El historiador militar de la Universidad Hebrea de Jerusalen Martin van Creveld es célebre en círculos libertarios, aún sin serlo él del todo, por sus muy originales escritos sobre el ascenso y caída del estado moderno y por sus obras sobre la transformación de la guerra. Sin contar sus poco políticamente correctas obras sobre el feminismo, Sexo privilegiado, o sobre la cuestión de la igualdad. No me consta que ninguna de las grandes obras de Van Creveld esté traducida al castellano excepto su libro sobre Los abastecimientos en la guerra publicado por el Ministerio de defensa.
Martin van Creveld
La tesis principal de Martin van Creveld es que el estado nació a consecuencia de la guerra y que la transformación de la guerra lo transformará también a él hasta hacerlo desaparecer o mutar en otro tipo de forma política. Según afirma, los estados modernos están concebidos para defenderse o atacar a sus semejantes pero no están concebidos para otras formas de combate o para proteger a sus poblaciones de riesgos que no esten circunscritos a su espacio de dominio. De la misma forma que no están bien concebidos para atender pandemias o riesgos existenciales, como el cambio climático (de serlo). tampoco se adecuarán a amenazas estas ya de corte militares que operen a otra escala o con otra forma.
Los ejemplos que ofrece el profesor Van Creveld son variados. La moderna piratería en el Índico es uno de ellos. No parece muy razonable enviar grandes buques de guerra para luchar contra piratas que se desplazan en pequeñas, pero muy veloces. El problema se solucionó en buena medida con la contratación de un par de soldados profesionales de las muchas empresas que existen al respecto, dotados de armamento automático perfectamente adaptado a este tipo de combate. Fue mucho más barato y eficaz dimensionar correctamente la fuerza defensiva a la naturaleza de la amenaza. Pero aquí se pudo comprobar la dificultad con la que los estados se enfrentan a nuevas amenazas. Y cómo tuvo que ser relevado de sus funciones por fuerzas privadas.
Las redes
Las modernas redes de terror en red sería otro excelente ejemplo de cómo evoluciona la guerra y de cómo los estados convencionales tienen dificultades para confrontarla. Redes del estilo de Al Qaeda, a pesar de que sus valores que defienden están muy anclados en el pasado, son el culmen de la modernidad organizativa en forma de guerras, como ya apuntó hace unos años John Gray en su célebre Al qaeda o lo que significa ser moderno.
Células de combatientes durmientes en el interior del propio país, habitando en grandes ciudades ferales donde se pueden confundir con el resto de la población, coordinadas por medios telemáticos y que se activan o desactivan siguiendo instrucción de la jefatura del grupo son desafíos muy difíciles para un estado que está acostumbrado a combatir en frentes convencionales contra enemigos más o menos compactos. Los estados modernos no pueden atacar o bombardear sus propios barrios por lo que estos activistas precisan de acciones quirúrgicas para ser neutralizados.
No sólo eso. El daño que un terrorista residente en el territorio del propio estado puede infligir es muy elevado en comparación con los costes que requieren sus atentados. Pensemos en los ataques en Francia hace unos años en los que poco más de una docena de terroristas, armados con armas ligeras de poco precio no sólo causaron más de un centenar de víctimas sino que paralizaron por unos días los transportes en todo el país, pues se cortaron autopistas y aeropuertos para poder neutralizar a los terroristas. Un atentado que costo unos miles de euros implicó costes de decenas de millones al estado y a los ciudadanos afectados.
Van Creveld: los estados no están preparados ante el terrorismo
Esto corrobora las teorías de Van Creveld según las cuales los estados modernos no están adecuados en forma y tamaño a los nuevos desafíos de seguridad. Es más, cuanto mayores son las dimensiones de un estado, en población y territorio, no sólo el daño causado se multiplicará sino que le será más fácil a los grupos moverse y pasar desapercibidos.
Sin que pueda establecerse una ley general, el grupo atacante muy probablemente consiga más repercusión mediática y dañe más al estado atacando en Francia que en Islandia, usando iguales medios. También muy probablemente su libertad de movimiento sea mayor en el primer caso y su capacidad de detección y neutralización previa menor, pues habría que discutir donde es más fácil ocultarse si en un gran o pequeño estado y no digamos en una comunidad privada. Podrían darse pequeños estados proclives al terrorismo o incluso comunidades privadas, pero dudo que los demás tuviesen buenas relaciones con ellos o facilitasen su movimiento fuera de sus fronteras.
El atentado de Hamas
Volviendo al tema del análisis, lo cierto es que un grupo terrorista Hamas, llevó a cabo un atentado de gran crueldad y de una dimensión poco conocida en este tipo de actuaciones. No sólo el número de fallecidos es relevante sino también la forma en que se produjeron los asesinatos, que parece ser pensada para aterrorizar (fuentes de inteligencia han afirmado que los atacantes tenían instrucciones previas sobre la forma de actuar, aunque las fuentes de Hamas lo desmienten).
Desde luego iban dotados de cámaras personales. Compartieron rápidamente el contenido de sus crímenes en las redes sociales. Se asemeja a la forma de funcionar del Daesh que guionizaba sus ejecuciones y luego las grababa haciendo alarde de grandes medios técnicos. Las llevaba a cabo usando cuchillos y con gran efusión de sangre. No buscaban aterrorizar por el número de ejecutados sino por la forma en la que lo hacían pensada para atemorizar a una población occidental que tiene aversión a la visión de sangre y a formas pretecnológicas y manuales de ejecución.
Este uso de la psicología les dió muchos réditos en cuanto a difusión de su causa. Intuyo que los terroristas de Hamas han aprendido de estas técnicas y buscaron la difusión global de sus crímenes, pensado más bien cara el exterior que hacia el interior. Recordemos que hasta hace poco este tipo de crímenes eran negados por sus autores culpando a la propaganda del enemigo y buscando confundir en cuanto al número de bajas. Recordemos el caso de Srbenica en la guerra de los Balcanes. En cambio ahora lo que se busca es exhibir la barbarie, muy probablemente como arma de guerra psicologica.
La estrategia de Hamas
A todos los efectos, como han manifestado varios especialistas en asuntos militares, se trataba de una provocación para condicionar la respuesta de Israel. Israel se involucró en una guerra de destrucción de los terroristas de Hamás en Gaza. Supongo que con la intención de romper los incipientes tratados de paz que Israel había comenzado a establcer con algunos países árabes, objetivo que los de Hamás consiguieron de momento, aunque no del todo.
Como vimos los ejércitos modernos no están bien dimensionados para el combate con estos tipos de grupos. Cuando se destruye a los terroristas, que además se camuflan en medio de la población civil, y combate en ocasiones sin uniforme y mezclándose después entre ella, tienen casi forzosamente que dañar infraestructuras civiles. También por desgracia acaban con muchos inocentes. No es ya que tengan que aguantar el dominio dictatorial de Hamas. Además, tienen que morir o resultar heridos, además de arruinados, por su culpa.
La posición de fuerza de Israel
Martin van Creveld, a pesar de son ser ni mucho menos un halcón, quiere a su pueblo. Por lo que escribe entiendo que le gustaría ver ganar la guerra a su país. Pero quiere que la gane no que se desangre en el proceso y por eso es cauto a la hora de afrontarla, pues una victoria que debilitase a su país en el proceso no sería buena para el país a medio y largo plazo.
De ahí que advierta sobre los riesgos de confrontaciones de este tipo y reclame una modulación de la respuesta. Digo victoria porque es indudable que la va a ganar. Y no sólo por la superioridad militar del ejército hebreo sobre una fuerza guerrillera, sino porque precisamente este tipo de guerra en condiciones modernas requiere del suministro constante de armamento y munición. Este suministro no puede mantenerse en una Gaza bloqueada por completo. Por lo tanto durará lo que le duren las reservas de material a los milicianos palestinos. De tener acceso a material de guerra no cabe duda de la que el conflicto no sólo duraría mucho más sino que sería enormemente gravoso para la sociedad y la economía de Israel.
Diplomacia estadounidense
La guerra asimétrica no se trata tanto de victorias militares como de los costes en vidas y económicos que se le pueden infligir a la economía ya la moral de la población, y dado que la capacidad de sufrimiento de poblaciones occidentalizadas es mucho menor que la de sus rivales esta podría ser una de las principales causas de que las fuerzas regulares del estado israelí no pudiera conseguir sus objetivos últimos. De ahi que las milicias islamistas busquen abrir nuevos frentes al conflicto. Puede ser en el Líbano, en Siria, con la implicación abierta de Irán o otras ejércitos de la zona como los huthies del Yemen.
De momento parece que estas estragias no están teniendo éxito pues la diplomacia norteamericana parfece haber actuado para evitar la apertura de esos nuevos frentes y salvo que Israel cometa algún error grave de estrategia es muy improbable que se involucren de lleno en el conflicto más allá del uso de una retórica incendiaria.
El frente de la opinión pública
En el ámbito de la opinión pública tanto interna en Israel como mundial, tampoco parece que, salvo algunos países árabes y latinoamericanos que han roto relaciones, se de una internacionalización del conflicto que presione a Israel en su campaña. Recordemos que las nuevas guerras asimétricas hacen uso también de la debilidad relativa de unos de los contendientes para posicionar a la opinión pública a su favor. En este caso no se ha dado un viraje masivo, salvo repito algún error de Israel. La victoria militar de este aparece a día de hoy clara por los factores antes apuntados, pero sólo falta ver a que coste y comprobar en que medida las teorías de Van Creveld se cumplen o no.
El problema vendrá después y aunque es pronto para anticiparlo derivará con el destino futuro de la franja y de su población. Las intervenciones militares, con razón o sin ella , son intervenciones estatales y acostumbran a tener consecuencias inesperadas donde menos s elo espera. Esperemos que acabe pronto el conflicto y con la menor cantidad de sufrimiento posible.
Ver también
El día más negro de Israel. (David Goldman).
Israel, o la lucha contra la infamia. (Carlos Alberto Montaner).
3 Comentarios
Estimado Sr. bastos y paisano, dice :
1)»»»No sólo eso. El daño que un terrorista residente en el territorio del propio estado puede infligir es muy elevado en comparación con los costes que requieren sus atentados. Pensemos en los ataques en Francia hace unos años en los que poco más de una docena de terroristas, armados con armas ligeras de poco precio no sólo causaron más de un centenar de víctimas sino que paralizaron por unos días los transportes en todo el país»». Un analisis coste beneficio muy interesante y utilitarista; parece un optimo Paretiano; lo que ocurre es que a los terroristas esto les importa poco; al estado tambien; ante una amenaza como esa lo que cuenta es eliminar a los terroristas; y punto; es lo que deberia hacer Israel siempre teniendo en cuenta el contexto; para situaciones extremas, tienen el «Kidon» del Mossad
2)»»»Esto corrobora las teorías de Van Creveld según las cuales los estados modernos no están adecuados en forma y tamaño a los nuevos desafíos de seguridad.»»; claro, el mundo de nunca jamas no existe y dudo que lo haya despues del apocalipsis anarcocapitalista catolico donde el mesias resucitado instaurara el Flower Power milenarista; en cierto modo, los masacrados en el festival celebrado cerca de la frontera con Gaza, son un remedo de lo anterior.
3)»»Sin que pueda establecerse una ley general, el grupo atacante muy probablemente consiga más repercusión mediática y dañe más al estado atacando en Francia que en Islandia, usando iguales medios.»»; si no es una Ley general, tampoco cabe hablar de probabilidades, sino de eventos unicos con cierta verosimilitud de que ocurran.
4)»»»En el ámbito de la opinión pública tanto interna en Israel como mundial, tampoco parece que, salvo algunos países árabes y latinoamericanos que han roto relaciones, se de una internacionalización del conflicto que presione a Israel en su campaña»»; en lo de opinion publica, ¿incluye Vd. a los judios progresistas y a todas las iglesias cristianas mendazes de Jerusalem y del extranjero cuya cobardia y cinismo no tiene nada que envidiarle a los antijudios de la ONU?; ¿y que decir del Zascandil de Bergoglio y nuestra conferencia episcopal?
5″»Las intervenciones militares, con razón o sin ella , son intervenciones estatales y acostumbran a tener consecuencias inesperadas donde menos se lo espera. Esperemos que acabe pronto el conflicto y con la menor cantidad de sufrimiento posible.»»; ergo, el combate contra el crimen, el asesinato y el robo de la propiedad privada (la vida misma) para que se haga justicia cumpliendo los mandamiento del no mataras, ni robaras, ni cometeras actos impios y no utilizaras el nombre de «Dios» en vano , tambien puede tener consecuencias inesperadas; claro, porque no somos omniscientes ni omnipotentes a la vez, lo cual, ademas de contradictorio, es imposible incluso para «Dios».
De verdad y sin animo de ofender, lo que dice es de traca; ¡manda carallo na Habana!.
¡Viva la libertad Carallo!
Un cordial saludo
Por cierto, acabo de leer el articulo publicado aquí «»https://juandemariana.org/ijm-actualidad/analisis-diario/el-dia-mas-negro-de-israel/» de David P. Goldman que es una verdadera joya; a mi juicio, no tiene ni un pero.
Un cordial saludo.
Cuando se graba con una cámara se graba con b. Gravar con v es asunto tributario. Por cierto, creo recordar que Estados Unidos ha perdido varias guerras desde la Segunda Guerra Mundial ( que ganó gracias a los soviéticos), pese a su superioridad militar y de suministros: Bahia Cochinos, Corea, Vietnam, Afganistán, … Lo de Israel está por ver.