La incoherencia liberticida del feminismo radical
¿Cómo pueden entenderse estas contradicciones aberrantes? Sencillamente, el feminismo radical es un instrumento ideológico-político más que un sistema de pensamiento coherente.
¿Cómo pueden entenderse estas contradicciones aberrantes? Sencillamente, el feminismo radical es un instrumento ideológico-político más que un sistema de pensamiento coherente.
Estamos ante una de las afirmaciones más desafortunadas de la historia de la democracia española.
Un Estado democrático presupone un Estado de derecho y, muy especialmente, unos derechos y libertades personales.
El individuo debería poder decidir libre y voluntariamente si consume o no drogas, ya que es propietario absoluto de su persona y cuerpo.
El mercado está creado espontánea e involuntariamente por todos los que participamos en él.
Hay pocas leyes más destructivas que los controles de precios.
En una sociedad libre la gente tiene derecho a dedicarse a la actividad económica que considere oportuno.
Las pensiones futuras no proporcionarán un nivel de vida aceptable, debemos iniciarnos en el ahorro y la inversión.
Los pensionistas no reciben lo que han ido ahorrando o invirtiendo, sino que viven de las cotizaciones de los que trabajan.
Las personas no estarán dispuestas a cambiar su forma de hacer las cosas.