El Instituto Juan de Mariana se complace en difundir el Índice de Libertad Humana (ILH), un trabajo de investigación elaborado por el Cato Institute de Estados Unidos junto con el Fraser Institute de Canadá.
Este informe ofrece la medición más amplia y sistemática de la libertad humana disponible a nivel internacional.
El índice evalúa 165 países y territorios, que representan alrededor del 98 % de la población mundial, utilizando 87 indicadores agrupados en 12 grandes áreas que abarcan tanto la libertad personal como la libertad económica.
La edición de 2025 recoge datos finales para el año 2023, de modo que los resultados deben ser interpretados teniendo en cuenta ese decalaje entre el cierre del periodo de estudio y la publicación del documento final.
Qué entiende el índice por libertad
El HFI adopta una concepción de la libertad basada en la ausencia de coerción, especialmente por parte del Estado. Se centra en la llamada libertad negativa, de modo que estudia la posibilidad de que los individuos elijan, actúen y se relacionen sin interferencias arbitrarias, siempre que respeten los derechos de los demás. Esta definición enlaza con la tradición liberal clásica (Locke, Hayek, Isaiah Berlin) y distingue explícitamente libertad de otros objetivos sociales deseables (igualdad material, redistribución, bienestar), que pueden entrar en conflicto con ella.
Estructura del índice
El índice se divide en dos grandes subíndices:
- Libertad personal, que incluye aspectos como el Estado de derecho, la seguridad y protección frente a la violencia, la libertad de movimiento, religión, expresión, asociación, información y relaciones personales.
- Libertad económica, que mide el tamaño del Estado, la protección de la propiedad y el sistema judicial, la estabilidad monetaria, la apertura al comercio internacional y el grado de regulación de mercados laborales, financieros y empresariales.
Las dos variables incluidas en el ILH tienen un peso equilibrado en el resultado final, reflejando la tesis central del informe: la libertad económica no solo es valiosa en sí misma, sino que refuerza y hace posibles muchas otras libertades personales.
Tendencias globales: un retroceso persistente
El mensaje central del informe es claro y preocupante: la libertad humana a escala global sigue por debajo de los niveles previos a la pandemia. Aunque en 2022 se produjo un ligero rebote tras el desplome de 2020–2021, en 2023 la mejora se estancó.
- El resultado promedio de los países analizados cayó de 6,97 en 2019 a 6,75 en 2020, retrocediendo a 6,72 en 2021.
- En 2022, la nota media subió hasta 6,81, nivel que se mantuvo sin cambios en 2023, de modo que el saldo actual es claramente inferior al del periodo pre‑COVID.
Esto implica que casi el 90 % de la población mundial vive en países que hoy son menos libres que en 2019. El cambio a peor confirma que, pese al discurso que planteó las restricciones de la pandemia como medidas “temporales”, la libertad ha experimentado un deterioro profundo y persistente que sigue sin revertirse en áreas clave.
Áreas donde más se ha perdido libertad
El informe identifica varios focos claros de retroceso:
- Libertad de expresión e información: aumento de la censura, de las presiones políticas sobre medios y de la práctica preventiva de la autocensura.
- Libertad de asociación y protesta: introducción de mayores restricciones a la sociedad civil y a la movilización pacífica.
- Libertad de movimiento: refuerzo de controles fronterizos y restricciones de circulación que no se han revertido completamente.
- Libertad monetaria: repunte de la inflación y mayor inestabilidad de la divisa en muchos de los países estudiados, con la consecuente erosión de la capacidad de planificación y ahorro.
Estas caídas no se concentran solo en regímenes autoritarios, puesto que también afectan, en distinta medida, a democracias avanzadas.
Desigualdad global de la libertad
La libertad está muy desigualmente distribuida a nivel mundial. Menos del 14% de la población mundial vive en países que se sitúan dentro del cuartil más libre, mientras que cerca del 40 % reside en el cuartil menos libre.
La correlación de la libertad humana con los principales indicadores de bienestar es notable, de modo que los países con mejor resultado logran rentas per cápita muy superiores e indicadores avanzados en campos como la esperanza de vida, la salud ambiental, la tolerancia social o la participación cívica, contando además con instituciones más estables y previsibles.
Países líderes y rezagados
En 2023, los países con mayor nivel de libertad humana son Suiza, Dinamarca, Nueva Zelanda, Irlanda y Luxemburgo. Entre los líderes del ranking predominan jurisdicciones con economías abiertas, un Estado de Derecho bien consolidado y una combinación satisfactoria de libertad económica y personal.
En el extremo opuesto se sitúan Siria, Irán, Yemen, Sudán o Myanmar, caracterizados por violencia, autoritarismo, colapso institucional o economías fuertemente intervenidas. Europa Occidental, Norteamérica y Oceanía siguen siendo las regiones más libres, mientras que Oriente Medio y Norte de África, África subsahariana y Asia meridional concentran los peores resultados.
España: evaluación de resultados y tendencia
España ocupa el puesto 28 de 165 países en el Índice de Libertad Humana de 2025, con una puntuación total de 8,37 sobre 10. Somos el antepenúltimo país de Europa Occidental, por delante de los dos colistas del ranking, Italia y Francia.
La medición dedicada al imperio de la ley arroja un resultado decepcionante de apenas 6,8 puntos sobre 10, un deterioro frente a los 7,3 puntos alcanzados en 2019. La calificación de libertad de prensa elaborada a partir del estudio CLD de la Universidad de Harvard arroja un resultado igualmente decepcionante, con una nota de 6,7 puntos. España también recibe calificaciones mediocres en campos como la regulación empresarial (6,2 puntos), la independencia judicial (6,9 puntos) o el cumplimiento efectivo de los contratos (5,9 puntos). También son negativos los resultados obtenidos en los campos dedicados al gasto público (3,7 puntos), las transferencias y los subsidios (3,9 puntos) o la fiscalidad personal (5 puntos).
Aunque España presenta buenos resultados en varios ámbitos clave, como los derechos civiles y personales o la seguridad y ausencia de violencia, la tendencia a peor de los últimos años resulta preocupante. Desde la edición correspondiente al ejercicio 2000, nuestro país ha cedido 7 posiciones en el ranking mundial.
Te dejamos el informe completo aquí.


