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Coacción y moneda fiat

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En entornos liberales es habitual asociar la moneda fiat a la coacción estatal, y si bien yo me considero abiertamente libertario, creo importante hacer una breve reflexión sobre este asunto y matizar algunas cuestiones.

Aunque la moneda fiat podría entenderse según algunos autores como un token sin ninguna utilidad fuera de lo monetario y producido en cantidad más o menos limitada (irónicamente para los bitcoiners lo más cercano a esta definición sería Bitcoin), en este artículo me voy a enfocar en el funcionamiento de las monedas fiat actuales.  Es decir, aquella moneda que no es redimible por nada, y que los emisores se comprometen a emitir siempre contra un activo del mismo nominal. Por ejemplo $1.800 contra una onza de oro, o 300.000€ contra la hipoteca de una casa, y donde el emisor custodia el activo en su balance (no se lo gasta) adquiriendo el compromiso explícito o implícito de utilizar esos activos que custodia para acabar por recomprar esa moneda emitida.  Es decir, moneda irredimible, si, pero siempre respaldada. Una deuda monetizada.

Lo que quiero defender en este artículo es que técnicamente la moneda fiat no tiene por qué necesitar la coacción para funcionar si todos los activos que la respaldan son privados. Lo que necesita si o si la moneda fiat es seguridad jurídica, que es muy distinto. En este contexto teórico que planteo, las cuentas corrientes y depósitos de todos los bancos estarían respaldados por un conjunto de activos financieros como hipotecas, préstamos a empresas, papel comercial, etc. y, porqué no, también por algunos activos reales como podría ser oro u otras mercancías. Todo privado.

No creo que fuera imprescindible la existencia de un Banco Central para que esta moneda funcionara bien. Pero por no entrar en ese debate doy por hecho que el Banco Central sería necesario para amortiguar shocks de crédito inusitados. Eso sí, el Banco Central sería de titularidad privada, como en parte lo es hoy el Banco Central Suizo, y al igual que los bancos comerciales también se limitaría a emitir moneda contra activos privados sujetos a contratos voluntarios, Leyes y tribunales privados.

Reconozco que me queda la duda de si habría suficientes activos seguros y líquidos como para emitir la cantidad de moneda necesaria para mantener su estabilidad. No seré yo quien niegue que los bonos de un Estado servirían en cantidad y calidad, pues pueden llegar a ser muy seguros si el Estado es mínimamente diligente al cuadrar sus ingresos y gastos, pues sus ingresos están asegurados gracias a los impuestos, y aquí por supuesto sí que nos topamos con la coacción.  Ya se sabe que lo segundo más seguro después de la muerte, es hacienda.

Pero dicho lo anterior, vuelvo a insistir en que la coacción no es condición necesaria, ni muchísimo menos suficiente, para que una moneda fiat sea estable y por tanto ampliamente demandada por el mercado.  Yo sostengo que es muchísimo más importante la diligencia del emisor y su disciplina de mercado, que en cierta manera es, de hecho, lo contrario a la coacción, y tenemos abundantísima evidencia ante nuestros ojos. 

La primera evidencia es toda la masa monetaria emitida por los bancos comerciales contra activos cien por cien privados. Y en especial los dólares o euros emitidos por los bancos offshore que están totalmente fuera de la jurisdicción de la Reserva Federal o del Banco Central Europeo y que, por norma general, no suelen cotizar con descuento ni son menos estables que los dólares o euros emitidos dentro del sistema oficial.

Y la otra evidencia más contundente aún es la estabilidad y la amplia demanda de las monedas emitidas en países con buena seguridad jurídica, comparada con la estabilidad y demanda de las monedas emitidas por Estados donde la coacción campa a sus anchas. ¿Qué moneda fiat es de mayor calidad, la emitida por Suiza, Estados Unidos o Alemania, o la emitida por Venezuela, Cuba o Corea del Norte?

Traslademos este análisis a un mafioso violento vs. un comerciante honesto. Si un mafioso abusón y coactivo al que nadie le puede parar los pies emite más deuda de la que es capaz de pagar por muy violento que sea recaudando o si un comerciante pacífico se endeuda imprudentemente, la consecuencia acaba siendo exactamente la misma: El valor de sus deudas en el mercado se desploma.  El mafioso podría recurrir a la coacción para  intentar intervenir todos los precios, pero ya sabemos que a gran escala esto no funciona y el mercado más pronto que tarde castiga la moneda con la inflación correspondiente.

Sin embargo, si tanto el mafioso como el comerciante son diligentes, el valor de sus deudas será mayor y más estable. Que el mafioso tenga además la herramienta de la coacción no veo que sea necesariamente una ventaja, como demuestra el hecho de que la deuda de las empresas más solventes devengue sistemáticamente intereses menores que los de la deuda de la gran mayoría de los países del mundo, incluidos buena parte de los Estados occidentales democráticos.

A mi me parece totalmente evidente que la calidad de una moneda fiat, entendida como crédito, está directa y estrictamente correlacionada con la diligencia y disciplina del emisor, e inversamente correlacionada con la coacción. Incluso me atrevo a afirmarlo si la moneda fiat fuera un mero token sin ningún respaldo emitido en régimen de monopolio. ¿Cuál sería más estable, el token del emisor suizo o el del emisor venezolano?

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