La ministra española de Cultura, Ángeles González-Sinde, ha dado otra de sus habituales muestras de generosidad con el dinero de los ciudadanos hacia el cine, sector profesional del que proviene y al que seguramente vuelva cuando salga del Gobierno. En plena crisis y cuando resulta urgente rebajar el gasto público, acaba de aprobar otros seis millones de euros en subvenciones hacia sus pasados y previsibles futuros compañeros. Y mientras el Ejecutivo sigue malgastando el dinero de los ciudadanos en favorecer a una industria supuestamente cultural (que, además, por lo general vive de espaldas a los gustos de los espectadores), desde sus filas suenan voces culpando a todos menos a ellos mismos de que no se vean apenas películas españolas.
Pero tal generosidad no es suficiente para muchos de quienes viven de ese cine español que no tiene la aceptación del público. El actor Alberto San Juan es una buena muestra de ello, así como de la incapacidad generalizada en dicho sector para reconocer que no hacen productos de calidad o que se ajusten a los gustos de los espectadores a los que dicen dirigirse. Ha sentenciado que la "mala imagen" de las películas españolas y quienes las hacen radica en el "ataque incomprensible" de los medios de comunicación.
Por supuesto, estos ataques provienen de los medios de "extrema derecha", que son "numerosísimos". No se ha vuelto loco con esto último, en su ceguera ideológica (es compañero del más conocido admirador español de Pol Pot, Willy Toledo), todo lo que no se sitúe a la zurda del ala más izquierdista del PSOE es fascista o similar. También se ataca al cine español, según este señor, desde medios "supuestamente progresistas". Dicho de otro modo, quien ose criticar la calidad del cine desde la izquierda tan sólo "supuestamente" se sitúa en esas posturas ideológicas. Sectarismo en estado puro.
¿Y cuáles son las soluciones de Alberto San Juan para el cine español? No pasan por imitar a Santiago Segura y hacer películas rentables gracias a responder a los gustos de muchas personas. En absoluto. Para este actor, hay que dar "más apoyo" desde el Estado y los medios de comunicación. Sobre lo primero, está claro a qué se refiere: más subvenciones para poder seguir haciendo productos que no interesan a nadie. Sobre lo segundo, da que pensar. Si se refiere a dinero, las televisiones ya están obligadas por ley a financiar cine español. Si no se trata de eso, tan sólo puede referirse a recortar la libertad de los medios para obligarles a hablar bien de las películas que ellos hacen. Estaría bien que aclarara a qué se refiere.
La abundancia de personas como este actor y las subvenciones como las concedidas por González-Sinde son el principal problema del cine español. Mientras las películas no necesiten del público para ser rentables, quienes se dedican a ellas podrán seguir negándose a ver la realidad y continuarán haciendo productos que no responden a lo que quiere el público. Esa es la verdad, y no unos supuestos ataques que no son más que críticas a la mala calidad generalizada y a la actitud prepotente de muchos actores, guionistas y directores.
Aún no hay comentarios, ¡añada su voz abajo!