La culpa es de Microsoft, por supuesto

Por supuesto, la culpa es de Microsoft, por plegarse a alterar su producto al dictado de burócratas, algo que nunca puede terminar bien para la sociedad.

Cómo contribuyó la regulación al fiasco de CrowdStrike

Connor Harris, miembro adjunto del Manhattan Institute, detalla ampliamente el impacto de la normativa en la interrupción de CrowdStrike. Destaca que la Orden Ejecutiva 14028 obliga a las agencias federales a utilizar el tipo de software que ofrece CrowdStrike.