II. Economías planificadas: el caso angoleño
Sigo con el problema al que dediqué el primer artículo que publiqué en esta institución (véase Economías planificadas: el caso cubano). El segundo país que he escogido es uno relativamente
Sigo con el problema al que dediqué el primer artículo que publiqué en esta institución (véase Economías planificadas: el caso cubano). El segundo país que he escogido es uno relativamente
En la década de los ochenta, Janos Kornai se convirtió en uno de los críticos modernos más importantes del socialismo en ese momento.
En las redes circulan ‘opiniones’ identificando al catolicismo con el socialismo y marxism0 y al protestantismo con el capitalismo. La raíz de este planteamiento dicotómico representada en la imagen es
El mercado deja de ser la mejor forma de asignar recursos y estos pasan a estar subordinados a los designios de los burócratas de turno.
Resulta sorprendente ver cómo la izquierda comunista se ha hecho con el monopolio de la lucha por el medio ambiente y cómo es el capitalismo el que, desde el punto de vista popular, agrede al planeta Tierra, al equilibrio ecológico y a la biodiversidad. Un repaso a la historia muestra que los principales desastres naturales a manos del hombre han venido de sistemas políticos de carácter totalitario o autoritario.
Tienen una ventaja competitiva diferencial con otros países: que en su territorio se pueden realizar actividades ilegales en el resto del mundo, porque en su territorio no hay leyes. Y las élites norcoreanas han desarrollado los mecanismos para promocionar y distribuir su producto, eso sí, con las dificultades que cabe esperar.