Camelos Oxfam
La consigna es que los paraísos fiscales son el puro mal, y Oxfam nos convoca a acabar con ellos, como si nos convocara a acabar con los asesinatos.
La consigna es que los paraísos fiscales son el puro mal, y Oxfam nos convoca a acabar con ellos, como si nos convocara a acabar con los asesinatos.
El mercado no es sólo ni principalmente un extraordinario sistema de producción de riqueza y bienestar para la mayoría, sino una señal de la dignidad de las personas.
Lo mismo que quiere hacer Ada Colau, y por las mismas razones, lo hizo hace décadas la dictadura franquista.
Ehrlich, declarado enemigo de las empresas, a las que echa la culpa de todo, es galardonado por la fundación del segundo banco de nuestro país.
El diagnóstico según el cual los medios no defienden a «la mayoría» dado que no están controlados por los populistas/izquierdistas es una tomaduras de pelo.
Los trabajadores pagan cada vez más impuestos a ese Estado que según tantos izquierdistas prácticamente ha desaparecido.
El hambre no se debe a la falta de comida, sino a la falta de libertad.
El crecimiento no es estimulado por las necesidades sino por la libertad de los empresarios para detectarlas y poder emplear recursos para satisfacerlas: nada de esto queda facilitado por la
El empleo depende de la productividad y los costes, y es absurdo sostener que se fomenta el empleo encareciendo las mercancías.
Sánchez, que es doctor en Ciencias Económicas, nada menos, ignora la lógica económica de la intermediación.