Skip to content

El economista de la frontera

Compartir

Compartir en facebook
Compartir en linkedin
Compartir en twitter
Compartir en pinterest
Compartir en email

El tema de las preferentes ha centrado la atención de la opinión pública a lo largo de los últimos tres años. El caso ha generado una intensa polémica política y, sobre todo, numerosas protestas por parte de los afectados. En este sentido, Bankia ha copado buena parte de las críticas debido al tamaño de la entidad y, por tanto, al elevado número de clientes que, de una u otra forma, se vieron entrampados en la contratación de productos híbridos (deuda subordinada y preferentes) tras aflorar los graves problemas de solvencia que sufría la entidad.

Sin embargo, el mecanismo de arbitraje puesto en marcha por el Gobierno para resarcir a los inversores minoristas, unido a la fuerte relavalorización que ha experimentado la cotización de Bankia tras el rescate público, han permitido que la mayoría de los afectados haya recuperado su inversión e incluso muchos estén ganando dinero. En la actualidad, y tomando como referencia un precio de 1,5 euros por acción, algo más del 65% de los afectados ya ha recuperado lo invertido, mientras que el resto, si bien acumula un pérdida próxima al 19,5%, lo hará en cuanto la cotización supere los 1,8 euros.

Bankia llegó a acumular preferentes y deuda subordinada por valor de 6.231 millones, en manos de de 294.905 titulares. De éstos, 192.268 (65%) ya han recuperado su inversión por la vía del arbitraje tras obtener la opinión favorable del experto independiente. En concreto, el árbitro ha resuelto a favor un total de 137.480 expedientes, solo que el número de clientes beneficiados es mayor puesto que muchos de estos contratos estaban a nombre de dos personas (doble titularidad, como en el caso de un matrimonio, por ejemplo).

Del total de solicitudes de arbitraje (182.942), el experto resolvió en contra 45.460 casos ante la evidencia probada de que el titular conocía perfectamente la naturaleza y los riesgos del producto contratado.

Ahora bien, dentro del total de afectados (294.905), cabe distinguir claramente entre dos grupos:

  • Aquellos que, voluntariamente, decidieron canjear sus productos híbridos por acciones de Bankia en marzo de 2012, poco antes de la nacionalización de la entidad.

  • Y quienes fueron obligados a convertir sus títulos de deuda (subordinada y preferentes) en acciones (capital), previa aplicación de quitas, durante el proceso de reestructuración que tuvo lugar en 2013, después de que el Estado inyectara unos 22.000 millones de euros en la entidad para evitar su quiebra.

Al canje de 2012 acudieron un total de 115.541 clientes. En este caso, el problema es que el valor de las acciones recibidas se vio diluido casi por completo tras la nacionalización y la posterior ampliación de capital de la entidad. Sin embargo, de estos clientes, el 95% de los que solicitaron el arbitraje ha recuperado el 100% de su inversión. Es decir, casi la totalidad de inversores.

Mientras, el canje obligatorio de 2013 se aplicó a los restantes 179.364 afectados. De éstos, el 42% gana dinero con la subida de la acción y el 58% restante sufre una pérdida inferior al 20%. Aquí cabe tener presente que dicha cifra incluye tanto a los titulares de deuda sobordinada como de participaciones preferentes, pertenecientes a distintas emisiones y a las diversas cajas que, en su día, se fusionaron para crear Bankia.

El análisis de la tres emisiones principales, cuyo volumen suma un total de 4.800 millones de euros, refleja la recuperación de ahorros que está propiciando la fuerte revalorización bursátil de Bankia. No en vano, las nuevas acciones de la entidad en su segunda salida a Bolsa, hace casi un año, cerraron su primera sesión en 0,60 euros, mientras que hoy rondan los 1,50 euros. El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ya ha expresado en diversas ocasiones que su principal objetivo es generar el máximo valor posible para devolver el dinero del rescate público.

Las tres grandes emisiones citadas, ordenadas por importe de menor a mayor, son las siguientes:

  • Deuda Subordinada de Caja Madrid emitida en 2010 por valor de 800 millones de euros: se aplicó una quita del 10% y el resto se canjeó por nuevas acciones a un precio de 1,35 euros. A la cotización actual de 1,5 euros, y una vez descontados los intereses cobrados por dichos bonos menos lo que hubieran percibido por un depósito tipo, estos inversores han registrado una ganancia del 11,3%. Son unos 25.000 clientes.

  • Deuda Subordinada de Bancaja emitida en 2009 por valor de 1.000 millones de euros: también sufrieron una quita del 10%. En este caso, la ganancia asciente al 22,6%. Son unos 39.000 clientes.

  • Preferentes de Caja Madrid emitidas en 2009 por valor de 3.000 millones de euros: sufrieron una quita media del 37% y el resto se canjeó por nuevas acciones a un precio de 1,35 euros. Al precio actual de 1,5 euros, su pérdida media ronda el 19,5%, descontados los intereses cobrados por las preferentes (7% anual) menos lo que hubieran percibido por un depósito. Son 102.000 clientes.

En cuanto a estos últimos preferentistas, recuperarían el 100% de la inversión en caso de que Bankia supere los 1,8 euros por acción. Sin embargo, conviene advertir que ya habrían recuperado todo el dinero si el canje se hubiera efectuado a 1 euro por acción, que era el valor en libros de Bankia en su segunda salida a Bolsa, en lugar de 1,35. Dicho precio fue fijado por el Fondo de rescate bancario (FROB) para que acreedores y el propio Estado, que también entró a 1,35 euros en el capital del grupo financiero, asumieran parte del agujero patrimonial que presentaba la entidad (algo más de 4.000 millones de euros) como consecuencia de las abultadas pérdidas registradas en 2012.

Ejemplo: 100.000 euros en preferentes

El siguiente ejemplo muestra un caso tipo en el que un particular invierte 100.000 euros en las preferentes de Caja Madrid emitidas en 2009:

  • Tras la quita del 37%, su inversión nominal queda reducida a 63.000 euros. Dicho importe se canjea por acciones de Bankia emitidas a 1,35 euros por acción.
  • A cambio de sus preferentes, recibe un total de 46.667 acciones.
  • A los 100.000 euros iniciales cabe restar los intereses cobrados por la emisión (7% anual) menos lo que hubiera percibido por un depósito tipo (Euribor a 12 meses), lo cual arroja como resultado unos 86.950 euros.
  • A una cotización de 1,5 euros, el precio de las acciones recibidas ronda los 70.000 euros, con lo que la pérdida implícita se situaría en el 19,5% (16.950 euros).
  • Si la acción sube a poco más de 1,8 euros, recuperaría el 100% de la inversión. De hecho, si el canje se hubiera hecho a 1 euro en lugar de 1,35, ya estaría ganando dinero.

Si, además, hubiera acudido al arbitraje y su solicitud resultara favorable, el particular ya habría ganado dinero en función de la fecha del laudo. Tomando también como referencia 100.000 euros:

  • El árbitro resuelve que el particular tiene derecho a que se le devuelva la inversión, una vez descontados los intereses abonados menos el interés que habría obtenido en un depósito (los 86.950 euros citados en el anterior ejemplo).
  • Se le abona en efectivo dicho importe, pero descontando el valor de las acciones que recibió en el canje, tomando como referencia la cotización de Bankia el día anterior a la firma del convenio de arbitraje.
  • Los primeros laudos se abonaron en junio de 2013, cuando la acción rondaba los 0,60 euros. De este modo, teniendo en cuenta que el valor de sus 46.667 acciones sumaba entonces 28.000 euros, el preferentista recibió en metálico 58.950 euros -la diferencia entre la cuantía que marca el laudo y el precio de sus acciones en esa fecha-.
  • Si hubiera vendido entonces sus acciones, habría recuperado el 100% de su inversión en preferentes. Pero, si hubiera esperado, hoy valdrían 70.000 euros que, sumados al abono de 58.950 euros en efectivo, arrojarían como resultado un total de 128.950 euros (28.950 euros más que la inversión inicial en preferentes).

Más artículos

Trump 2.0: la incertidumbre contraataca

A Trump lo han encumbrado a la presidencia una colación de intereses contrapuestos que oscilan entre cripto Bros, ultraconservadores, magnates multimillonarios y aislacionistas globales. Pero, este es su juego, es su mundo, él es el protagonista.