Skip to content

El poder igualitarista de la destrucción

Compartir

Compartir en facebook
Compartir en linkedin
Compartir en twitter
Compartir en pinterest
Compartir en email

Hay cuatro formas indiscutibles de reducir la desigualdad: guerra, revolución, colapso estatal y pandemias mortales.

Quien antepone la igualdad a la libertad se queda sin libertad y sin igualdad (Milton Friedman)

¿Cómo resuelves un problema como la desigualdad? Si uno pregunta a casi cualquier político durante las últimas décadas, parece que lo que más apremia a éstos es, si no acabar, sí reducir la desigualdad. Pero el problema, en realidad, ya ha sido resuelto.

Después de estudiar miles de años de historia humana, Walter Scheidel, profesor de Stanford, identificó cuatro formas indiscutibles de reducir la desigualdad: guerra, revolución, colapso estatal y pandemias mortales. Estos «cuatro jinetes», como Scheidel los define en The Great Leveler: Violence and the History of Inequality from the Stone Age to the Twenty-First Century, han demostrado ser mucho más eficaces para invertir la desigualdad que los esfuerzos más pacíficos como mejorar la educación, o choques no violentos, como las crisis financieras.

Incluso comprando el argumento o idea de que la desigualdad no fuera deseable, hay que saber que los tan cacareados enormes niveles de desigualdad de hoy no son algo sin precedentes según el propio Scheidel. La parte de los ingresos que poseen los estadounidenses más ricos ha subido recientemente a los niveles vistos por última vez en 1929. En el Reino Unido, el 10% más rico tenía más del 90% de toda la riqueza privada antes de la Primera Guerra Mundial.

Uno de los métodos más efectivos de igualar materialmente es la guerra de movilización masiva y los ejemplos clásicos son las dos guerras mundiales. Una parte muy grande de la población fue reclutada en servicio militar, mientras que la fuerza de trabajo civil también se movilizó totalmente para la guerra. Se necesitaba un Estado muy fuerte para organizar el esfuerzo bélico y los impuestos subieron a niveles absolutamente confiscatorios para los ricos, 90% en algunos casos, para poder costearlo. A su vez, hay una redistribución masiva a los trabajadores. La revolución destructiva como Lenin o Mao son otros dos contrastados métodos de eliminar la desigualdad material.

¿Y cuál es el último método? Las epidemias masivas como la peste negra o bubónica europea en el siglo XIV. Tony Atkinson en su libro Inequality: What Can Be Done? intentó calibrar el coste de las políticas igualadoras y mostró que a partir de cierto punto intentar ir más allá precisa de medidas tan radicales como las expuestas como Scheidel.

Lo curioso del asunto es que estos autores, especialmente Scheidel, sigan mostrando interés práctico en dicho destruccionismo igualitarista. 

2 Comentarios

  1. La igualdad real:
    La igualdad real:
    «Nuestras vidas son los ríos
    que van a dar en la mar,
    que es el morir:
    allí van los señoríos,
    derechos a se acabar
    y consumir;
    allí los ríos caudales,
    allí los otros medianos
    y más chicos;
    y llegados, son iguales
    los que viven por sus manos
    y los ricos.»

  2. Que la muerte nivela hacia
    Que la muerte nivela hacia abajo es verdad eterna y desesperado lamento del poeta.. .

    “The knight’s bones are dust,
    And his good sword rust;
    His soul is with the saints, I trust.”

    Samuel Taylor Coleridge


Añadir un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Más artículos

Trump 2.0: la incertidumbre contraataca

A Trump lo han encumbrado a la presidencia una colación de intereses contrapuestos que oscilan entre cripto Bros, ultraconservadores, magnates multimillonarios y aislacionistas globales. Pero, este es su juego, es su mundo, él es el protagonista.