Los pensionistas no reciben lo que han ido ahorrando o invirtiendo, sino que viven de las cotizaciones de los que trabajan.
Las pensiones son, quizá, el mayor reto que tiene la economía española en los próximos años (e incluso décadas). Y es que el sistema está inherentemente quebrado. De ahí los malabarismos y parches que los políticos intentan poner al sistema para no dejarlo caer: incrementar el número de años para cobrar la pensión, ampliar a toda la vida laboral el periodo de cómputo de la pensión, aumentar la edad de jubilación, entre otros. Todos estos parches tienen como objetivo hacer el sistema más sostenible, es decir, rebajar el importe de las pensiones tanto para los actuales pensionistas como para los futuros.
En los próximos artículos iremos analizando las cuestiones y debates que giran en torno al llamado “problema” de las pensiones. En este primero, responderemos a la pregunta: ¿qué es lo que hace que el sistema público de pensiones sea insostenible?
Motivo 1.- Sistema de reparto y problema demográfico
Se suele escuchar que el principal problema en cuanto a la inviabilidad del sistema de pensiones público es de carácter demográfico. Ciertamente, surge un problema para pagar las prestaciones cuando la pirámide poblacional se va invirtiendo debido a la baja natalidad y al aumento de la esperanza de vida. En España se estima que para 2049 habrá 15 millones de personas mayores de 65 años y diez millones de menores de 16 años, lo cual significa que más del 50 por ciento de la población (la denominada no activa) no estará en edad de trabajar dentro de 40 años.
Sin embargo, la raíz del problema es que el sistema es de reparto. Las pensiones actuales las pagan los trabajadores actuales, es decir, que los pensionistas no reciben lo que han ido ahorrando o invirtiendo, sino que viven de las cotizaciones de los que trabajan a día de hoy. Este sistema, que no deja de ser piramidal (como Madoff y Afinsa), se va sosteniendo mientras el número de cotizantes sea mucho mayor que el de pensionistas. Dicho de otra manera: un esquema Ponzi sobrevive mientras los aportantes al sistema son más que los extractores del mismo.
Por este mootivo, el aumento del número de pensionistas en relación al número de trabajadores es preocupante. Actualmente, España cuenta con dos trabajadores por cada pensionista, algo que ya suena a totalmente insostenible. Hay estudios que prevén una relación 1:1 para 2050, es decir, que cada trabajador con su salario pague una pensión.
Un indicador que refleja esta cuestión es la tasa de dependencia de la población mayor de 64 años, definida como el número de españoles mayores de 65 años dividido entre el número de españoles entre 15 y 64 años. Pues bien, observando el siguiente gráfico vemos cómo actualmente se sitúa en torno al 30% (unas tres personas en edad de trabajar por cada jubilado) pero para 2050 la tasa ascenderá al 60% (1,6 personas en edad de trabajar por cada jubilado).
Este es el quid de la cuestión, y su única solución es la transición gradual a un sistema de capitalización pasando por uno dual público-privado, en el que la hucha de las pensiones sea individual e intransferible.
Motivo 2.- Pensiones reales en aumento, salarios reales estancados
El otro motivo por el cual el sistema público de pensiones presenta una delicada situación financiera es la relación entre pensiones reales y salarios reales. Los economistas de FEDEA han tratado esta cuestión en su interesante informe “La salud financiera del sistema público de pensiones español. Análisis retrospectivo, proyecciones de largo plazo y factores de riesgo”. En el siguiente gráfico se relacionan los salarios reales y las pensiones reales.
Los datos son autoevidentes: los salarios reales muestran una fuerte desaceleración del crecimiento por ocupado y se han estancado desde los años 90 (la media móvil se iguala prácticamente con los salarios reales medios actuales) mientras que las pensiones reales han aumentado. El motivo es que la productividad española se ha estancado en este último periodo de 30 años.
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