En el siglo XVI el mundo artesanal estaba configurado por el sistema gremial, este sistema desaparecerá con el Antiguo Régimen, siendo sustituido por un sistema fabril e industrial.
El sistema gremial se configuraba a través de una jerarquía: aprendiz, oficial y maestro. En esta jerarquía los maestros eran la clave del crecimiento, los talleres artesanales habitualmente eran pequeños, podía haber oficiales o aprendices, pero la pieza imprescindible era el maestro. Al contrario que se suele pensar, no era un sistema que rechazara toda innovación que pudiera aparecer, aunque en algunos casos sí que había reticencias a la introducción de innovaciones. Una de las mayores innovaciones de este sistema gremial fue la aparición de las profesiones especializadas, es decir, la extensión del mundo artesanal. El sistema gremial era regulado por cada concejo de cada villa o pueblo, y no por un ente estatal centralizado.
El gremio tenía un claro carácter proteccionista, ya que una de las misiones era la protección de las amenazas externas. El sistema debía permitir una serie de solidaridades familiares. Muchos de estos gremios estaban ligados a las cofradías medievales, cofradías que tenían un carácter mucho más amplio que en la actualidad, ya que era algo mucho más que una comunidad de carácter religioso. Algunas de estas profesiones estaban estigmatizadas, como los cordeleros, los molineros o los tejedores.
Como hemos dicho, los concejos eran los que controlaban los gremios a través de las ordenanzas. Cada concejo designaba un veedor para controlar la actividad gremial y el cumplimiento de las ordenanzas. A partir del siglo XVIII, los Estados absolutistas trataron de eliminar el poder de los gremios, ya que eran comunidades descentralizadas ajenas al Estado, en Inglaterra llegaron a ser abolidos.
Paralelo a esto, también vamos a ver una protoindustrialización de los gremios, generalmente en actividades textiles y siderúrgicas. La protoindustrialización es un paso previo a la industrialización, es el desarrollo de aquellas zonas rurales en las que la población vivía fundamentalmente de la producción manufacturera masiva dirigida a mercados nacionales e internacionales. Fue el incipiente mercado mundial el que se convirtió en el impulsor de la incipiente industrialización.
Una serie de incipientes capitalistas van a desplazar medios al mundo rural, contratando campesinos para que produzcan en su tiempo libre. Se suele hablar de dos fases en el desarrollo de la protoindustrialización:
- Desintegración del sistema feudal de la Edad Media, la burguesía traslada la producción al campo.
- Crecimiento demográfico e innovaciones en el sector agrario.
La protoindustrialización triunfó en determinados sitios muy concretos. No se puede entender el desarrollo económico, la superación de la crisis del siglo XVII y el desarrollo de la industrialización sin los mercados coloniales. Estos ejercieron la doble función de abastecer de materias primas a los sectores industriales de la metrópoli, además de ejercer de consumidores de las manufacturas realizadas en la metrópoli.
Un aspecto que debemos señalar es que España tuvo un papel importantísimo en este sentido, ya que fue la nación que realizó la primera globalización de la historia, descubriendo un continente lleno de nuevos consumidores y materias primas. Es muy probable que la industrialización europea no hubiera triunfado sin la globalización llevada a cabo por España.
Serie Historia económica
- (V) La propiedad y la explotación de la tierra
- (IV) La urbanización de Europa
- (III) Fertilidad y familia en los mundos católico y protestante
- (II) La economía en el s. XVI: población y agricultura
- (I) Historiografía y consideraciones previas