Se trata de Camino de servidumbre, el primer libro escrito por Friedrich A. Hayek más allá de la economía. La obra, ya desde el título, era una advertencia a Gran Bretaña y a todo Occidente, que estaba luchando contra el socialismo nacionalista en Alemania, pero abrazaba sus mismas ideas en casa.
Fue un completo éxito. Vendió medio millón de ejemplares en Estados Unidos y también desaparecía con rapidez de las librerías británicas. Pero era un libro pensado para aquellos días, desde los cuales han pasado ya 66 años. ¿Cómo es posible que ahora se convierta en un superventas, sin necesidad de hacer mención de vampiros adolescentes o periodistas suecos? La respuesta más inmediata se llama Glenn Beck. Este hombre ha pasado de estar en lo más bajo personal y profesionalmente a convertirse en el periodista con más impacto en Estados Unidos y, según parece, también en un líder social. Recientemente habló con dramatismo del futuro de socialismo y opresión que se cernía sobre su país, y dijo que un libro ya había advertido de todo ello, lo había visto de forma preclara. En Alemania, los aliados lo censuraron porque resultaba crítico con el New Deal. En Rusia se pasaba secretamente entre los disidentes en versiones manuscritas. Muchos de los millones de estadounidenses que seguían a Beck se lanzaron a la librería on-line para reservar su copia.
Pero esa es sólo parte de la respuesta. En noviembre de 2008, exactamente cuando ganó las elecciones Barack Obama, las ventas de Camino de servidumbre se multiplicaron por cuatro. La Rebelión de Atlas, una distopía que relataba cómo se desvanecía la sociedad por el triunfo del colectivismo, volvía a venderse como nunca. Una parte de la sociedad teme la deriva socializante que iba a imprimir Obama a un pueblo que nació con una idea sobre todas las demás y era la del orgullo de vivir en libertad. Y quería recordar qué habían dicho los que mejor han sabido exponer los errores, intelectuales y morales, del socialismo. Glenn Beck ha sido un potente detonante, pero la necesidad de saber a qué nos enfrentamos estaba ahí, latente.
El libro de Hayek es una llamada valiente a reconocer las virtudes del "camino abandonado", que es el de una sociedad libre, y un alegato contra una sociedad sometida, subyugada e infantilizada en manos del poder. Explicó las viejas ideas detrás de las propuestas sólo aparentemente nuevas. Señaló a los totalitarios dentro de una sociedad todavía libre. Mostró el peligro que suponía la planificación para la democracia y para la libertad. ¿Necesita más elementos para interesarle al lector de hoy? Camino de servidumbre será siempre un libro de actualidad. No podría ser de otro modo, ya que está dedicado "a los socialistas de todos los partidos".