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Razones para cerrar la televisión pública

Publicado en Libertad Digital

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Pero además benefician indirectamente a otros muchos individuos en un proceso social que tiende a elevar la productividad y el nivel de vida de todos. En un mundo como el nuestro en el que los recursos son escasos y los fines infinitos, cualquier otro modelo de sociedad conduce inexorablemente a la violencia continua o a la pobreza más extrema y generalizada.

En este sentido la historia del occidente y más concretamente del capitalismo puede entenderse como una sucesión inagotable de externalidades positivas realizadas por millones de personas en todo momento y en todas las áreas geográficas del mundo donde se respeta la propiedad privada y el libre intercambio. Pero el hecho de que el modelo de libertad y cooperación social permita que toda la sociedad participe de los resultados exitosos de otros individuos no significa que todos los individuos que persiguen satisfacer una necesidad por medios pacíficos generen iguales efectos positivos sobre el resto de la sociedad. De hecho, los mayores avances de la sociedad se deben a grandes hombres y mujeres que con su inteligencia, esfuerzo y perseverancia tiran sobremanera de toda la sociedad.

Son los héroes de nuestro tiempo, los héroes de cada día. Están empeñados en usar su ingenio para transformar el estado del mundo con el que se han encontrado en uno mucho mejor. A menudo son unos incomprendidos. Suelen ser difamados o menospreciados por quienes tienen miedo a los nuevos fines que persiguen o a los cambios en los métodos para alcanzar viejos objetivos y, con frecuencia, por los envidiosos. Son el Tucker de Francis Ford Coppola. A menudo se hacen ricos debido a la elevación que provocan en el nivel de vida de sus congéneres, pero el enriquecimiento no suele ser el motor de sus acciones sino el resultado natural en el marco del mercado libre. De hecho, no me cabe duda de que estas personas serían héroes fuera del ámbito de una economía (relativamente) libre y monetaria. Sólo que, en ese ámbito, sus acciones no ayudarían a tantas personas porque el cálculo económico que permite el uso socialmente más provechoso de los recursos no es posible fuera de una economía monetaria o en la que no se respeta la propiedad privada.

En general, ya digo, les mueve una visión, un ansia de combinar su inteligencia con la materia para mejorar el mundo. Unos ponen en marcha sistemas de producción de muebles que permiten a toda la población disfrutar de productos baratos y con estilo. Otros cambian la forma de producir o distribuir alimentos logrando una reducción en el gasto familiar en alimentos o una significativa mejora en la calidad de nuestra alimentación. También hay quien mejora la forma de gestionar los ahorros de millones de familias. Este último es el caso de los responsables de la gestora de fondos de inversión Bestinver, con Francisco García Paramés a la cabeza. Paramés fue elegido recientemente como el mejor gestor de Europa por la consultora especializada Citywire. Gracias a su labor y la de su equipo, millones de personas han logrado esquivar los perversos efectos que sobre el nivel de vida tiene la adulteración a la que los sucesivos gobiernos han sometido a nuestra moneda.

El pasado martes 7 de marzo, una avioneta en la que viajaban cuatro miembros de Bestinver se estrelló en la Sierra de Tajonar. Un miembro de Bestinver y uno de los dos pilotos de la aeronave perdieron la vida en el accidente. Sin duda, se trata de una terrible pérdida tanto para sus familiares y amigos como para toda la sociedad. Desconcertado y malherido, Francisco García Paramés, uno de los cuatro supervivientes, se echó a andar monte a través apartando la maleza hasta alcanzar la carretera. Gracias a su acción los servicios de rescate pudieron localizarle a él y a sus compañeros antes de la caída del sol. Esta hazaña no es más que un ejemplo que muestra lo que ya sabíamos: que los grandes hombres lo son generalmente bajo cualquier circunstancia. Lo que hace que sus acciones sirvan a unos pocos o a millones de personas es el entorno en el que se llevan a cabo. Los múltiples mensajes de ánimo recibidos en WebInversor, en la Asociación Madrileña de Consumidores y Contribuyentes y en el Instituto Juan de Mariana para Paramés y sus compañeros muestran que son muchas las personas que son conscientes de todo lo que la sociedad debe a los grandes individuos.

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