Skip to content

El Estado y el 11-M

Compartir

Compartir en facebook
Compartir en linkedin
Compartir en twitter
Compartir en pinterest
Compartir en email

No lo olvidemos, nadie en la historia ha provocado más muertes violentas que los aparatos estatales. Particularmente contra su propia población.

Digámoslo desde el principio: es mucho lo que desconocemos, pero lo único que fehacientemente sabemos que ocurrió en Madrid tal día como hoy de hace 12 años es que diversas ramificaciones del Estado desarrollaron un papel crucial en los terribles atentados del 11-M, que acabaron con la vida de 193 personas e hirieron a más de 1.500.

No fue una banda terrorista, sino funcionarios del Estado, la que ordenó desaparecer la inmensa mayoría de pruebas del delito: los trenes fueron achatarrados cuando no habían transcurrido ni 72 horas del atentado y la ropa y objetos personales de las víctimas nunca llegaron al sumario. De las muchas toneladas de muestras sobre las que deberían haber pivotado la instrucción y el juicio, apenas se conservó una bolsita de restos porque funcionarios del Estado nos hurtaron los escenarios del crimen.

No fue una banda terrorista, sino funcionarios del Estado, la que creó las pruebas falsas: la furgoneta Kangoo (vacía en Alcalá y repleta en la comisaría de Canillas), el Skoda Fabia (prueba descartada incluso por el propio tribunal ante las abrumadoras evidencias de que fue colocada), el episodio de Leganés (extraños terroristas que esperan a  que se desaloje el inmueble para suicidarse, con lo que en el 11-M no hay ninguna inmolación en los 193 asesinatos y posteriormente hay inmolaciones sin intención de asesinar a nadie; además, no aparece un solo resto de sangre en el piso y se vulnera flagrantemente la ley al no realizar la autopsia a ninguno de esos supuestos suicidas) y la famosa mochila de Vallecas, la piedra angular de la versión oficial, la que nos lleva al locutorio de Lavapiés, a la Goma 2 ECO sin metenamina (el explosivo de la Kangoo sí contenía esta sustancia) y que apareció directamente en dependencias policiales 18 horas después de la masacre. Se trata de un simulacro de mochila bomba, con los cables sueltos, preparada para no estallar y cuya metralla no se encontró en ninguno de los 12 focos de explosión de los trenes ni en las autopsias que se realizaron a las víctimas.

No fue una banda terrorista, sino un tribunal formado por funcionarios del Estado, la que condenó injustamente a miles de años de cárcel como único autor material de los atentados a Jamal Zougam. La única prueba de cargo fue el testimonio contradictorio que ofrecieron meses después de los atentados unas testigos rumanas tras recibir la promesa, por parte de funcionarios del Estado, de obtener una indemnización y la nacionalidad española.

Y no fue, al cabo, una banda terrorista, sino la totalidad de la élite política, la que decidió dar carpetazo al 11-M. Ya se trate de naranjitos, rojitos, azulitos o mediopensionistas, el manto de silencio arrojado sobre el 11-M es estremecedoramente ensordecedor.

Así, podemos asegurar, sin temor a caer en irresponsable hipérbole ni en intolerable provocación, que el 11-M, como mínimo en lo que se refiere a la ocultación de la verdad y a la propagación de la mentira, fue el Estado. La lógica más siniestra de la bestia estatal se reveló con toda su crudeza aquellos tristes días de marzo de 2004. Y es que, no lo olvidemos, nadie en la historia ha provocado más muertes violentas que los aparatos estatales. Particularmente contra su propia población.

31 Comentarios

  1. Corto y al punto. Certero y
    Corto y al punto. Certero y sin rodeos. Me lo llevo a mi Twitter (y desde allí automáticamente a mi Facebook). Muchas gracias por el texto. Un saludo.

    • Muchas gracias, José.
      Muchas gracias, José.

  2. Manual de todo complot
    Manual de todo complot:
    Asesinar para lograr un objetivo político.
    Manipular las pruebas para crear un chivo expiatorio y una verdad oficial.
    Asesinar/suicidar al chivo.

    Al caso del 11M le calza el modus operandi como un guante.

    Lo impresionante para mí de lo ocurrido hace 12 años, es cómo quienes destruyeron las pruebas que debían aclarar la autoría, y fabricaron y colocaron pruebas falsas para dejar impune lo ocurrido, duermen cada noche gracias al dinero recibido o a la sensación de deber cumplido.

  3. Lamento discrepar por una vez
    Lamento discrepar por una vez de lo expuesto en un artículo del IJM, pero me da la sensación de que en España el ser liberal y/o de derechas conlleva forzosamente, salvo excepciones, el comulgar con las hipótesis (que no teorías) conspirativas del 11-M. Parece una más, el 11-M, de esas cuestiones que dividen de forma sectaria y maniquea a los españoles, «soy liberal y/o conservador, luego creo que el 11-M fue una operación de las cloacas»; «soy de izquierdas, luego creo que el atentado fue culpa de Aznar por la guerra de Irak».

    Me exaspera este tema todos los años. Y no porque no crea que haya que recordar a las víctimas, no ya todos los años, sino todos los días, 4385 ya desde aquella fecha infame, sino porque me envenena el leer y oír cosas como que no había metralla en los cuerpos de las víctimas, cuando en la Sentencia de la Audiencia Nacional del 31 de octubre de 2007, buena parte de cuyos 722 folios me he leído, aparece detallado víctima por víctima el informe médico, clasificadas las 1891 víctimas heridas en, creo recordar, seis grupos distintos según la gravedad de los daños. Y, efectivamente, muchas de ellas aparecían con metralla. Y muchas personas seguirán hoy, doce años después, viviendo con fragmentos de metralla incrustados aún en su cuerpo. No creo que les haga gracia leer el mantra de la «no-metralla».

    Pero aunque de verdad hubiese sido la famosa mochila de Vallecas la única con metralla, me hago el siguiente razonamiento:
    Vamos a ver, si creéis a las Fuerzas de Seguridad del Estado, el CNI o lo que diablos fuese capaces de tamaño error a la hora de «colocar» una mochila con metralla en la comisaría de Vallecas cuando (supuestamente) en los trenes estallaron sin ella, ¿os parece imposible que un grupo terrorista cometiese la misma «negligencia» (por llamarlo de algún modo)? ¿Por qué las FCSE o el CNI sí y un grupo yihadista no? ¿Qué ley de la Física impide que los terroristas puedan colocar unas bombas con metralla y otras sin ella, o unas con más kilos de explosivo que otras? ¿Por qué deberían ser todas exactamente iguales? ¿Han de venir con número de lote y todo?
    Disculpad si incurro en sarcasmo. No es mi intención faltar, sino que muestro mi asombro ante cosas en principio tan obvias.

    Sobre los trenes: NO ES VERDAD QUE SE DESTRUYESEN EN 24 Ó 48 HORAS. Id a la hemeroteca del ABC, día 18 de marzo de 2004, y encontraréis esto:

    http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/2004/03/18/022.html

    Los vagones estuvieron ahí siendo objeto de pericias hasta finales de marzo. Y no todos se destruyeron. De hecho, algunos no demasiado dañados volvieron a ser puestos en circulación, puesto que, una vez realizadas las pericias, fueron devueltos a Renfe, su legítimo propietario.

    http://josedoniscatala.blogspot.com.es/2010/03/los-trenes-del-11-m.html

    Yo también creí en la «teoría» de la conspiración en su día (también me tragué la del 11-S años ha). Pero tuve la valentía de contrastar, por un lado, las hipótesis de Luis del Pino (a quien escucho todos los fines de semana, pues soy lo suficientemente poco sectario como para saber valorar su magnífico programa, dejando al margen su punto de vista sobre el 11-M) o Pedro J.; y por otro, páginas como desiertoslejanos.com o la propia Sentencia. Y, sinceramente, las hipótesis vertidas en LD o el diario El Mundo no se sostienen. Y repito, os lo dice un servidor que creyó a pies juntillas esa interminable búsqueda de aquella quimera. Hasta que me caí del caballo. Como me caí también hace años del caballo de la izquierda a la que en su día pertenecí.
    No creo que vaya uno a dejar de ser liberal por abjurar de las hipótesis conspirativas sobre el 11-M.

    Sinceramente, aconsejo leer los blogs citados anteriormente, o muchos otros en los que está explicado hasta la saciedad el tema del Skoda Fabia, la Renault Kangoo, el piso de Leganés… y los más importante: las sucesivas reivindicaciones que Al Qaeda o sus filiales en España/Marruecos (Grupo Islámico Combatiente Marroquí, el verdadero autor de la masacre).
    Aun a riesgo de incurrir en un «ad populum», casi nadie duda de la autoría yihadista de aquel atentado: el Departamento de Estado de los EE. UU. durante la Admón. Bush, el gobierno de Putin, la Fiscalía belga, la marroquí, la… y así «ad nauseam».

    Atentamente,
    Un liberal que cree firmemente en la autoría yihadista del 11-M.

    • Hola Óscar
      Hola Óscar
      Para mí la línea divisoria no está entre liberales-conspiración y el resto-yihadistas, sino entre víctimas-sin respuestas y el resto-versión oficial.
      Frente a tu firme creencia sobre la autoría, hay víctimas a quienes no les consta, pues las fuerzas de seguridad y la justicia españolas no han sido capaces de establecer la autoría.
      En esa incapacidad reside la discusión: han sido los yihadistas pero nuestra ineptitud-chapucería nos ha impedido acreditarlo versus se ha interferido en el esclarecimiento de los hechos.

      Un saludo.

    • No no no, Pizarro, no es
      No no no, Pizarro, no es creencia. Las creencias atañen a lo religioso o a otros ámbitos que están aún por demostrar. Es decir, yo puedo creer o no creer en Dios, creer o no en la vida extraterrestre, creer o descreer en que Podemos vaya a gobernar o creer o no en que le gusto a mi vecina del quinto.
      Yo no creo en la Ley de Gravitación Universal: la Ley de Gravitación Universal ES, con independencia de lo que a mí me parezca. Y lo que el 11-M nos dice es que, para que la hipótesis del golpe de las cloacas fuese cierta, tendrían que estar involucrados cientos y cientos de personas. Y quizá hasta habría que pensar en cuatro dígitos, porque el tema se extiende a terceros países: Italia, donde se procesó a El Egipcio; Bélgica, donde en 2005 se detuvo al ¿hermano? (creo que era el hermano, hace mucho que no leo nada sobre el tema) de la alimaña que aparecía reivindicando el atentado en el vídeo del que fue alertada Telemadrid el 13-M, sito en una papelera junto a la mezquita de la M-30; Marruecos, país que colaboró con la justicia española y donde se encarceló a varios yihadistas relacionados con la masacre; Serbia, donde se detuvo a El Gamo (¿Abdelmajid Bouchar?); Siria, donde se detuvo a otro elemento relacionado con el 11-M; yihadistas huidos de la comisión de la masacre que se suicidaron posteriormente en atentados en Irak… Amén de las numerosas reivindicaciones hechas por Al Qaeda (aunque la comisión del delito fuese su «franquicia» ya citada como GICM), como la difusión de panfletos reivindicativos del 11-M por toda la península Arábiga. A no ser, claro, que nuestras cloacas sociatas también partan el bacalao en todo Oriente Próximo o en Pakistán.

      Me hace gracia (por decir algo) que se dude de la autoría islamista debido a que no hubiese suicidas. Que yo sepa, tampoco los hubo en el atentado de El Descanso (1985) o en el primer atentado a las Torres Gemelas (1993). Este año 2015 vimos en París, tanto en enero como en junio como en noviembre, la comisión de atentados en los que los terroristas, en lugar de inmolarse, huyeron. Todo esto no entra en contradicción con que la izquierda política y mediática tuviese un comportamiento nefasto entre el 11 y el 13-M (los suicidas con tres capas de calzoncillos de la SER, el cerco a las sedes del PP, el «Aznar asesino», etc.).

      Leo y oigo a personas como Ignacio López Bru afirmar que el 11-M se realizó para motivar un «tiempo nuevo» que confederalizase España o algo parecido. El caso es que con Aznar hubiera sido imposible, pero el vuelco electoral que puso a ZP en la Moncloa sí sirvió para poner en marcha el proceso (negociación con ETA, blanqueo de su brazo político, «Estatut» de Cataluña, etc. Y yo me pregunto, ¿para todo esto era necesario volar cuatro trenes, matar a 193 personas, explosionar un edificio en Leganés semanas después repleto de cadáveres congelados (¡!), matar a un geo (pudieron morir muchos más)…?
      ¿En serio? Porque… ¿quién iba a ganar las elecciones?
      Seguramente el PP.
      ¿Y quién encabezaba la lista del PP?
      Mariano Rajoy Brey.
      ¿De verdad, conociendo al personaje tras estos cuatro años nefastos, dudáis de que él solito, sin necesidad de vuelco electoral ni ZP ni gaitas, hubiese puesto en marcha una política idéntica de claudicación ante el nacionalismo, tanto el vasco como el catalán?
      Bueno, alguno dirá que estoy haciendo una ucronía…

    • Pizarro:
      Pizarro:
      Mea culpa.
      Esfectivamente, terminé mi primera intervención con un «… liberal que CREE FIRMEMENTE en la autoría…».
      No puedo achacarte a ti, por tanto, la insinuación hacia mi creencia o no creencia en los hechos.
      Mis disculpas en ese punto.

  4. Lo primero, agradecer el
    Lo primero, agradecer el artículo. Los asesinatos del 11-M y posteriores maniobras de ocultamiento y desinformación por parte de los poderes públicos condenan a este régimen infecto y plasman la poca vergüenza de la ovejuna sociedad española. No merecemos vivir en paz.

    No creo en la honestidad – y menos en la elegancia- de nadie que defienda la versión oficial. Allá ellos y su miserable conciencia bien pagada; hace mucho que he dejado de tomármelos en serio, porque para todo hay un límite y las evidencias resultan abrumadoras: el 11-M es caso cerrado y el Estado, qué sorpresa, culpable atronador. Si algún forastero recién llegado o quien se hubiera caído ayer de un guindo quiere informarse, le sobran fuentes; que compare argumentos de unos y otros y saque su propia conclusión. Habrá quien después de todo haya decidido que es razonable poner a la zorra a cuidar de las gallinas o que siga queriendo a papi aunque huela a sus muertos, pero también los hay más escépticos y sanos. Con estos nada pueden los maquiavélicos de turno. Han conseguido que se corra un aparente tupido velo sobre la vergüenza nefanda que nos corroe, pero no pueden impedir que el hedor trascienda al inconsciente colectivo, a los efectos que proceda, aflorando cual tic molesto; como asoma el señor equis del GAL, ese prócer que debería jubilarse en la cárcel, pero se pasea orondo recordándonos en qué país tan justo y democrático vivimos.

    Tranquilos, Pablito Iglesias no tocará poder, pero no porque nos lleve al desastre sino porque no le dejarán lidiar con el CNI y otras pestilencias; a un locatis no hay manera de comprarle.

    • Vaya, Berdonio, me acabas de
      Vaya, Berdonio, me acabas de recordar a Juan Carlos Monedero.
      El líder podemita tiene publicado un libro que se llama «Curso urgente de política para gente decente». Para él, la gente «decente» es la gente de izquierdas. Por contra, todo aquel que ponga en duda los postulados de la izquierda es un indecente, según el profesor de la Complu.
      ¿Actúas, por lo que veo, igual que Monedero, amigo Berdonio? ¿Somos deshonestos, inmorales, miserables, todos los que no comulgamos con las tesis expuestas por El Mundo o Libertad Digital en lo referente a los atentados? ¿Con qué superioridad moral te atreves a calificarnos así a los «oficialistas», como imagino que nos llamaréis? ¿Con la misma superioridad moral que esgrime la izquierda? ¿Acaso me conoces de algo como para prejuzgarme de esa manera?
      ¿Esta es la idea que tienes del liberalismo? Porque yo solo veo maniqueísmo: «O conmigo o contra mí». «Nosotros y ellos». «Nosotros, los conocedores de la verdad revelada, y ellos, empeñados en tapar la verdad».
      Esta actitud es puro maniqueísmo y sectarismo, actitud muy propia de quienes defienden una teoría conspirativa.

      Me entristece, con la gente tan válida que hay en Libertad Digital y en el Instituto Juan de Mariana, y con lo que he aprendido en ambos sitios web sobre economía, que el tema del 11-M se haya convertido en dogma de fe. Y no me creo que el cien por cien de todos los integrantes de LD o del IJM crea a pies juntillas esos dogmas. Pero claro, a ver quién se atreve a que le cuelguen el sambenito…

    • Gracias, Berdonio. Era lo
      Gracias, Berdonio. Era lo menos que podía hacer.

    • Amigo Oscar, la dialéctica
      Amigo Oscar, la dialéctica implica atenerse a la lógica y al método, evitando futilidades, sofismas, manipulaciones, trampantojos, argucias y demás falacias contrarias a la sana crítica o código de buenas prácticas argumentativas. Cuando consideramos que esto no se respeta en un debate, sólo hay dos alternativas no necesariamente excluyentes: o no existe buena fe por parte de nuestro interlocutor o discutimos con un necio o un ignorante. Como tú no me pareces lo último, vengo obligado a pensar lo otro. No se trata de que, como dices que hace Monedero, descalifique gratuitamente por sistema a todo aquel que no comulgue con mis ideas, sino de que en mi opinión, basada en la extensa y concienzuda crítica de la versión oficial, los “oficialistas”insultais la inteligencia con argumentos pueriles e insólitos. Por consiguiente, tu comparación con el señor Monedero y sus juicios arbitrarios resulta falaz.

      De entrada me espetas una falacia de manual, o sea, me acusas de sectarismo y meros ataques ad hominem, soslayando los sólidos argumentos y las pruebas contra la versión oficial en que me baso para concluir que una persona medianamente inteligente e informada debe aceptarlos salvo que le muevan intereses espurios, y pretendes pasar por honesto y bienintencionado; entonces ¿qué tengo que pensar, que no discurres bien?

      Una rigurosa crítica como se ha cimentado contra la versión oficial de los atentados del 11-M no se rebate tildándola de dogma de fe u otras florituras, es necesario demostrar lo que se dice. Y ni de lejos lo habéis logrado. A estas alturas ya se ha dicho y escrito suficiente sobre el tema, insistir parece perder el tiempo. Admiro el ejemplar civismo de quienes perseveran bajando al detalle en mostrar la luz a quien no quiere ver, pero el debate hace mucho que se cerró, como cerrado está el de la astrología, el geocentrismo, el creacionismo y tantos otros. Quien aún no haya alcanzado algún tipo de veredicto, quien siga sin pronunciarse, malo, ya no hay remedio. Sólo puede ser un deficiente-ignorante-desentendido o un impostor malintencionado empeñado en que nunca se aclare nada. Muchos tenemos el convencimiento sincero de que la versión oficial es insostenible. Supongo que tú aseguras tu sincero convencimiento racional de que es cierta.

      Ahora bien, desde Popper sabemos que todo conocimiento teórico es provisional y falsable. Afirmar y negar no están en plano de igualdad: para desacreditar una proposición asentada basta oponerle una inconsistencia, pero ninguna corroboración es suficiente para afirmarla con seguridad. Por tanto, es preciso ser mucho más exigente en un caso que en otro, la carga de la prueba siempre corresponde al que afirma. Los argumentos oficialistas deberían ser firmes, evidentes y prácticamente indiscutibles y tajantes, no reaccionarios, menesterosos, ocurrentes, socorridos y escurridizos como de hecho son. Bastaría con que la crítica de la versión oficial fuera meramente plausible para poner en alerta a un verdadero Estado de Derecho. Pero tú y los apoltronados habéis decidido que no os cabe la menor duda.

      Aunque el Estado sólo fuera culpable de zanjar a la ligera un asunto tan grave, ya no podría ser más culpable. No me escandalizaría tanto si la masacre se hubiera perpetrado desde aparatos del Estado, pero también desde el Estado se hubiera investigado y castigado, como que el atentado fuera por completo ajeno al Estado, pero despachado por éste como lo hizo.

    • Berdonio:
      Berdonio:

      De veras que no salgo de mi asombro. Un día, como casi todos, entro en la página del IJM, veo este artículo sobre el 11-M, lo abro y, al leer los comentarios, llego al tuyo y leo:

      «No creo en la honestidad – y menos en la elegancia- de nadie que defienda la versión oficial. Allá ellos y su miserable conciencia bien pagada…».

      Amigo, ¿cómo quieres que me lo tome? Porque a mí no se me ocurriría, por ejemplo, llamar deshonestos o miserables a quienes opinan, por ejemplo, que la vía keynesiana es la más adecuada para el progreso económico. Puedo opinar que están errados, y tratar de convencerles, pero ¿hacer juicio de intenciones, descalificarles, insinuar que carecen de moral o empatía? Por favor, Berdonio, por favor, pero cómo puedes encima ahora tratar de justificarte e invertir la acusación, como si hubiese sido yo quien ha comenzado a poner en tela de juicio la moral u honestidad de quienes sostienen puntos de vista contrarios a los míos sobre el 11-M.

      «… conciencia bien pagada…».

      ¿Quién paga mi conciencia, mi «silencio», o lo que quiera que sea que se me achaque? ¿Me paga acaso el CNI por entrar aquí a romper la armonía y la unánime opinión sobre el 11-M? ¿O es el grupo Prisa quien me paga? ¿Las cloacas del PSOE quizá? Hombre, por mi edad, apenas 37, me pilló muy joven eso de las cloacas felipistas.

      Planteas en mi persona la disyuntiva entre que sea un necio y un ignorante, por un lado, o que incurra en mala fe. Te agradezco no poner en entredicho mi bagaje intelectual, aunque tampoco es que presuma de él, pero entonces nos queda la otra alternativa: mala fe. Así que obro de mala fe… No puede ser que tenga otro punto de vista motivado por otras lecturas, por un conocimiento distinto de datos. No: lo mío es mala fe. Muy en la línea de las teorías conspirativas. Pero no me sorprendo, Berdonio: no es la primera vez. De hecho, ya he recibido insultos y burlas por rebatir las teorías del «11-S: inside job» o la llegada de Armstrong a la Luna: he sido objeto de acusaciones disparatadas como la de trabajar para la CIA (¡para estallar de la risa!), la NSA o trabajar en la misma NASA (delirante). No te digo ya, Berdonio, las cosas que he tenido que leer y oír de negacionistas del Holocausto o de leninistas antirrevisionistas.

      Dices que los oficialistas insultamos a la inteligencia con argumentos pueriles e insólitos. ¿Lo de los cadáveres congelados en Leganés dónde entraría entonces, con los chistes de Gila? Basta buscar en Youtube las intervenciones del letrado Abascal durante el juicio para cuestionarse si el insulto a la inteligencia no procede realmente de otras fuentes distintas a las oficialistas. Por no hablar ya de la chorrada de que no había metralla en las víctimas, que sería para carcajearse de no ser porque aún sigue habiendo víctimas psicológicamente hundidas y con trozos de METRALLA (sí: de metralla) en el interior de su cuerpo.

      Leo:

      «De entrada me espetas una falacia de manual, o sea, me acusas de sectarismo y meros ataques ad hominem, soslayando los sólidos argumentos y las pruebas contra la versión oficial en que me baso para concluir que una persona medianamente inteligente e informada debe aceptarlos salvo que le muevan intereses espurios, y pretendes pasar por honesto y bienintencionado; entonces ¿qué tengo que pensar, que no discurres bien?».

      O sea, Berdonio, que el planeta Tierra entero (o casi) y la mayor parte de España andan mal de la chola, porque no comulgan con las ruedas de molino de LD, único medio hoy que sigue sosteniendo la teoría conspirativa, porque ya ni Intereconomía pone en duda la autoría islamista (debe pertenecer ya a Prisa).

      Fíjate, Berdonio, hasta el partido político Vox reconoce la autoría islamista del 11-M:

      http://www.voxespana.es/ponencia-de-antiterrorismo-y-atencion-a-las-victimas-2/

      ¿También forman ellos parte de la estrategia de ocultación de pruebas y tal y Pascual?

      «Una rigurosa crítica como se ha cimentado contra la versión oficial de los atentados del 11-M no se rebate tildándola de dogma de fe u otras florituras, es necesario demostrar lo que se dice. Y ni de lejos lo habéis logrado».

      ¿Pero cómo no voy a tildar de dogma de fe vuestra crítica, si cuando leo al autor del presente artículo o los comentarios subsiguientes pareciera que estuviese leyendo al mismo Luis del Pino y su blog? (Y mira que me gusta oír su programa de radio, por cierto. Pero eso es otra cosa). No me fastidies, Berdonio.

      No, no, no: quien tiene que demostrar una teoría es quien la pone sobre la mesa. No me vengas ahora con la trampa de la inversión de la carga de la prueba, que es muy típico y ya me conozco el truco. No soy yo quien tiene que demostrar que no son ciertas vuestras acusaciones sobre que el Estado está detrás de esa supuesta ocultación de pruebas, sois VOSOTROS. Y jamás se logró demostrar nada, porque NO HAY NADA. Pasarán los años, los lustros, las décadas, y seguirá sin aparecer ese Santo Grial que con tanto anhelo buscáis. Y ahora me puedes tildar si quieres de miserable, de no tener consideración con las víctimas, de que no me importan las 194 vidas que se perdieron (o 193, porque alguno por ahí dijo que el subinspector Torronteras, el geo fallecido en Leganés, anda disfrutando de una prejubilación secreta bien pagada, que ya es el colmo del infundio y la difamación).

      Hubo un juicio de cuatro meses y medio a la vista del mundo entero. Todo el mundo aceptó el veredicto del 31 de octubre de 2007, menos un grupo cada vez más reducido que, oh casualidad, estaba en 2004 en el entorno mediático del partido que perdió las elecciones.

      Porque ésa es la madre del cordero: todo empezó por la guerra electoral que se puso en marcha aquella sangrienta mañana entre PP y PSOE, amparada por la confusión y el desconcierto y en el contrarreloj de un 14-M que cada vez estaba más cerca. Unos, tratando de culpar a ETA, temiendo que reapareciese el fantasma de la guerra de Irak; otros, frotándose las manos, con 190 cadáveres aún calientes encima de la mesa, ante la evidencia cada vez mayor de la autoría islamista que les iba a servir en bandeja el acceso a la Moncloa. Y así, hasta hoy. Porque, tras aquellas aciagas fechas, el partido damnificado por la masacre, el PP, así como su entonces entorno mediático (COPE, El Mundo, LD…), lejos de aceptar los hechos y enmendar errores, emprendió una huida hacia adelante que dio lugar a la mayor teoría de la conspiración que conozco, mayor aún que la del 11-S. Teoría de la conspiración que fue mutando, tanto en sus «culpables» como en sus seguidores, olvidándose la tesis de ETA, dado el ridículo hecho en el juicio por aquellos que sostuvieron tal disparate, para dar paso a una extraña confabulación de fuerzas policiales, cloacas del Estado y jueces corruptos; y también retirándose del seguimiento de la teoría, paulatinamente y sin reconocerlo, el PP, la AVT, Intereconomía…

      Un pequeño apunte, Berdonio, un paréntesis sin importancia:

      Cuando has comentado que el debate sobre el 11-M se ha cerrado como se cerró el debate sobre la astrología, el geocentrismo o el CREACIONISMO, no he podido evitar acordarme de un vídeo que vi hace tiempo en Libertad Digital TV en el que César Vidal (que también pone en entredicho la Sentencia de la AN) y uno o dos personajes más ponen en duda la teoría de la evolución; hará no sé si dos o tres años que lo vi. Bueno, que lo empecé a ver, porque no pude seguir aguantándolo. Ya sé que esto es el IJM, no LD, y que tú no eres César Vidal, pero quien quiera entender, que entienda.

      Ya que citas a Popper, si el austriaco hubiese sido testigo de todo lo que se ha dicho y escrito sobre el 11-M… madre mía, yo creo que igual se hubiera tirado desde un décimo.

      El resto del párrafo alude a cuestiones que ya te respondí cuando te eché en cara lo de la inversión de la carga de la prueba. Hasta que he llegado a eso de «… tú y los apoltronados…». ¿Pero qué poltrona ni qué ocho cuartos? ¿Qué sabrás dónde vivo ni cuánto cobro? Es que es un «ad hominem» tras otro…

      Es curioso el notable número de veces que, tanto en el artículo como en los comentarios, he leído «el Estado» a la hora de repartir culpas. Y no seré yo quien niegue la ventaja de minimizar el paso del Estado en la vida pública o quien niegue que el Estado totalitario ha originado centenas de millones de muertes. Entonces, ¿a qué viene mi comentario? Pues viene, sencillamente, a aformar que, curiosamente, los seguidores de una teoría conspirativa normalmente culpan a aquello a lo que más detestan o de lo que más desconfían.

      Verbigracia, cuando he hablado con alguien que duda de la autoría islamista del 11-M, he observado lo siguiente:

      -Si mi interlocutor es de extrema izquierda, culpa del 11-M a la OTAN y su ejercicio CMX-04, a los rescoldos de la Operación Gladio, a la CIA, al Mosad…

      -Si mi interlocutor es de la derecha tradicional española, el culpable pasa a ser ETA, el PSOE, o viejos enemigos de España como Marruecos o Francia.

      -Y si mi interlocutor es, como parece ser en el IJM, liberal, el culpable es… el Estado, cómo no. Culpable por acción o por ocultación, me es igual.

      Del mismo modo que los nazis culpaban a los judíos, el nacionalismo catalán culpa a «Espanya», en Grecia culpan a la Troika o los chavistas culpan a la «ultraderecha gringa» y a Colombia.

    • Recalcitrante Óscar:
      Recalcitrante Óscar:

      Reconozco que he sido descortés, pero, desde luego, no porque tenga el menor interés en ofender a nadie ni calentar el debate. El problema es que los miramientos y la cortesía no siempre son lo más adecuado; a veces conviene, a modo de aldabonazo, manifestarse crudo y ahorrarse las sutilezas. El tono podrá ser más o menos versallesco en función del debate. Tal vez discutiendo sobre keynesianismo resulte más apropiado hablar de errores en vez de filatería o manipulación, pero convendrás que el 11-M es demasiado grave para andarse con medias tintas y paños calientes.

      En ningún momento te he devuelto puerilmente la acusación insinuando a mi vez que cuestionaras mi moral u honestidad; te he señalado que acusarme de realizar descalificaciones gratuitas como Monedero es falaz porque, te repito, considero que existen sólidos y muy concretos argumentos sin rebatir que deben ser aceptados por personas inteligentes e informadas. No te llamé deshonesto porque sí, sino por desoír la bien articulada crítica a la versión oficial. Ahora me replicas en descargo que todo el mundo la desoye y no por eso andan mal de la chola, lo cual es una apreciación equivocada como te voy a explicar.

      Ese “todo el mundo” que aludes se inserta en la categoría de los cautelosos, ignorantes e indiferentes. La gran mayoría es pasiva y sucumbe a la dictadura de lo políticamente correcto, no te digo ya unos políticos temerosos de empañar su imagen o sufrir represalias. Los defensores activos de la VO nada tenéis que ver: no sois simples ni tontucios, estáis muy bien informados y no creo que os sintáis amenazados, aunque sí por lo general bien apoltronados (no tengo ningún motivo para pensar que sea tu caso, no te engoriles). Os mostráis contumaces en un error perfectamente vencible y, en efecto, estoy convencido de formáis parte de una estrategia de ocultación y ruptura de la armonía y la unánime opinión sobre el 11-M. Sin descartar que tú en concreto seas un espontáneo que vaya por libre. Te veo demasiado capaz y aseadito, demasiado sofisticado para ser uno de esos pobres huelepedos del CNI -contigo habrían tirado la casa por la ventana- y supongo que podrás mostrar otros comentarios tuyos en el IJM tocando distintos temas.

      Soy de los que evitan disputas sobre hechos. El trabajo de campo me aburre y es terreno harto movedizo. Además, resulta muy fácil engañar en materia de hechos, pero imposible sobre cuestiones lógicas si no nos chupamos el dedo. De modo que me ceñiré a los meta-hechos: los críticos de la VO refieren una serie de sucesos que los oficialistas negáis por sistema, como para quedar en tablas. Sin embargo, está claro que negar sale gratis, pero afirmar en vano acarrea serios costes en términos de prestigio y querellas. Por ejemplo, respecto al asunto de la metralla, resulta inverosímil en extremo que la directora del Centro Anatómico Forense comprometa su carrera y honor aventurando informaciones inciertas a lo tonto. Podéis negar también tranquilamente cualquier otro extremo, como que se encontraran rastros de metenamina en el explosivo de la Kangoo, ya que nadie os va a denunciar por ello. Gozar de mayor o menor credibilidad no demuestra nada de por sí, pero es prueba circunstancial a tener en cuenta, y la vuestra es mínima.

      Toda tu argumentación es un error de bulto tras otro. Los dogmas no son juicios más o menos reiterados, sino incuestionados y exentos de escrutinio. Un loro no es dogmático si recita la teoría electromagnética de Maxwell. Me dejas perplejo con esas réplicas tan chuscas.

      Respecto a la carga de la prueba coincido contigo en que “quien tiene que demostrar una teoría es quien la pone sobre la mesa”. Es una evidencia que el Estado oculta la verdad del 11-M, pues la VO es una chapuza inconsistente y plagada de pruebas falsas, así que no pidas que se demuestre lo que ya está archidemostrado. Los críticos de la VO ya hemos cumplido con nuestra parte rechazando esa explicación absurda, esa patraña, ahora os corresponde demostrar de verdad VUESTRA TEORÍA de que fueron yihadistas. También podíais haber acusado a unos japoneses con poderes paranormales, ¿tenemos que aceptar que fueron esos japoneses hasta que podamos demostraros que no? Perdona, chico, pero das auténtica vergüenza ajena.

      Lo de los cadáveres congelados de Leganés te parecerá un argumento pueril e insólito, pero eso nada tiene que ver con la crítica de la VO. Los críticos no necesitamos demostrar ninguna teoría alternativa ni explicar las pifias del CNI, como que no hubiera ni gota de sangre en esa explosión. Sois vosotros. Si es que no das una. Te carcajeas de unas manifestaciones del letrado Abascal que no concretas y me dejas en ascuas. ¿Conjeturaba alguna peregrina teoría del tenor de la vuestra? Te repito que los críticos no necesitamos aventurar teorías de qué pasó en realidad.

      Tus juicios de intenciones sobre las motivaciones de los críticos con la VO son tan pueriles que no merece la pena ni entrar. Demuestra que lo que digo es incierto o ilógico, pero no desvíes la atención con que sólo intento atacar al Estado. A mí me importa un bledo si no atiendes a razones porque te paga el CNI o porque te gusta tocar las narices; estoy demostrando que no te interesa la verdad porque razonas muy falazmente y es imposible que no seas consciente de ello. Siento ser tan poco versallesco, chico, pero cuando te pisan el callo cuesta mantener la compostura.

      Me temo que cualquier cosa que aduzca te entrará por un oído y te saldrá por el otro. Ya has cumplido el objetivo: “…entrar aquí a romper la armonía y la unánime opinión sobre el 11-M”. Tú mismo lo has dicho.

      Felicidades por tu trabajo. Con todo me pareces simpático.

      Un saludo

    • «La gran mayoría es pasiva y
      «La gran mayoría es pasiva y sucumbe a la dictadura de lo políticamente correcto…»

      Así que Intereconomía y Vox están en lo políticamente correcto. O Arturo Pérez-Reverte. O Alfonso Rojo. O Javier Nart. O Enrique de Diego, con quien Luis del Pino no tuvo agallas de debatir en «El gato al agua». O Hermann Tertsch…

      TÚ estás siendo políticamente correcto, Berdonio. Políticamente correcto en el ámbito del Juan de Mariana, porque al IJM (o a LD), por lo que veo, no se puede venir a «perturbar la paz» ni a tocar las narices, como tú bien señalas. Así que es mejor dejarse llevar por la corriente, que luego los compis nos miran mal y eso (y mira que he defendido en mi entorno al IJM… hay que joderse).

      «Los defensores activos de la VO nada tenéis que ver: no sois simples ni tontucios, estáis muy bien informados y no creo que os sintáis amenazados…»

      No, no tan amenazados como los periodistas que fueron «depurados» de Intereconomía (entonces conspiranoica) o Telemadrid, como Enrique de Diego o Pablo Sebastián. Por no hablar del excomisario Rodolfo Ruiz (suicidio de su mujer) o del requerimiento de escolta por parte de Pilar Manjón (tranquilo, también me irritan su sectarismo y rencor).

      «…estoy convencido de formáis parte de una estrategia de ocultación y ruptura de la armonía y la unánime opinión sobre el 11-M».

      Conspiranoia pura y dura.

      «… los críticos de la VO refieren que los oficialistas negáis por sistema».

      Es justamente al revés: la Audiencia Nacional y el Supremo confirman una serie de sucesos que los conspiranoicos negáis por sistema.

      «… resulta inverosímil en extremo que la directora del Centro Anatómico Forense comprometa su carrera y honor aventurando informaciones inciertas a lo tonto».

      Ahí te doy la razón, Berdonio: es mucho más versosímil que una red de cientos (¿algún millar?) de funcionarios de las FCSE y el CNI, amén de los necesarios responsables políticos, comprometan no ya su carrera y honor, sino el resto de su vida entre rejas de salir a la luz una masacre por ellos orquestada que deviene en 194 vidas segadas y 1991 heridos (y no te digo ya si llegan a estallar las trece bombas, en lugar de diez).

      Lo de la Kangoo, el Skoda Fabia o la bolsa de Vallecas está ya de sobra aclarado y explicado. Por ejemplo, que el policía no viese «nada» en la Kangoo no significa que la furgoneta estuviese completamente vacía, sino que no vio nada digno de mención (armas, explosivos…). El Skoda era una prueba redundante, no se desestimó o invalidó; en DD. LL. lo explican mucho mejor que yo. Quien les quiera leer, claro.

      Repito, que el policía no viese «nada» en la Kangoo no significa que luego se colocasen la cinta coránica, los detonadores y los restos de cartucho en la comisaría de Canillas, del mismo modo que el hecho de que apenas haya imágenes de un avión estrellándose contra el Pentágono no significa que allí hubiese impactado un misil.

      Madre mía… si es que es calcado a lo del 11-S o al «montaje» del alunizaje de las misiones Apolo, ¡calcado!

      A ver cuándo me entero de la próxima «manifa» que haya en favor de Alfon, para sumarme a ella, pues creo seguro que funcionarios corruptos del Estado le colocaron al pobre chico una prueba falsa. Como las mochilas-bomba que el CNI colocó el día de Nochebuena de 2003 en el tren Irún-Madrid para echarle luego la culpa a los pelanas de Rentería o de Mondragón. «¡Mentira, todo es una mentira!», como le oigo a Federico por las mañanas.

      ¿O solo hay pelanas en Lavapiés?

      «Es una evidencia que el Estado oculta la verdad del 11-M».

      Es una evidencia que la Admón. Bush oculta la verdad del 11-S. Clavao…

      «… ahora os corresponde demostrar de verdad VUESTRA TEORÍA de que fueron yihadistas».

      Hombre, marxistas creo que no eran El Tunecino y su banda.

      «Perdona, chico, pero das auténtica vergüenza ajena».

      ¿Sabes qué das tú, Berdonio? Das pena. Auténtica pena. Por tu odio y tu bilis. Pero también por los largos años que te quedan esperando la aparición de un Santo Grial que sólo existe en tu imaginación.

      «… como que no hubiera ni gota de sangre en esa explosión».

      ¡¡¡PERO SI NO HABÍA PAREDES!!!

      Virgen santa, lo que tengo que leer, Dios bendito… ¿Pero tú viste cómo acabó el piso? ¡Si no sé cómo quedó en pie el edificio!

      ¿Viste sangre en la calle Claudio Coello tras la voladura de Carrero Blanco? ¿O en muchos atentados de ETA, donde no se ve sangre a no ser que enfoquen directamente a una víctima? En este caso, las víctimas creo que estaban en el jardín de la finca, o en la piscina, y repletos de polvo y escombros. ¿Cómo demonios ibas a ver sangre en las imágenes de televisión?

      «Te carcajeas de unas manifestaciones del letrado Abascal que no concretas y me dejas en ascuas».

      Tienes en Youtube hasta hartarte. Chorradas de Abascal, chulerías de Rafá Zouhier, expulsiones de la sala… ¿te las tengo que buscar de una en una?

      «¿Conjeturaba (Abascal) alguna peregrina teoría del tenor de la vuestra?»

      Sí: conjeturaba la mamarrachada de ETA. Hasta pidió que declarasen Gorka Vidal y no sé qué otro canalla más. Me suena que Henry Parot y otro tío.

      «Te repito que los críticos no necesitamos aventurar teorías de qué pasó en realidad».

      ¿¿¿CÓMOOOOOOO???

      «Demuestra que lo que digo es incierto o ilógico».

      Inversión de la carga de la prueba. Ej.: «Eres el que incendió aquel pinar el verano pasado. Demuestra que no es cierto». «Demuestra que Dios no existe».

      «A mí me importa un bledo si no atiendes a razones porque te paga el CNI o porque te gusta tocar las narices».

      Lo segundo.

      «… estoy demostrando que no te interesa la verdad…»

      Conspiranoia 100%. Y juicio de intenciones. «No quiero saber la verdad»; «Sal de mátrix»; «Abre los ojos a la realidad»

      Todo esto ya me lo han dicho decenas de veces los que opinan que las Torres Gemelas fueron dinamitadas.

      «Ya has cumplido el objetivo: “…entrar aquí a romper la armonía y la unánime opinión sobre el 11-M”.»

      Perdón por entrometerme en Corea del Norte.

      «Felicidades por tu trabajo. Con todo me pareces simpático.»

      Gracias. 😉

    • Óscar:
      Óscar:

      Los críticos de la VO no sostenemos que cientos de funcionarios y políticos participaran en una masacre, sino que, muy lejos de ser correctamente investigada, se han destruido, manipulado y falseado pruebas y se ha conspirado para confundir a la opinión pública, victimando con toda probabilidad a inocentes. Esto te parece inverosímil porque conllevaría la confabulación criminal de demasiada gente, pero ni mucho menos es así. Vivimos en una sociedad fuertemente gregaria y jerarquizada; en muchos aspectos seguimos siendo muy tribales, siempre temerosos de disentir del criterio que establece el poder, sin iniciativa y muy obedientes. Para culminar un objetivo político criminal no es necesario que todos los participantes lo comprendan y asuman en su totalidad. Basta que un muy reducido grupo de conjurados con autoridad y capacidad de coordinación transmitan las órdenes oportunas a un ejército de peones a los que no se paga para pensar ni para decidir y que ni siquiera entienden el papel que desempeñan en el engranaje. Naturalmente, también son necesarios los servicios de algunos profesionales expertos en trabajos sucios como el CNI, pero no creo que pase de un par de decenas el número de individuos con conciencia de estar perpetrando un auténtico crimen y no prestando servicios avalados por la razón de Estado.

      Si el argumento de la impracticabilidad fuera plausible, en ningún país occidental habría habido terrorismo de Estado, guerras sucias, operaciones ilegales y extrajudiciales, escuchas y espionaje, mafias policiales, poderes en la sombra y todo tipo de enjuagues políticos, misterios y desapariciones, ni tendríamos que preocuparnos por la separación de poderes o la libertad de prensa, para qué si es imposible que el gobierno nos la juegue.

      Me estremece esa confianza ciega que pareces depositar en el poder. Si existe el menor indicio de que a ese Alfon, o al criminal más abyecto, le han endosado pruebas falsas, claro que habrá que investigarlo. El precio de la libertad es la eterna vigilancia.

      No conozco las dudas que dices algunos tienen sobre el 11-S, así que no opinaré. Pero EEUU es un país que defenestró a todo un presidente por unas escuchas. Aquí el señor equis campea a sus anchas.

      Veo que no te retractas de la evidente falacia que cometiste al endilgar la carga de la prueba a quienes debemos aceptar los dictámenes oficiales. Según tú, nos podrán decir que fueron japoneses, pigmeos o extraterrestres, que no deberán demostrarlo. Recae sobre nosotros la carga: tendremos que admitir que fueron japoneses, pigmeos o extraterrestres hasta que podamos demostrar lo contrario. Vale, chaval, para sobresaliente. ¿Y después de esto pretendes que alguien inteligente te tome en serio?

      Pues no. Me da igual cómo te pongas, pero es el poder público quien tiene los medios y la capacidad de investigar y demostrar las cosas. Yo no puedo investigar ni demostrar nada porque no tengo medios ni autoridad. Si buena parte de la opinión pública rechaza por insuficientes y sospechosas las explicaciones oficiales, sólo tienen dos alternativas: mejorar la chapuza o mandarnos a la mierda, que es lo que han hecho. Pero lo que nunca podrán es exigirnos que demostremos nada.

      Lo que más increíble resulta es que un Estado con buena voluntad y sin nada que ocultar no pueda ofrecer explicaciones intachables que tranquilicen a la gente en vez de ponerle los pelos de punta. Nunca se ha visto caso semejante.

      Oye, eso de que no había sangre porque las paredes no pudieron impedir que se proyectara a los cielos es un chiste muy malo.

      Una última cosilla, ¿qué otros artículos del IJM has comentado que no tuvieran que ver con el 11-M?

    • Recalcitrante Berdonio:
      Recalcitrante Berdonio:

      «… transmitan las órdenes oportunas a un ejército de peones…»

      Ay, los Peones Negros…

      «Si el argumento de la impracticabilidad fuera plausible, en ningún país occidental habría habido terrorismo de Estado, guerras sucias, operaciones ilegales y extrajudiciales, escuchas y espionaje…»

      ¿Me vas a descubrir ahora lo que fueron la Operación Gladio o la (afortunadamente) frustrada Operación Northwoods?

      Mira, una cosa es que crea que PUDO (tampoco tengo la certeza ni está del todo demostrado) haber una mano negra tras la voladura de Carrero Blanco o tras el 23F, y otra bien distinta es que me trague que el alunizaje de Armstrong fue una función teatral o que el World Trade Center fue volado con termita o no sé qué potingue. Pues con el 11M igual. Y no, no voy a volver a repetir argumentos sobre la metralla o Leganés porque ya llevo cinco días con este culebrón y empiezo a cansarme.

      «Me estremece esa confianza ciega que pareces depositar en el poder».

      Exacto. De hecho, tengo un cuadro de Soraya Sáenz de la Guillotina presidiendo el salón.

      «No conozco las dudas que dices algunos tienen sobre el 11-S»

      Pues ya tiene solera: http://11-s.eu.org/11-s/

      Ahí tienes entretenimiemto.

      «Pero EEUU es un país que defenestró a todo un presidente por unas escuchas. Aquí el señor equis campea a sus anchas».

      Pero muchos peces gordos acabaron en el trullo: el ministro de Interior, el secretario de Estado de Seguridad, el comisario Amedo, el general Rodríguez Galindo… Desgraciadamente, en esta ciénaga de país no se pudo llegar hasta el final, pero HABÍA INDICIOS sobre la autoría gubernamental tras el GAL, muy al contrario del 11M, donde los indicios apuntaron desde el principio a gente, digamos, «con otras ideas»…

      Por cierto, el GAL tampoco tiene autor «intelectual», como el 11M. De hecho, creo que hay una X bien gorda en la cúpula.

      «Según tú, nos podrán decir que fueron japoneses, pigmeos o extraterrestres, que no deberán demostrarlo».

      Yo creo que fue cosa de la conspiración judeomasónica.

      Mira, Japón no es para nada un país hostil a España, los pigmeos bastante tendrán con sobrevivir, y vida extraterrestre aún no tenemos constancia de que exista. Pero en cambio sí que creo, porque existen, en los yihadistas. Y en que nos la tienen jurada desde hace lustros (bueno, Al Ándalus es una reivindicación secular, pero vamos a dejarlo en Al Qaeda, el GICM demás fauna contemporánea).

      «Vale, chaval, para sobresaliente. ¿Y después de esto pretendes que alguien inteligente te tome en serio?»

      Nunca he dicho que seas inteligente.

      «Oye, eso de que no había sangre porque las paredes no pudieron impedir que se proyectara a los cielos es un chiste muy malo».

      El chiste yo no sé si es malo, pero el argumento de que no había sangre en las paredes viendo el estado en el que acabó el edificio es para coger al tío que lo expuso y tirarle desde un campanario.

      «Una última cosilla, ¿qué otros artículos del IJM has comentado que no tuvieran que ver con el 11-M?»

      Unos seis, sin contar éste (creo que alguno más hace tiempo). De hecho, te «contesto» a ti personalmente en dos relativamente recientes (he puesto el entrecomillado porque tampoco se trata de réplicas propiamente dichas).
      Busca por ahí.

    • Berdonio, error mío: es a
      Berdonio, error mío: es a Pizarro a quien «respondí» en otros dos artículos. Os confundo a veces porque soléis comentar muy frecuentemente vosotros dos.

    • Óscar:
      Óscar:

      En ningún momento he tenido la intención de convencerte de nada ni esperaba mantener una discusión seria, porque como señalé desde un principio nunca creí en tu honestidad ni en la de nadie que defienda la infumable VO de la masacre del 11-M. Mi único propósito ha sido desenmascararte, demostrar que eres más falso que un euro de madera, pues bajo ese disfraz de persona razonable y objetiva abierta al debate se esconde un fullero de la peor especie, y eso ha quedado claro.

      Te puedes ahorrar el numerito de probo amante del diálogo y la razón ofendido ante supuestas descalificaciones gratuitas, porque ya no cuela. En todas tus intervenciones has dejado suficiente constancia de tu trapacería y mala fe como para que te quede alguna credibilidad. Confundes un debate con una especie de pulso de tramposos y diálogo de sordos donde basta con no dar el brazo a torcer desoyendo cualquier argumento o soslayándolo con subterfugios, burlas y chacotas de dudoso gusto. Te has retratado y eso es lo que quería.

      Así que ya podemos dar esto por finalizado. Diría que ambos hemos cumplido el objetivo. Tú entrar aquí a romper como sea la armonía y la unanimidad sobre el 11-M, consiguiendo tal vez el aplauso fácil de algún tontucio despistado cuyo opinión, al fin y a la postre, se valore lo mismo que la de un sabio, y yo intentar ejercitar un poco de noble esgrima intelectual contra un navajero insidioso.

      No insulto sino describo, como creo se desprende de tus exposiciones. Siendo todo opinable es posible que no te falten apoyos, pero me temo que no de calidad.

      Ahí están los argumentos de unos y otros, y el que tenga cerebro que lo use. Con independencia de que yo no la haya defendido bien, la crítica de la VO es demoledora y no eres tú quien para decidir lo contrario. Es el juicio acumulado de las personas honestas e inteligente el que vale, y creo que ése nunca será vuestro por muchas estratagemas y malas artes que empleéis. Podréis vencer provisionalmente pero nunca convencer.

      Adiós, cortesano (según la 4ª acepción del dicc. de la RAE). Como sé que te gusta soltar la última palabra no dudo que me sermonearás con alguna de las tuyas, pero a menos que me salgas con algo nuevo o inteligente ya no responderé.

    • Te deseo mucha suerte en tu
      Te deseo mucha suerte en tu búsqueda de la verdad, porque te va a hacer falta.
      Cuando encuentres algo, me avisas.

      Ciao!

  5. Qué gran artículo. El mejor
    Qué gran artículo. El mejor que he leído desde hace tiempo. En la forma y en el fondo. Enhorabuena!

    • Muchas gracias, Ángel.
      Muchas gracias, Ángel.

  6. Los partidos mayoritarios
    Los partidos mayoritarios coincidieron en enterrar el asunto, con la aparente colaboración de varios miembros de la Policia y la judicatura. No será que si se sabe la verdad estarían obligados a actuar en consecuencia y considerarlo un casus belli? Entonces, quién sería el autor real? Cómo es que desde entonces se trata a Marruecos con guante de seda? Podría ser el 11M una respuesta a Perejil, con el mensaje – «Vosotros tendréis mucho barquito y soldaditos profesionales, pero yo puedo provocar una masacre, hacer caer un gobierno, y que os lo tengáis que tragar porque declararme la guerra es inviable -a ver cómo expulsáis o encarceláis a 700.000 marroquíes en 24h, sin contar con que soy uno de vuestros principales clientes y vosotros tenéis miles de millones invertidos aquí-, y puedo hacerlo con media docena de tios y sin tanta puñeta. Así sabréis que humillarme tiene un precio.» Desde luego, quien lo hizo nos conocía perfectamente.

  7. Jose Augusto, comparto la
    Jose Augusto, comparto la mayoría de tus conclusiones sobre los atentados del 11M, auténticos delitos de lesa humanidad https://www.juandemariana.org/ijm-actualidad/analisis-diario/delitos-de-lesa-humanidad-y-11-m . Sin embargo, esa culpabilización abstracta del “Estado” soslaya el hecho de que fueron personas muy concretas (aun por determinar y en qué grado de responsabilidad) quiénes cometieron la masacre más monstruosa que recordamos personalmente los españoles que no vivimos la guerra civil (sesenta y tantos años antes). Totalmente de acuerdo en que las elítes políticas han decidido dar carpetazo al 11-M, a menos que Girauta cuente a sus compañeros de Ciudadanos lo que ha escrito sobre el 11M. Los Podemitas son los ahijados políticos de Pilar Manjón. Además, la actuación de los criminales no se ha detenido desde el día de los atentados hasta ahora. Mientras no sean descubiertos o se mueran, andarán sueltos disfrutando de la impunidad.
    Óscar, lamento que no te detengas a examinar y expongas los detalles fundamentales del caso antes de mostrar tu exasperación y, finalmente, dar pábulo a las trolas del 11M sobre su autoría. A la inversa, yo siento desolación ante la ceguera de los que se han tragado las mentiras del 11 M y los disimulos de otros. Pero, reconocerás conmigo, que la cuestión que debatimos resulta inmensamente más importante que nuestros respectivos estados anímicos.
    Por cierto, ¿de donde te sacas tú que el “Grupo Islámico Combatiente Marroquí fue el verdadero autor de la masacre? ¿Y tu te atreves a motejar con la “hipótesis de la conspiración” a quiénes creemos que no hay pruebas válidas contra los únicos condenados por participar en los atentados: Jamal Zougam; José Emilio Suárez Trashorras y Othman el Gnaoui ? ¿Qué pruebas tienes para sustentar esa acusación? ¿Cómo puedes decir eso y no exigir que se continúen las investigaciones para atrapar a todos los implicados? ¿Cómo podríamos llamar esa finta? ¿Delirio paranoide? Tal vez el recuerdo del banquillo de los acusados (esa famosa pecera de la Audiencia Nacional) repleta de magrebíes, te lleva a condenarlos por aproximación geográfica.
    La cuestión de la ausencia de metralla en los cuerpos de las víctimas, está avalada por la declaración de Carmen Baladía, directora del Instituto Médico Forense y responsable máxima de practicar las autopsias a los cadáveres en el pabellón de IFEMA donde fueron trasladados. No es, sin embargo, la única circunstancia que permite asegurar que la mochila de Vallecas es una prueba falsa, tal como José Augusto ha reseñado en su análisis. Esta mochila que apareció sorprendentemente en la Comisaría de Puente de Vallecas 18 horas después de la masacre, sirvió para que la Policía detuviera a Jamal Zougam en su locutorio de Lavapiés (¡por haber vendido presuntamente el móvil que contenía como temporizador! y a sostener que la Goma 2 ECO fue el explosivo utilizado en los atentados.
    En contra de lo que dices, se destruyeron los trenes sin que se practicaran propiamente pruebas periciales sobre los focos de explosión para determinar el o los explosivos empleados en los atentados. La cuestión de si fue en 48 horas o hasta el 18 de marzo de 2004, no es lo esencial frente a la omisión de las pericias anticipadas y la conservación de los restos para ulteriormente hacer otras pruebas de inspección ocular .
    Podemos saber esto porque varías vías: 1) El juez del Olmo, como si tratara de suplir el análisis de pruebas reales por remedos de diligencias, un año después de la comisión de los atentados y de la destrucción de los trenes, encargó un informe a miembros de tres cuerpos policiales (http://www.libertaddigital.com/nacional/2011-06-09/las-inconsistencias-del-informe-pericial-sobre-los-trenes-destruidos-1276426050/). La principal conclusión de los requeridos fue que no podían llegar a una conclusión segura sin analizar los restos aniquilados…
    2) El hecho de que la sala de la Audiencia Nacional acordara la práctica de una pericial de explosivos durante las sesiones del juicio oral, en la que dispusieron de unas muestras rídiculas.
    3) Desestimando el recurso presentado por el sindicato Manos Limpías contra la inadmisión de su querella contra el Juez Luís del Olmo, el Tribunal Supremo (en un auto de 1 de diciembre de 2006, cuyo ponente fue Carlos Granados Pérez, razonamiento jurídico cuarto) en aras de exculpar al magistrado sin ofrecer muchos detalles, la Sala concedió valor probatorio a un informe donde se confiesa que no se analizaron los restos de los trenes y apuntaló la barbaridad metodológica de que los informes periciales oficiales alcancen valor probatorio, prescindiendo de su consistencia y sin necesidad de conservar muestras materiales sobre el objeto de su estudio.
    Como colofón, incurriendo en el grosero defecto de hacer supuesto de la cuestión de que hubiera realmente pericias: «La conservación y destino de los vagones en cuestión -una vez hechos en ellos todas las pericias que se estimaron necesarias- corresponde a su legítimo propietario (RENFE), que además cuenta con lugares apropiados para ello»
    4) A pesar de que dices haber leído la sentencia de la Audiencia Nacional, Óscar, te olvidas de lo que consignó el Supremo cuando resolvió los recursos de casación contra la misma, muy oportunamente recordado por una interviniente en el debate del blog que enlazas.
    El Tribunal Supremo (página 651 de la sentencia de 17 de julio de 2008) manifesta que “a pesar de que puede resultar sorprendente una tan apresurada destrucción, que impidió un estudio posterior más reposado y en profundidad, e incluso su reiteración de haber sido necesaria, de aspectos que pudieran haber resultado de interés para la investigación (…) lo cierto es que en el momento del juicio oral era materialmente imposible la práctica de la prueba, lo que justifica que el Tribunal acordara la continuación del juicio y prescindiera de ella”.. Más aquí: https://www.juandemariana.org/ijm-actualidad/analisis-diario/quienes-fueron

    Esa eliminación, que constituye por sí misma la descripción de una modalidad del delito de encubrimiento, no sirvió al TS para extraer las consecuencias lógicas que se derivarían de esa constatación: la deducción de testimonio para esclarecer quiénes intervinieron en un delito de una gravedad difícilmente repetible.

    • Muchas gracias por tus
      Muchas gracias por tus apuntes, José Antonio. Era consciente de que ya habías escrito muy certeramente al respecto.

      Mi intención no era tanto culpabilizar en general a la institución estatal (aunque también) sino que quería referirme a que fueron funcionarios de carne y hueso (aunque hasta el momento no les hayamos podido poner nombre y apellido) los que destruyeron los escenarios del crimen, los que colocaron pruebas falsas, los que condenaron sin las necesarias garantías a un inocente, etc.

  8. Observo, Óscar, otras
    Observo, Óscar, otras falacias para descartar que la versión oficial plasmada en las sentencias del caso del 11M está basada en pruebas falsas. A la vista de tus comentarios, creo, además, que desconoces completamente los mecanismos de cooperación internacional judicial entre estados. Empezando por esta cuestión, el hecho de que estados como Italia (Rabei Osman El Sayed Ahmed) Bélgica (Youssef Belhaldj) y Serbia (Abdelmajid Bouchar ) concedieran la extradición a España de los procesados señalados en el primer sumario del 11M, no significa que se conviertan en párticipes de las labores de investigación de los cuerpos policiales y del juez de instrucción y los fiscales de la Audiencia Nacional española. Menos aún de las actuaciones ilegales que dentro de esa compleja estructura ocurran .
    Por cierto, la Sentencia del TS de 17 de julio de 2008 confirmó, frente a algunas acusaciones particulares que le consideraban inductor de los atentados, la absolución de Rabei Osman El Sayed Ahmed (“ El egipcio”) de los cargos presentados en su contra (Página 408-411). En su fundamento de derecho preliminar, (página 581) esta sentencia alude a que Hassan El Haski, como dirigente del Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM), y Youssef Belhadj fueron condenados por su pertenencia a otras organizaciones terroristas, pero sin que el Tribunal de instancia considerase acreditada ninguna relación con los atentados del 11 de marzo de 2004. En cuanto a Abdelmajid Bouchar (el supuesto huido del piso de Leganés, el TS (páginas 658 y 659) confirma la condena por integración en banda armada, organización o grupo terrorista y de otro delito de tráfico y depósito de explosivos con fines terroristas, pero no en relación con los atentados del 11M.
    Como tantos comentaristas del 11M, consideras que la plausibilidad o verosmilitud de una hipótesis es una prueba de la veracidad de la doctrina oficial. Por el contrario, mi razonamiento es inverso. Entiendo que está constatada la destrucción, la falsificación y la manipulación de pruebas por parte de elementos clave de la Policía encargada de las investigaciones oficiales. No cabe mirar para otro lado: “Las cloacas del Estado” en un sentido genérico, a falta de la concreción de los nombres y apellidos de sus participantes, son la única organización con capacidad para ejecutar un plan de esas características. Necesariamente la manipulación del caso tiene que estar relaciona con la participación en distinto grado.
    A estas alturas (como dice José Augusto) está claro que los trenes fueron achatarrados sin practicar las pericias necesarias con ellos para determinar qué explosivos se utilizaron. Que los jueces tenían que haber dado orden de custodia de los mismos a quién fuera su propietario es incuestionable. La famosa mochila de Vallecas, la furgoneta, el Skoda Fabia y el episodio de Leganés no fueron más que señuelos para confundir y aturdir la razón de la población
    Cuestión diferente es que en este momento podamos determinar las motivaciones o los objetivos de los asesinos. Eso solo podrá hacerse en el momento en que aparezcan pruebas (¿testificales?) que incriminen a sujetos concretos.

    • No, José Antonio, no me trago
      No, José Antonio, no me trago versiones oficiales ciegamente ni doy pábulo a todo lo que diga el «establishment», como aquí parece insinuarse: si así fuese, no guardaría entre mis favoritos sitios web como el IJM o Libre Mercado, ni compartiría ideología con quienes aquí escribís. De hecho, tal y como comenté ayer o anteayer, yo era asiduo a leer todo lo que venía del blog de Luis del Pino y creía firmemente en lo mismo que quienes habéis respondido a este artículo. Incurría además en lo que se conoce como «sesgo de confirmación», leyendo casi en exclusiva aquello procedente de Libertad Digital, visionando los debates de Javier Somalo, etc., etc. etc. Simplemente hacía lo que el grueso de los asiduos a cualquier medio (ya sea LD o Público): leer a los «míos» y reforzar así mi punto de vista. Hasta que me puse a consultar otras webs, como la famosa Desiertos Lejanos (DD. LL. en adelante), o la dichosa Sentencia (nunca leí el recurso del Supremo de 2008, pero sí la mayor parte de la Sentencia de 2007). Y, con sinceridad, cuando contrasto a un lado las argumentaciones de DD. LL. y al otro los artículos del señor Del Pino, siento decirlo, pero «ellos» (DD. LL.) me convencen y el señor Del Pino, lamentablemente, no. Ni Del Pino, ni Pedro J., ni García Abadillo. Digo «lamentablemente» porque es un jarro de agua fría desprenderse de aquellas ideas que han estado asentadas en tu cabeza y adoptar otras nuevas, más o menos como cuando me caí del caballo de la izquierda. Y créeme que por afinidad ideológica o por el tiempo que paso frente a uno u otro medio podría esperarse lo contrario de mí, pero, sinceramente, «ellos» me han convencido echando por tierra todas y cada una de las argumentaciones vertidas en LD.

      ¿Que de dónde me saco lo del GICM?

      Pues, por ejemplo, se cita repetidas veces la vinculación y/o petenencia de varios de los implicados en el 11-M en la página 217 de la Sentencia, por poner un ejemplo. O en el auto de procesamiento:

      http://www.elmundo.es/documentos/2006/04/11/autohtml/index.html?cual=1359

      ¿Que no lees literalmente «El GICM ordenó y ejecutó el atentado del 11 de marzo de…»? Bueno, José Antonio, tú y yo sabemos perfectamente que, si estuviésemos hablando de algún atentado de ETA o del GAL, no andaríamos diseccionando la pieza con tanta lupa ni tanto microscopio. Pero la autoría islamista «escuece» desde hace doce años en un sector muy definido de la sociedad y está claro que se va a aprovechar la más mínima duda o punto no bien aclarado para echar por tierra toda la autoría yihadista. No me tomes a mal esta intervención, José Antonio, para nada insinúo que obres de mala fe, en absoluto. Simplemente, hace doce años, aparte de una masacre, la derecha social de este país recibió un mazazo electoral que le abrió las puertas a uno de los presidentes más nefastos de la democracia, José Luis Rodríguez Zapatero. Y esa derecha no digirió una derrota que se hacía impensable tres días antes, y tuvo que incurrir en el «sostenella y no enmendalla», desde la Comisión de Investigación hasta el propio juicio. Y así hasta hoy.

      Volviendo al tema islamista, creo recordar que tampoco la sentencia del 11-S implicaba a Bin Laden como eslabón último de la cadena de mando en la comisión de los atentados, y sin embargo nadie duda de la autoría «alqaedista» del 11-S o de la inspiración por parte del saudí de marras. Y tienes como ejemplo los atentados de noviembre en París, donde las células yihadistas, al igual que en Madrid, gozaban de amplia autonomía a la hora de operar, y sin que nadie de los habituales de LD haya puesto en duda la autoría del DAESH.

      Sobre la culpabilidad de Zougam, que en LD o El Mundo (en época de Pedro J.) achacan única y exclusivamente a las testigos rumanas y a la tarjeta de la mochila de Vallecas que lleva al famoso locutorio, la Sentencia (a partir de la pág. 580) deja claro que hay más pruebas aún que implican al marroquí en la masacre, personaje ya conocido desde años antes por los grupos policiales y judiciales de lucha antiterrorista. Y la revisión del Supremo a la que aludes para nada exculpa al susodicho. Ni tampoco a Otman el Gnaoui o a Suárez Trashorras (en las págs. 650 ó 660, entre varias, se demuestra hasta qué grado tenía conocimiento el asturiano de lo que se iba a cometer con los explosivos): hay multitud de llamadas telefónicas que lo atestiguan, así como el reconocimiento en privado del asturiano de que estaba colaborando interesadamente con El Mundo para dar alas a la teoría de la conspiración.

      Dices que no exijo que continúen las investigaciones. Vamos a ver, tal y como dijo en un programa de Intereconomía («Mas se perdió en Cuba») la abogada María Ponte durante el octavo aniversario del atentado, el caso del 11-M sigue abierto, porque aún había huidos de la justicia relacionados con el 11-M. Nada impide que se siga investigando. Tema distinto es que se siga dando vueltas y más vueltas a cosas ya probadas.

      Respecto a que la pecera de los acusados me lleve a condenarlos por aproximación geográfica, pues no parece que Asturias quede muy cerca de Marruecos, Argelia o Túnez. Lo digo por Toro y Trashorras básicamente. O a lo mejor no he entendido bien qué has querido decir.

      Sobre la mochila de Vallecas, como no voy a volver a escribir lo mismo que en mi primera intervención, remito al lector a la página 514 y sucesivas de la Sentencia, o a leer los presentes artículos:

      http://www.desiertoslejanos.com/blog/?p=1305

      http://www.desiertoslejanos.com/blog/?p=1315

      Y haciendo una reflexión personal, te digo, José Antonio, que, si pones en duda la cadena de custodia de la mochila de marras, entonces supongo que harás tuya la indignación de los ultraizquierdistas que gritan «¡Alfon libertad!», porque claro, tan «lógico» sería pensar que una mano negra del CNP introdujo la bolsa-bomba en aquella comisaría como lo sería sospechar que la policía, tras la detención del niñato ese, introdujo artefactos explosivos en la mochila que portaba. ¿O no?

      Del mismo modo, deberíamos poner en duda todas las detenciones por introducción ilegal de estupefaccientes que se practican a diario en Barajas, puesto que a los detenidos les puede haber «colocado» cocaína alguna mano negra en su equipaje entre su facturación en Sudamérica y su detención en Madrid. Es exactamente lo mismo.

      Igualmente, ¿por qué debería creerme que ETA intentó volar la estación de Chamartín el día de Nochebuena de 2003? ¿No pudo haber colocado el CNI las mochilas bomba en aquel tren procedente de Irún? ¿Y si ahora digo que lo de Aznar en 1995 fue un autoatentado? ¿O que la masacre de Hipercor fue una operación de Inteligencia para predisponer a la población a… yo qué sé, a lo que se quiera que fuese predispuesta? (Espero que nadie se tome en serio los ejemplos que acabo de inventarme, lo aviso antes de que me salga alguno por donde me imagino).

      ¿Te das cuenta, José Antonio, que cualquier atentado de ETA, por citar a una organización (o el GAL, o el GRAPO, me es igual), podría rebuscarse y cuestionarse hasta volver loco al lector y hacer creer al final que realmente el CNI está detrás?

      Leo y oigo a menudo en LD/Esradio que quedan unos trescientos asesinatos de ETA sin resolver. Y yo hago mía también esa demanda. Pero ¿ahí nadie duda de si es ETA realmente? O sea, trescientos asesinatos de ETA están sin resolver, pero nadie duda de que es ETA. Y en cambio no se aplica el mismo rasero a la hora de medir el 11-M, también sin resolver, según leo y oigo, y cuyas dudas justifican por tanto negar la autoría yihadista.

      No, José Antonio, lo que no puedo aceptar es que con una organización terrorista (ETA) no se dude lo más mínimo a la hora de achacarle una acción mientras que con otra (Al Qaeda, GICM, los salafistas o quien diablos quiera que sea) se aplique tal nivel de exigencia que casi solo faltase que tuviesen que avisar los yihadistas del día y hora del atentado para poder ir todos allí a testificarlo, porque de lo contrario entonces no nos vale.

      Sobre los trenes, ¿cómo que no es lo esencial si se destruyeron en 48 h o el 18 de marzo? Pero si llevo oyendo doce años ya la matraca de que se desguazaron en 48 ó 72 h… Por supuesto que es esencial, José Antonio, por supuesto, porque es uno de los «argumentos» con los que más se ha estado martilleando a la opinión pública, aparte del rollo de la metralla.

      Veo que recurres varias veces a la resolución del Supremo en 2008 para rebatirme. Y yo te pregunto, ¿ese Tribunal Supremo te es válido cuando lo citas para rebatir mis argumentos, pero te es inválido cuando confirma la culpabilidad de Zougam, Gnaoui o Trashorras?

      José Antonio, pese a que albergo serias reservas acerca de la «independencia» del Poder Judicial en España, yo sí me creo al Tribunal Supremo tanto cuando califica a Batasuna como parte integrante de ETA como cuando respalda la Sentencia de la Audiencia Nacional sobre el 11-M. Lo que no me vale es que creamos al Supremo cuando le atiza a Batasuna, pero no cuando confirma la autoría yihadista del 11-M.

      Esta kilométrica parrafada mía era en respuesta a tu penúltima intervención. Leo en la última que insinúas que desconozco los procedimientos de cooperación internacional entre Estados. Así es: mis conocimientos en Derecho son equivalentes a mi dominio del sánscrito o el turcomano.

      Si mal no recuerdo, a El Egipcio no se le pudo encausar en no sé qué delito ateniéndose al «non bis in idem»; no recuerdo bien, siéndote sincero. También es cierto que gozamos/padecemos (según se mire) de un sistema judicial hipergarantista que ha absuelto numerosas veces a personas sospechosas de graves delitos cuando ha habido la más mínima sombra de duda, antes de cometer el error de enviar a prisión a un inocente (y aun así ha habido casos). No creo que haya que empeñarse en ver una mano detrás.

      Pero además, si todo esto es una conspiración de las cloacas del Estado, ¿cómo explicar esta marabunta de islamistas detenidos, procesados, extraditados, etc., etc., etc.? Me parece una locura, sinceramente. Incluso cuando avalé estas teorías en mi época «conspiranoica», se me hacía muy difícil (por no decir imposible) argumentar en favor de las tesis que en LD se defienden. Ello por no hablar de los «suicidados» de Leganés… Por cierto, ¿Abdelmajid Bouchar cómo huyó del piso corriendo, si supuestamente estaba congelado como los demás? Lo digo más que nada por lo que se ha dicho de la ausencia de sangre en las paredes. Lo siento, pero me suena a cachondeo.

      Mira, José Antonio, con el debido respeto: me parece un completo disparate. Lo de los cadáveres congelados, lo del ácido bórico o lo del temporizador aquel para lavadoras han echado por tierra cualquier atisbo de credibilidad sobre quienes lanzaron estas hipótesis. O las intervenciones del letrado José Abascal en el juicio.

      Terminando ya, en alusión a lo que comentas acerca de qué considero yo plausible para reforzar o no la «versión oficial», te diré que no me entra en la cabeza un complot que incriminaría a cientos y cientos de personas de las FCSE, CNI, Renfe, supuestos islamistas, supuestos testigos falsos… me parece un desmadre. Puedo dar crédito perfectamente, mientras no salgan informaciones en contrario, a la implicación de las cloacas en temas como el caso Faisán, el 23-F, la Operación Gladio (esto ya allende nuestras fronteras), el incendio del Corona de Aragón o el atentado a Carrero Blanco, pero pensar que detrás del 11-M (o del 11-S, teoría conspirativa «clavada») hay todo este barullo… No es que no lo quiera creer: es que me es imposible creerlo, que es muy distinto a quererlo.

      Un juicio celebrado a lo largo de cuatro meses y medio, pudiendo ser visto por millones de personas en todo el globo, ¿y nadie, ningún gobierno, ningún medio, salvo los ya sabidos (LD, El Mundo y la COPE) ha puesto la más mínima sombra de sospecha sobre las irregularidades e injusticias cometidas en él? ¿Avalan gobiernos y «mass-media» extranjeros el veredicto de la AN por complicidad con las cloacas o tienen tal ceguera que no han sido capaces de ver lo que Federico, Del Pino o Mújica sí vieron? ¿Son cómplices o son estúpidos?

      Creo recordar que hasta la Administración Bush le dio una seria advertencia a España para que se pudiese las pilas en tema de yihadismo tras el 11-M; ¿no vieron la CIA o la NSA, o el Mosad, que en realidad no pudieron ser los «pelanas de Lavapiés»? Pelanas, por cierto, como la gentuza del hampa que orquestó la masacre de noviembre en París. ¿En París no ponemos en duda la autoría yihadista?

      Putin hizo mención al 11-M cuando visitó a Zapatero hace unos años; ¿su FSB no estaba al tanto de lo que había sido realmente?

      En fin, al igual que con el tema de la llegada del hombre a la Luna, el 11-S o el caso de las niñas de Alcásser, una vez que se lanza una teoría conspirativa ya es imposible pararla. Y, se demuestre lo que se demuestre, ya penderá siempre un halo de sospecha sobre la masacre de los trenes. Como se suele decir, «difama, que algo queda».

      Vaya tostón que os he soltado…

    • Óscar, mucho me temo que la
      Óscar, mucho me temo que la única conspiración que hay en torno al 11-M es la que funcionarios estatales llevaron a cabo para borrar las huellas del crimen y colocar, a cambio, pruebas falsas que desviaran la atención de lo que ocurrió en los trenes (los trenes y los objetos que allí había no pudieron ser evaluados, pero sí lograron que nos perdiésemos en la madeja de una furgoneta en Alcalá, una mochila en Vallecas, un piso en Leganés, una mina en Asturias…).

      Nótese que he escrito sobre el 11-M sin hacer una sola mención a Aznar, Zapatero, Marruecos, ETA, Al Qaeda, Iraq… Desconozco, con independencia de una confusa y trapacera verdad judicial, quién fue y por qué lo hizo. Pero sí sé que quienes ordenaron destruir las huellas del crimen y quienes colocaron los señuelos falsos fueron funcionarios del Estado español. El que tenga oídos para oír que oiga.

      Que no pase desapercibido el testimonio, señalado más arriba por José Antonio, de Carmen Baladía, la forense que dirigió las autopsias de los 191 cadáveres: «en ninguno de los cuerpos se encontraron restos de metralla». Es decir, en ningún cuerpo había lo que sí había en la mochila-bomba de Vallecas.

      Esto no es una cuestión de izquierdas y de derechas. Se suele decir que en relación con el 11-M hay dos tipos de españoles: una minoría que sabe lo que no se sabe y una mayoría que ni siquiera sabe lo que no se sabe y actúa como si esa circunstancia no estuviera ocurriendo.

      Muy recomendable el artículo que ha publicado hoy en El Español el abogado y magistrado en excedencia Javier Gómez de Liaño: «La condena, según los magistrados que la decretaron, se fundó en la identificación que de Zougam hicieron tres viajeros de uno de los trenes, a los que se otorgó el estatuto de ‘testigos protegidos’. Tras estudiar los particulares de esos testimonios, tengo para mí que la ligereza con la que procedieron esos testigos, uno de los cuales ni siquiera estuvo en el juicio, rayó en lo inconcebible, aunque también confirma lo que desde el primer momento mucha gente pensó, o sea, que más que ‘protegidos’, fueron testigos ‘elegidos’ y que sobre ellos es probable que se ejerciera una gran presión, sin descartar la recompensa o la promesa».

    • Óscar, mucho me temo que la
      Óscar, mucho me temo que la única conspiración que hay en torno al 11-M es la que funcionarios estatales llevaron a cabo para borrar las huellas del crimen y colocar, a cambio, pruebas falsas que desviaran la atención de lo que ocurrió en los trenes (los trenes y los objetos que allí había no pudieron ser evaluados, pero sí lograron que nos perdiésemos en la madeja de una furgoneta en Alcalá, una mochila en Vallecas, un piso en Leganés, una mina en Asturias…).

      Nótese que he escrito sobre el 11-M sin hacer una sola mención a Aznar, Zapatero, Marruecos, ETA, Al Qaeda, Iraq… Desconozco, con independencia de una confusa y trapacera verdad judicial, quién fue y por qué lo hizo. Pero sí sé que quienes ordenaron destruir las huellas del crimen y quienes colocaron los señuelos falsos fueron funcionarios del Estado español. El que tenga oídos para oír que oiga.

      Que no pase desapercibido el testimonio, señalado más arriba por José Antonio, de Carmen Baladía, la forense que dirigió las autopsias de los 191 cadáveres: «en ninguno de los cuerpos se encontraron restos de metralla». Es decir, en ningún cuerpo había lo que sí había en la mochila-bomba de Vallecas.

      Esto no es una cuestión de izquierdas y de derechas. Se suele decir que en relación con el 11-M hay dos tipos de españoles: una minoría que sabe lo que no se sabe y una mayoría que ni siquiera sabe lo que no se sabe y actúa como si esa circunstancia no estuviera ocurriendo.

      Muy recomendable el artículo que ha publicado hoy en El Español el abogado y magistrado en excedencia Javier Gómez de Liaño: «La condena, según los magistrados que la decretaron, se fundó en la identificación que de Zougam hicieron tres viajeros de uno de los trenes, a los que se otorgó el estatuto de ‘testigos protegidos’. Tras estudiar los particulares de esos testimonios, tengo para mí que la ligereza con la que procedieron esos testigos, uno de los cuales ni siquiera estuvo en el juicio, rayó en lo inconcebible, aunque también confirma lo que desde el primer momento mucha gente pensó, o sea, que más que ‘protegidos’, fueron testigos ‘elegidos’ y que sobre ellos es probable que se ejerciera una gran presión, sin descartar la recompensa o la promesa».

    • José Augusto Domínguez:
      José Augusto Domínguez:
      Gracias por haberte tomado la amabilidad de responderme educadamente. Sobre los argumentos que expones, ya he expuesto mis refutaciones en las réplicas que estos días les he hecho a Pizarro, Berdonio y el señor Baonza, así que ruego no me tomes a mal el no volver a repetirme en escribir una parrafada similar, porque esto nos llevaría a repetir argumentos indefinidamente. Pero agradezco tu réplica educada en un tema que suele hacer aflorar reacciones demasiado ásperas.

  9. Estaría bien reenviar el
    Estaría bien reenviar el artículo al Comisario de Vallecas, que supongo que es unos de esos «funcionarios del Estado» responsables de la masacre. Seguramente dedicó su vida al CNP y la lucha antiterrorista para inventar mochilas con explosivos y destruir las verdaderas pruebas. O al menos, lo hacía antes de que su mujer se suicidase por los insultos que todos los días tuvo que soportar de artículos como este.


Añadir un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Más artículos

Trump 2.0: la incertidumbre contraataca

A Trump lo han encumbrado a la presidencia una colación de intereses contrapuestos que oscilan entre cripto Bros, ultraconservadores, magnates multimillonarios y aislacionistas globales. Pero, este es su juego, es su mundo, él es el protagonista.

Juego político en torno a Muface

La caída de Muface crea el caldo de cultivo perfecto para acusar a las autonomías (la mayoría del PP) de no invertir lo suficiente en sanidad.