De modo revelador del odio izquierdista hacia los creadores de riqueza, Owen Jones omite a quienes deberían ostentar ese título antes que nadie: los empresarios.
La nueva estrella de la izquierda británica, Owen Jones, declaró en una entrevista en El País:
La riqueza la creamos todos: los trabajadores, el Estado, el profesor, el médico, los limpiadores. Debe estar mejor distribuida.
Aquí hay tres aspectos de interés. En primer lugar, Jones sitúa al Estadocomo si fuera una parte más de la sociedad civil, como los trabajadores, cuando es evidente que no es así: el Estado es una entidad única, en la medida en que puede hacer algo que la sociedad no puede, a saber, violar los derechos de los demás dentro de la ley. Por tanto, no cabe asimilarlo a ninguna otra actividad o profesión.
En segundo lugar, Jones habla de distribuir «mejor» la riqueza, como si la sociedad no la distribuyera ya, conforme a los contratos voluntarios de los ciudadanos. El Estado interfiere en dichas decisiones libres de sus súbditos y redistribuye esa riqueza no «mejor» que la gente sino coaccionando a la gente.
Por fin, en tercer lugar, y de modo revelador del odio izquierdista hacia los creadores de riqueza, Owen Jones, presumiendo de considerar un amplio abanico de dichos creadores, omite a quienes deberían ostentar ese título antes que nadie: los empresarios.