La victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales ha sido «el factor más determinante a la hora de mirar al futuro y anticipar tendencias».
El servicio de estudios de Goldman Sachs acaba de publicar sus predicciones económicas para el próximo curso. Según Charles Himmelberg, economista de la casa financiera, la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales ha sido «el factor más determinante a la hora de mirar al futuro y anticipar tendencias».
El primer punto en el que se fija Goldman Sachs es el de las expectativas de los mercados financieros ante el nuevo curso: «en comparación con 2016, creemos que hay oportunidad de aumentar ligeramente las ganancias, pero no cabe esperar subidas fuertes de manera generalizada. Las mejores oportunidades estarán en Asia: excluyendo a Japón, los mercados arrojarán un retorno superior al 12%, triplicando los datos del año que termina».
En segundo lugar, Goldman Sachs cree que la llegada de Trump hará que el crecimiento económico se acelere: «los mercados están hambrientos de crecimiento y han recibido la victoria de Trump con una actitud muy favorable. Las rebajas fiscales que propone Trump pueden impulsar el crecimiento. Es probable que así suceda, ya que el nuevo Presidente cuenta con mayorías republicanas en la Cámara de Representantes y el Senado».
El tercer aspecto que aborda el informe está relacionado con la política comercial del nuevo presidente americano. Goldman Sachs cree que «no vamos hacia una guerra comercial a corto plazo. Quizá habrá renegociaciones en el NAFTA y otros acuerdos, pero el miedo a una gran escalada proteccionista es exagerado. Trump será pragmático y solo una parte parte de su retórica comercial se traducirá en acciones concretas«.
La cuarta predicción de Goldman Sachs tiene que ver con el rumbo de las economías emergentes: «la victoria de Trump no le sentó bien a estos mercados, que saldrán perjudicados con las restricciones comerciales y el endurecimiento monetario. Sin embargo, las caídas que se han registrado descuentan los riesgos, ya que están ligadas a los inversores de más corto plazo. Mirando al futuro con perspectiva, creemos que no hay incongruencia en esperar más crecimiento tanto en mercados maduros como en países emergentes«.
La quinta novedad que Goldman Sachs ve en el horizonte tiene que ver con la divisa china. Trump ha denunciado abiertamente la manipulación monetaria del gigante asiático, mientras que Pekín se ha embarcado en una campaña de fortalecimiento de su moneda que descansa en medidas poco convencionales. «En 2017, la depreciación del yuan va a continuar, debido a la presión del nuevo gobierno de EEUU y también por las propias dinámicas de la economía china», apunta el informe.
En sexto lugar está la política de los bancos centrales. Goldman Sachs no espera una retirada generalizada de los estímulos pero sí apunta a un diseño más específico de los programas. «Cada vez se implementan con más detalle, ya que el objetivo último es mitigar los efectos secundarios y conseguir un impacto más inmediato en los mercados», señala la casa financiera.
Para las grandes empresas de EEUU, Goldman Sachs cree que 2017 trae buenas noticias. «Hemos alcanzado un punto de inflexión. Vivíamos una cierta recesión en cuanto al crecimiento de los beneficios, pero el S&P 500 va a subir durante el próximo curso, al calor de una economía más robusta y dinámica», predice el séptimo punto del informe.
En octavo lugar, Goldman Sachs habla de inflación y prevé su aumento en las economías desarrolladas: «el mercado de futuros muestra que las expectativas de inflación han crecido tras la victoria de Trump, pasando del 2% al 2,5%. A esto hay que sumarle las proyecciones que ya conocemos para Europa, Japón, China… En general, 2017 será un año de mayores presiones inflacionistas».
En noveno lugar, el documento apunta a un fortalecimiento del ciclo económico, mientras que el décimo punto habla de un nuevo escenario de política monetaria en Estados Unidos marcado por el endurecimiento de las condiciones fijadas por la Reserva Federal.