Escribo con alegría estas líneas, a un mes vista de la V Cena de la Libertad en la que se entregará el correspondiente Premio Juan de Mariana a Giancarlo Ibargüen, rector de la Universidad Francisco Marroquín (UFM) en Guatemala. Poco más voy a añadir sobre sus méritos a la información que pueden encontrar en esta misma página y sus enlaces: Giancarlo es un liberal reconocido internacionalmente (vendrán al Acto directores del Acton Institute, Atlas Economic Foundation, Liberty Fund o la Mont Pelerin Society) que asumió joven la dirección académica de esta brillante Universidad UFM, tan cercana a nuestro Instituto y que ha sufrido recientemente la pérdida de otro gran defensor de la libertad, Manuel F. Ayau, III Premio Juan de Mariana.
Me enorgullezco de conocerle personalmente y de haber sido acogido con esa cálida hospitalidad chapina durante un viaje a la Antigua ciudad de Guatemala. Allí, junto al Secretario de la UFM, Cayo Castillo, me enseñaron despacio la Casa Popenoe, restaurada por la Universidad como un centro de Convenciones. Pues bien, paseando entre orquídeas y cafetos por su jardín me encontré nada menos que con nuestros amigos escolásticos Diego de Covarrubias, Juan de Mariana o Francisco de Vitoria en uno de los pabellones artísticamente restaurados, y donde se han celebrado varios encuentros para jóvenes liberales bajo el patrocinio de El Cato y la UFM. Otras imágenes similares de aquellos doctores adornan también el Campus de la Universidad en Guatemala.
Pero, más allá del buen gusto estético, no puedo menos que admirar el gran sentido académico que ha mostrado la UFM al reconocer la importancia de los Maestros de Salamanca en los orígenes del liberalismo económico y político, o en los fundamentos del Derecho Internacional moderno. Algo sobre lo que no les voy a insistir ahora, pero que ya es una tesis científicamente asentada a pesar de que en este lado del Atlántico todavía la desconozca demasiada gente.
Sencillamente quería destacar el enorme impulso que le está dando a ese argumento un Rector "de ciencias", brillante ingeniero de telecomunicaciones y hombre de negocios, que ha sabido descubrir (y hacer patente) la tradición humanístico-liberal de la Escuela de Salamanca. Para difundir estas ideas y dar a conocer a sus autores puso en marcha el Sitio Escolástico, un espacio en la web que completa las intuiciones visuales de la Casa Popenoe. El Instituto Juan de Mariana también ha colaborado en ese proyecto, del que todavía queda mucho recorrido (y al que por supuesto animo a que se incorporen ustedes). Tan solo por este motivo creo que nuestro Rector se merece con honores el V Premio Juan de Mariana.
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