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¿Canarias, paraíso fiscal?

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Aunque lentamente, van proliferando modelos dentro de los actuales Estados en los que se ensaya con regímenes en los que se reduce, de manera importante, la imposición por parte de los Estados.

Como sabemos, tras el voto favorable a la salida del Reino Unido de la UE, y las posteriores declaraciones del Ministro Osborne sobre la posible rebaja del impuesto de Sociedades hasta el 15 % (desde el 20% en el que está en la actualidad), las reacciones en contra de esa eventual medida no se hicieron esperar, entre ellas, la del director de impuestos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), preocupado ante la posibilidad de que Reino Unido pueda convertirse “en un tipo de economía como la de un paraíso fiscal”. Y es que, como han señalado Juan Ramón Rallo o Adriá Pérez Martí, ese tipo de decisiones no son muy del agrado de los burócratas, dada su natural tendencia a buscar la “cartelización fiscal” como mecanismo para combatir la sana competencia fiscal entre los Estados o las regiones.

Por ello es necesario destacar una medida, adoptada por políticos españoles, a la que no se le ha dado demasiado bombo, pero gracias a la cual se puede llegar a tributar, por el impuesto de sociedades, hasta al tipo del 4% en algunas zonas de nuestro país (recordemos que el tipo medio de la Unión Europea está en el entorno del 20%, con una horquilla que va desde el 34% de Bélgica al 12,5% de Liechtenstein o Irlanda). Nos referimos al Régimen Económico y Fiscal de Canarias, que ha venido siendo objeto de diversas modificaciones y desarrollos desde que, con la Ley 19/1994, de 6 de julio, de modificación del Régimen Económico y Fiscal de Canarias, se creara una Zona Especial en las islas Canarias (ZEC), con la finalidad de promover el desarrollo económico y social del archipiélago. Así, tras la última de esas modificaciones, se establecen los requisitos para que nuevas empresas puedan tributar al referido tipo reducido del 4 % por el Impuesto de Sociedades. Para ello es necesario:

  • Ser una persona jurídica o sucursal de nueva creación con domicilio y sede de dirección efectiva en el ámbito geográfico de la ZEC.
  • Que al menos uno de los administradores resida en Canarias (o, en el caso de sucursales, un representante legal).
  • Realizar, dentro de los dos primeros años desde que la sociedad sea autorizada, una inversión mínima de 100.000€ (para las islas de Tenerife y Gran Canaria) o de 50.000€ (en el caso de Fuerteventura, Lanzarote, La Gomera, El Hierro o La Palma) en inmovilizado (material o intangible) afecto a la actividad.
  • Crear, dentro de los 6 meses siguientes al momento de la autorización, al menos 5 (para Tenerife o Gran Canaria) o 3 (para el resto) puestos de trabajo y mantener este promedio durante los años que esté adscrita a la ZEC.
  • Que el objeto social de la empresa, en el ámbito de la ZEC, sea la realización de las actividades económicas autorizadas (que figuran en el Anexo introducido en la Ley tras la reforma de diciembre de 2014, y, entre las que encontramos, por ejemplo, telecomunicaciones, programación, consultoría y otras actividades relacionadas con la informática, investigación y desarrollo, etc.).

Vemos, por tanto, que, aunque lentamente, van proliferando modelos dentro de los actuales Estados en los que, de una forma u otra, se ensaya con regímenes en los que se reduce, de manera importante, la imposición por parte de los Estados, entre otras, en materia fiscal. Ya desde los años 70 se vienen desarrollando en China o India, por ejemplo, Zonas Económicas Especiales que han servido de modelo a países latinoamericanos como, por ejemplo, Honduras, que desde 2013, y tras un intento previo declarado inconstitucional, aprobó en 2013 una reforma constitucional para desarrollar lo que popularmente se conoce como “ciudades modelos”, o, más concretamente, Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE). El Régimen canario, con todas sus limitaciones, se viene a sumar a ellos. Ojalá el nuevo régimen sea sólo un tímido primer paso que lleve a una cada vez mayor liberalización económica en las Canarias y que sirva, además, a otros como ejemplo; aunque uno no sea demasiado optimista, intenta no perder la esperanza.

1 Comentario

  1. Interesante, ahora falta
    Interesante, ahora falta Seuta, Melilla, La Linea y Algeciras ;-). Desgraciadamente el objetivo de la Partitocracia española no es forrarse (a pesar de la corrupción visible), su objetivo es el Poder Absoluto.


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