Claves para elegir una buena inversión bursátil.
Posee una clara ventaja competitiva. La empresa es considerada como única por los consumidores, lo cual la protege de los competidores actuales y futuros. Las empresas con una marca fuerte entran dentro de esta categoría. ¿Si hoy hiciéramos una fantástica bebida de cola nueva y contratásemos a los mejores managers del mundo, podríamos competir con Coca-Cola? Claramente no, por la fortaleza de marca de Coca-Cola (basada en valores).
Beneficios sólidos y predecibles. La empresa tiene beneficios año tras año y estos muestran una tendencia “previsible”. Este factor es importante porque unos beneficios erráticos no nos permitirían estimar el valor intrínseco de la compañía de forma medianamente fiable. Y sin este cálculo no podríamos operar al no poder determinar a qué precio debemos entrar en el valor.
Beneficios crecientes. Si la empresa presenta cada vez más beneficios significa que tiene una clara ventaja competitiva que el mercado reconoce continuamente, y esto hará que el valor intrínseco de la compañía aumente con el tiempo, es decir, que será expansivo. Esto, como explicamos en el artículo anterior, hará que podamos mantener indefinidamente el valor (hasta que las condiciones de la empresa cambien significativamente, es decir, que el modelo de negocio se deteriore).
Deuda reducida. Sencillamente las empresas sin deuda es difícil que quiebren. Empresas como Coca-Cola o Gillette tiene muy poca deuda (comparada con los beneficios). La deuda debe ser adquirida y administrada coherentemente. Si se adquiere deuda es para ampliar operaciones o adquirir otras empresas excelentes.
Retiene los beneficios. La empresa no reparte dividendos o tiene un pay-out muy bajo. Los dividendos son beneficios que salen de la empresa y que, por tanto, no pueden ser utilizados para hacer crecer el negocio (ni el valor intrínseco). Además el accionista pierde automáticamente una parte de su capital en forma de impuestos, que pueden estar en torno a un 25% dependiendo del país.
Reinvierte los beneficios. Los beneficios retenidos se destinan a nuevos proyectos de inversión, ya sea adquisición de empresas o creación de nuevos productos o divisiones. De esta forma el valor intrínseco de la empresa puede aumentar (siempre que los proyectos tengan éxito).
Elevado ROA. Nos da una señal del retorno de los proyectos de inversión y de cómo utiliza la empresa los recursos que posee. Un ROA alto indica que los beneficios que se retienen se consiguen reinvertir exitosamente en nuevos activos que proporcionan una buena rentabilidad.
Equipo directivo responsable. Posee un equipo directivo centrado en aumentar el valor intrínseco de la empresa. Unos directivos que mantengan y hagan crecer la ventaja competitiva, que ayuden a aumentar los beneficios, que sean responsables financieramente, que retengan los beneficios y que los sepan realocar en proyectos rentables para la empresa.
CAPEX y OPEX bajos. La empresa destina pocos beneficios a la adquisición y mantenimiento de activos productivos tales como equipos, maquinaria e instalaciones. Todos los beneficios que se destinan a este fin no pueden ser destinados a nuevas inversiones y proyectos, por lo que no aumentarán el valor intrínseco de la empresa.
P.S: Recomiendo a los interesados en temas de inversión que se planteen cursar el Máster en Value Investing y Teoría del Ciclo, ya que cuenta con profesores expertos en la materia y colaboran miembros del Instituto Juan de Mariana.
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