Kanye West y el ocaso de la plantación demócrata
Si no fuéramos capaces de disociar cultura popular y política no podíamos escuchar música ni ver pelis o series.
Si no fuéramos capaces de disociar cultura popular y política no podíamos escuchar música ni ver pelis o series.
El problema de esta vieja Europa parece ser que no se otorga ningún valor especial a la vida humana.
La hemiplejía moral ha llegado a los grandes de internet y está aquí para quedarse.
De que la cultura musulmana pueda tener algo que ver con esto no decimos nada.
La pena que se imponga debe guardar cierta proporción con el daño causado.
No conozco a ningún hombre que quiera a las mujeres «dóciles, sumisas y calladas».
Como para Beni esto va de lenguas, y no de personas, le parece un motivo importante para prohibir que se enseñe en español.
Dentro de un par de años vivamos en plena revolución de la conducción autónoma.
Ahora tenemos a azafatas que han perdido un trabajo que les gusta y bien pagado y están cabreadas.
El siguiente paso del control dictatorial de la extrema izquierda sobre nuestra sociedad es dictar qué podamos y qué no podemos decir.