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Ahorro y capitalización: Los sistemas de cuentas nocionales

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A lo largo de la historia, muchos autores han escrito sobre la importancia del ahorro a la hora de generar riqueza. Si bien desde el punto de vista de la escuela austriaca, ese ahorro debía ser individual. Y es que la escuela austriaca no se ha ahorrado críticas a la forma forzosa en que los gobiernos sustraen parte de la renta de los ciudadanos con el argumento de un fin superior. El economista y premio Nobel (1974) Friedrich Hayek en su libro Camino de servidumbre (1944), argumentaba que el titular del poder coercitivo (el Estado), debía limitarse a generar unas condiciones en las que el conocimiento e iniciativa individual pudieran planificarse con mayor éxito y que los «fines sociales» que vendía el estado, eran idénticos a los fines individuales y cuyos individuos estarían dispuestos a contribuir de forma voluntaria e individual. Igualmente Mises, en La acción humana (1949), defiende la libertad y la responsabilidad de cada uno con sus acciones, frente a totalitarismos, planificadores y el Estado.

Es por todo esto por lo que consideramos que la idea de los sistemas de cuentas nocionales, donde cada individuo ahorra y capitaliza su ahorro, se amoldan inmejorablemente a las ideas austriacas.

La capitalización del ahorro que mencionamos es muy ventajosa cara a aumentar la riqueza de nuestra sociedad. A más ahorro capitalizado, se dispondrá de más capital para invertir. A mayor inversión mayor productividad de los distintos agentes económicos, lo que generará mayor renta y capacidad de ahorro, entrando así en el conocido como círculo virtuoso de la prosperidad, donde más ahorro lleva a más inversión, más inversión lleva a más renta, más renta a más ahorro…

Dos de los problemas más generalizados en las distintas economías occidentales, que reducen o dificultan la capacidad de ahorro de nuestra sociedad, son las rigideces en el mercado de trabajo, que provocan altas tasas de desempleo y de temporalidad. Y la más que dudosa viabilidad en el largo plazo de los sistemas públicos de pensiones.

Si atendemos primero al problema del mercado de trabajo, y nos centramos en la Unión Europea, observamos como si bien algunas reformas como la introducción de los llamados mini jobs en Alemania o la reforma laboral del 2012 en España han reducido la rigidez de sus distintos mercados de trabajo, aún existen grandes problemas, como la existencia de múltiples tipos de contratos, o el aumento de los costes de contratación, que están dañando seriamente las distintas economías de la unión.

Como hemos mencionado antes, el segundo gran problema al que tenemos que hacer frente, es la cada vez mayor dificultad para pagar las pensiones públicas lo que está haciendo que se ponga en tela de juicio su viabilidad futura. Y es que, el aumento de la esperanza de vida y por tanto de los años que se disfruta de la pensión, el aumento de la cuantía de las pensiones, la baja natalidad y con ello es escaso remplazo generacional, así como la cada vez menor proporción de trabajadores por cada pensionista, ha hecho que los sistemas públicos de pensiones se estén acercando si no lo están ya, a la quiebra.

A esta más que dudosa viabilidad de los sistemas de pensiones de reparto a largo plazo, hay que añadirle que estos impiden el ahorro y posterior capitalización de dicho ahorro, por parte de los trabajadores, para su futuro patrimonio con el que poder vivir durante su jubilación. El Estado, al extraer una parte importante de la renta de los trabajadores (entorno a un 30% en España), dificulta en gran medida que estos puedan ahorrar. Así lo diagnosticó el profesor Jesús Huerta de Soto, cuando hablaba de los problemas técnicos de estos sistemas, en su libro Ahorro y previsión en el seguro de vida (2007): «El sistema financiero de reparto, en el que se basa la financiación de la seguridad social, disminuye sustancialmente el ahorro global del país».

Para solucionar estos problemas e impulsar el ahorro, son muchos los países los que han puesto en funcionamiento, variando sus condiciones para adaptarse a las características de la economía y su país, los novedosos sistemas de cuentas nocionales. Austria, Suecia, Chile o Italia son ejemplos de países en los que estos sistemas están funcionando en la actualidad. Sobre estos sistemas, podemos hacer una distinción entre los que están enfocados al mercado de trabajo y los que lo hacen en el sistema de pensiones.

La famosa «Mochila austriaca», es un ejemplo del primer caso, que se ha puesto en práctica en Austria, entrando en vigor el 1 de enero del año 2003 tras un pacto social. Mediante este sistema, el empresario no tendrá que pagar una indemnización en el momento del despido, sino que tendrá la obligación de abonar cada año a cada trabajador un 1,35% (lo que serían 5-6 días) de su salario bruto, a partir del segundo mes de trabajo, a una cuenta de ahorros individual, independiente y externa al empresario. La entidad gestora de esos fondos será elegida entre el empresario y el trabajador. Esta reforma tiene muchas ventajas, como son las flexibilizar el mercado de trabajo, favorecer la contratación, además con ella desaparece la dualidad; trabajador indefinido-trabajador temporal. Incentiva la movilidad voluntaria, al poder llevarte tu mochila contigo, en vez de perder tu antigua indemnización si te cambiabas de empresa como sucedía antes. La otra gran ventaja de este modelo es que crea un fondo de capitalización por el cual los trabajadores adquieren una rentabilidad y además fomenta su ahorro. Todo esto hace que, si durante su vida laboral no han estado durante demasiado tiempo en desempleo y viviendo del dinero de la mochila, cuando llegue el final de su vida laboral, puedan contar con este dinero como complemento a su pensión, ya sea pública o privada. Atendiendo a los datos históricos y comparándolos con los datos de la UE, está reforma habría ayudado a contener el aumento del paro durante las distintas recesiones que se han vivido desde que se aplicó.

Si ahora buscamos un sistema de cuentas nocionales que afecte al sistema de pensiones, tenemos el sistema sueco, que sigue siendo en última instancia, de reparto. Pero la diferencia, es que lo que cotiza cada trabajador se contabiliza en una cuenta individual, cuyo valor se actualiza según unas distintas variables.  De esta forma, cuando el trabajador llega al final de su vida laboral, su pensión será igual a esa cuenta dividida entre la esperanza de vida que se estime en ese momento. Por lo tanto, si el pensionista falleciese antes de ese periodo estimado, el dinero restante que no habría llegado a recibir volvería al sistema, para pagar pensiones mínimas a los pensionistas que sobrepasasen esa esperanza de vida. Este sistema no cambia que los trabajadores de hoy pagan las pensiones a los pensionistas actuales, pero si cambia la forma de calcularlas. Bajo el lema <<una corona de aportación, una corona de pensión>> es más justo y transparente que los otros sistemas públicos de pensiones a los que estamos acostumbrados, ya que cada trabajador acumula sus cotizaciones y cada pensionista cobra lo aportado durante su vida laboral. Lo que acaba haciendo de este sistema, un sistema de pensiones más sostenible en el largo plazo. Estas cotizaciones, corresponden al 18, 5% del salario bruto, ya que el 16% va directamente al sistema de pensiones, y el 2,5% restante se puede invertir en planes de pensiones privados

En conclusión, podríamos decir que estos distintos sistemas de cuentas nocionales podrían ayudar a incrementar la cada vez más en declive tasa de ahorro de nuestra sociedad, al ser capaz reducir el desempleo, liberalizando el mercando laboral si se aplica sobre este, o al permitir capitalizar hasta la jubilación, el ahorro existente, así como hacerlo de una forma más transparente y lo más importante, viable en el largo plazo, en caso de aplicarse sobre el sistema de pensiones.

Referencias:

1 Comentario

  1. Gracias Alfredo.
    «… Hayek en su libro Camino de servidumbre (1944), argumentaba que el titular del poder coercitivo (el Estado), debía limitarse a generar unas condiciones en las que el conocimiento e iniciativa individual pudieran planificarse con mayor éxito y que los «fines sociales» que vendía el estado, eran idénticos a los fines individuales y cuyos individuos estarían dispuestos a contribuir de forma voluntaria e individual».
    Este magisterio debiera ser mas difundido y sobre todo MÁS ESCUCHADO. OXÍGENO.
    Igualmente Mises, en La acción humana (1949), defiende la libertad y la responsabilidad de cada uno con sus acciones, frente a totalitarismos, planificadores y el Estado.
    IDEM

    «Es por todo esto por lo que consideramos que la idea de los sistemas de cuentas nocionales, donde cada individuo ahorra y capitaliza su ahorro, se amoldan inmejorablemente a las ideas austriacas».

    “A más ahorro capitalizado, se dispondrá de más capital para invertir. A mayor inversión mayor productividad de los distintos agentes económicos, lo que generará mayor renta y capacidad de ahorro, entrando así en el conocido como círculo virtuoso de la prosperidad, donde más ahorro lleva a más inversión, más inversión lleva a más renta, más renta a más ahorro…»

    Agradezco tu exposición sobre sistema de cuentas nocionsles aplicados al mercado laboral y a las pensiones, muy clara. Y también apoyada en los fundamentos exolicitados por el profesor Huerta de Soto.
    Me gustaría también hacerme eco de una gran inquietud que oí al profesor Huerta de Soto en relación a circulo virtuoso Ahorro – Inversión. Se lo escuché en 2019 en su conferencia en el XIII Congreso de EA, en su primera jornada, en la UJCI donde ponía muy cruda la eventual decisión de canalizar a inversión el ahorro en las circunstancias existentes. Nos decía de aquella manera tan suya » que invierta su….»
    Es cierto que los problemas sugeridos tratados son de capitalizacion y efectos de largo plazo, pero los cambios de los sistemas son leídos por los agentes en su afectación a corto plazo. Todo un reto aquí , ya andado, por lo que se ve con acuerdo social, en Austria y Suecia.
    Mi inquietud que te manifiesto viene por la aparente perpetuidad de los bajos tipos de interés, hasta negativos, fruto no sé si de verdaderos excesos de ahorro sobre inversión o fruto del permenente recurso a la expansion monetaria del BCE comprando deuda a gobiernos con avidez adicción deficitaria y endeudamientos.

    Muchas gracias Algredo.


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