Desde que el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), liderado por Elon Musk, intervino en la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), se desató una controversia que fue rápidamente eclipsada por las negociaciones en Ucrania, primero, y por los aranceles de Trump después.
No deja de ser frustrante que tal cantidad de información comprometedora sea sepultada en cuestión de semanas, y su destino sea ser analizada por un puñado de expertos que escribirán libros que leeremos unos pocos miles. Pero así funcionan las cosas desde mediados del siglo XX hasta nuestros días. Y va a ser difícil de cambiar.
La semana pasada el primer ministro de Singapur hizo una declaración pública con motivo de los aranceles anunciados por Trump. Es un buen discurso de principio a fin, pero hay una parte que me gustaría remarcar:
For decades, the US was the bedrock for the free market economies of the world and led efforts to build a multilateral trading system. To be clear, the system is not perfect. Singapur and others have long called for reform. But what the US is doing now is not reform. It is abandoning the entire system it had created.
Al escuchar esto, uno no puede dejar de recordar el Brexit. Reino Unido también abandonó una organización que necesitaba ser reformada, simplemente porque parecía el camino más sencillo para resolver algo que, de otra forma, requeriría de demasiado tiempo. Un tiempo que parece que la derecha nunca tiene.
Nassim Nicholas Taleb también hizo alusión al tiempo en su crítica a la política de Trump:
The argument that increasing tarrifs will cause adaptation by local industry assumes all parties consider the tariffs PERMANENT (even if we ignore the immediate impoverishment from decline in trade, the clumsiness in the abruptness).
The problem is that everyone w/ a functioning brain (including people on the traditional “right”) by now realizes that Trump is a bit deranged, erratic, & these moves are likely to be transitory. He could be booted out; the 4 year mortality of an unfit 78 y.o. is >20%. A huge discount ratr.
Heavy investments take > 5 years, more than the political cycle & initially require more imports. Huge capital commitments require a bit of certainty. Some products s.a. wine may take >10 years, olive oil >12 years.
Estoy bastante de acuerdo. Nadie puede saber si la política de Trump va a sobrevivir a Trump. Pero curiosamente esto no se aplicó a las políticas ESG (environmental, social, and governance) en las que las empresas occidentales han dilapidado cantidades ingentes de dinero. Una vez más, parece que la izquierda cuenta con todo el tiempo del mundo para desarrollar sus programas, y la derecha solo puede aspirar a romper la baraja de vez en cuando, con la esperanza de que eso retrase los planes del enemigo durante unos años.
Esto nos lleva a la segunda ley de Robert Conquest:
Toda organización que no es explícitamente de derechas antes o después acabará siendo de izquierdas
Mencionar esta ley siempre es incómodo. La izquierda piensa que eres un conspiranoico, y parte de la derecha que eres un sectario. Pero lo cierto es que describe bastante bien la realidad. Y no hay nada de conspiración en ello.
A la derecha tradicional se le dan mal los juegos de suma cero. No hay más misterio. Como dice Naval Ravikant:
Wealth creation is an evolutionarily recent positive-sum game. Status is an old zero-sum game. Those attacking wealth creation are often just seeking status
En un mundo donde se crea más riqueza que nunca gracias al capitalismo, los buscadores de estatus anticapitalistas tienen una ventaja clara.
Creo que buena parte de la visión del vicepresidente de Estados Unidos nace de ser consciente de esto. Vance basa cada discurso en varios puntos que articulan una forma coherente de competir en estatus con la izquierda:
- Definir de forma clara al principal enemigo: el globalismo. En su forma nacional (izquierda woke) y en la internacional (países y organizaciones que han parasitado a Estados Unidos, con especial énfasis en la Unión Europea).
- Abandonar la tradicional táctica republicana de querer llegar a compromisos, adoptando otra que se basa en ganar sin hacer concesiones. Esto lo definió muy bien Thomas Sowell cuando dijo:
Sometimes it looks as if the Democrats are out to win at all costs, while the Republicans are out to compromise at all costs.
- Sustituir la visión liberal de la economía (que se basa en el libre mercado) y la conservadora (que se basa en comprar la visión socialdemócrata en su versión descafeinada) por un nuevo enfoque con dos patas:
- Recuperar a una (romantizada) clase media basada en el trabajo industrial, energía barata e inteligencia artificial.
- Crear una sensación de urgencia a causa del auge de China como antagonista, que facilite romper ciertos consensos que surgieron en la segunda mitad del siglo XX.
Como táctica, no es la peor que hemos visto en la derecha. Pero van a tener que afinar mucho su política económica para compaginar el proteccionismo con el crecimiento. Porque es difícil ganar a la izquierda en un juego de suma cero, pero lo que Vance no va a conseguir nunca es que su filosofía cuaje si no va acompañada de prosperidad económica. Algo así solo está al alcance de la izquierda.
Ver también
Por qué acabar con USAID es enorme, aunque sea una pequeña parte del presupuesto. (Peter Jackson).