todo menos por el libre mercado.
La tierra, que es mejor que nosotros, más antigua y más sabia, es maltratada por nosotros.
El mayor efecto de esta destrucción bíblica ha sido la demolición institucional.
Aprendamos de los errores de Alemania para avanzar en la descarbonización y la tecnología sin acudir a asaltar al consumidor.
Veinte años después de la aprobación del protocolo de Kyoto, los políticos se reúnen en París para darse palmadas en la espalda.
Carmena nos acerca a su sueño norcoreano de un Madrid con calles vacías y ciudadanos andando en un único sentido.
Es esencial que los gobiernos se aseguren de que esas fantásticas cumbres de buenas intenciones no supongan que el consumidor pague más.
El principal problema es que la gestión pública no ha logrado superar el problema causado por la gestión de bienes comunales.