El coche eléctrico es, sin duda, uno de los mantras más repetidos por la izquierda. El cambio climático, junto con el feminismo, la lucha racial, y otros tantos, han sustituido la lucha de clases del marxismo del siglo pasado. La izquierda ha aplicado las tesis de Gramsci a la perfección, controla la hegemonía cultural y controlarás todo. Pero ¿por qué ha sido el coche el objetivo? El automóvil es uno de los logros del capitalismo, frente a la individualidad, la propiedad privada, la autonomía y el sucio petróleo aparece una solución mesiánica, un coche silencioso, ecológico, tecnológico…
La narrativa es perfecta, tan perfecta que en 2035 la Unión Europea prohibirá la venta de coches diésel en Europa, algo que carece de todo sentido por infinidad de razones que a continuación desarrollaremos. Para empezar por mucho que Europa redujera el 100% de sus emisiones de CO2, únicamente representaría un 8% de las emisiones mundiales, China, Estados Unidos e India representan el 50% de las emisiones mundiales, así que sí, irás en bici a trabajar con 35º en verano mientras un americano coge su coche que consume 16 L/100 km, pero recuerda, tú, europeo, utiliza las pajitas de papel y mantén el aire acondicionado a 25º, no seas egoísta.
Los coches eléctricos son caros
Vamos a hablar primero del precio del coche eléctrico, actualmente el precio medio de un Tesla está en alrededor de 40.000 euros (con subvenciones) llegando hasta los 130.000 en algunos modelos. Muy pocas personas en España se pueden permitir un coche de ese precio, si bien es cierto que con el tiempo el precio del coche eléctrico irá bajando, como con cualquier otro bien, por mejora del proceso de producción, eficiencia…Aun con todo, para 2035 es bastante dudoso que los coches eléctricos alcancen los precios de los coches diésel actuales, estas limitaciones de la Unión Europea nos abocan a que la mayoría de la población no pueda tener un vehículo, sólo los ricos podrán tener coches, no sólo eso, sino que van a ser los pobres quienes financien, a través de las subvenciones, los coches de los ricos, el mundo al revés.
La contaminación
La gran excusa para implantar el coche eléctrico es la contaminación, pero ¿cuánto contamina el coche eléctrico? Hace dos años, la marca Volvo, realizó un estudio sobre cuanto contaminaba la producción de un coche eléctrico. Según los datos, producir un coche eléctrico contaminaba un 70% más que un coche gasolina, pero en su vida útil podía llegar a compensarlo. Pero cuidado, hay que centrarse en un aspecto importante: el coche eléctrico, como es evidente, tiene que ser cargado, y dependiendo de donde provenga la electricidad contaminará más o menos.
En la última barra vemos como cuánto contaminaría si la producción total de energía fuera mediante energía eólica. En tal caso, se reducirían las emisiones casi a la mitad, pero esto es tremendamente irreal, ¿sólo se recargarían coches cuando hiciera viento?, tenemos que fijarnos en la producción energética con el mix actual de energía, la segunda barra, reduciríamos menos de un 10% de las emisiones. ¿Vamos a cambiar todo el parque móvil para emitir un 10% menos de emisiones? ¿Alguien ha hecho estudios sobre cómo mejoraría el planeta?
La producción de coches
Alguno se preguntará por qué es tan contaminante producir un coche eléctrico. Este es otro tema donde los países europeos son tremendamente hipócritas, un coche eléctrico necesita 17 veces más minerales que el coche convencional, 4 veces más de cobre. Pero es que el coche eléctrico necesita: cobre, níquel, tierras raras, litio, manganeso, grafito y cobalto. Todos estos minerales no se extraen de los árboles, se extraen de las minas, minas que está prohibido abrir en suelo español, nuestro país quiere el coche eléctrico pero los minerales que los extraiga otro.
Todas estas minas son tremendamente perjudiciales para el medio ambiente, se necesitaría multiplicar por 7 la extracción de litio para cumplir los planes de Europa en cuanto a número de coches. Mientras Europa se jacta de que utiliza coches verdes y cero emisiones (mentira) los países del tercer mundo extraen esos contaminantes minerales para producir esos coches.
Autonomía
Vayamos ahora con la autonomía, con 60/70 litros de gasolina, tenemos entre 800/900 kilómetros de autonomía. La mejor autonomía en un coche eléctrico la tiene Tesla con unos 400 kilómetros, según la marca, porque en realidad esa cifra se reduce. Son 400 kilómetros con un ocupante, sin maletas, carretera llana y bien asfaltada, sin calor ni frío extremo, sin aire acondicionado o calefacción, y con el coche nuevo, porque con los años las baterías van perdiendo eficiencia y autonomía, como un móvil.
Es posible que algún dueño de un Tesla de 100.000 euros se tenga que poner el abrigo dentro del coche para poder llegar a su destino sin poner la calefacción. Pero esto no es todo, la rapidez de carga tiene sus límites, la carga rápida de algunos coches eléctricos es de una hora, así que prepárense para tener que hacer viajes mucho más largos. ¿Electrolineras? Hay muy pocas, y dudo mucho que en 2035 haya tantas como gasolineras ahora en España.
Eliminación del diésel
La operación verano consistirá en colas interminables de coches para poder recargar sus baterías, muchos tendrán que hacer noche en algún hotel cercano para recargar el coche. ¿Cargar el coche en la ciudad? otro problema, la mayoría de las casas tendrán que duplicar la potencia contratada para poder cargar su coche, eso los privilegiados que tengan garaje, en España hay 24 millones de vehículos, 12 de ellos duermen en la calle ¿vamos a poner un cargador cada 2 metros en todas las calles de España? ¿cuánto se deteriorarán las baterías de los coches durmiendo todos los días en la calle? Preguntas sin respuesta todavía.
Estos son algunos de los problemas que plantea el coche eléctrico, hay más. Hay dos posibilidades, que la Unión Europea no se haya planteado estas preguntas, de lo contrario no prohibiría la venta de coches diésel para 2035, la otra opción es que sí se lo haya planteado y quiera precisamente eso, que no tengamos coche, independencia y autonomía.
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