Vimos la Ley de Hierro de la Oligarquía, y cómo el grado de oligarquización de la sociedad aumenta con la instrumentalización del Estado de Derecho por ideologías colectivistas. Ahora, vamos a analizar la formación de una "jaula de hierro" de intereses creados en torno al presupuesto público que administra dicha oligarquía.
1. Oligarquía y sociedad de élites extractivas
El libro La Pasta Nostra (33 años de poder convergente en Cataluña), de Xavier Horcajo, explica cómo han servido de pretexto tanto el idioma catalán y la bandera estelada como también la idea romántica de una nación independiente para que la oligarquía de Cataluña construya una sociedad de élites extractivas, que parecen haber legislado y robado con impunidad judicial durante 33 años para engordar las cuentas bancarias en paraísos fiscales de los partidos políticos y de las familias de la casta política autonómica.
Como señala el catedrático economía Douglass C. North, la ideología que se impone en un territorio determina su desarrollo político económico a largo plazo. De ahí que los colectivistas intenten siempre controlar la educación y los medios de comunicación, con los que pueden anestesiar y adoctrinar a la población, de la cual se detraen los recursos que alimentan la oligarquía política extractiva.
La política es importante porque influye decisivamente sobre la dinámica económica, dado que evoluciona o involuciona las instituciones y el grado de oligarquización de la sociedad. Por ello, la acción humana o, si se prefiere, el ejercicio de la función empresarial y, por tanto, la eficiencia dinámica en economía en un país, dependen también de la eficiencia dinámica en política.
La eficiencia dinámica en política se logra cuando el marco institucional permite arraigar un Estado de Derecho que garantiza el cumplimiento de la Ley y proporciona certidumbre a los derechos individuales a la vida, a la propiedad, a la libertad y a la igualdad de trato ante la Ley, con mínima coacción del Estado.
2. Instituciones inclusivas vs. Instituciones extractivas
El catedrático de economía Daron Acemoglu, del MIT, sostiene que la oligarquía política está constituida por las élites extractivas con mayor o menor grado de coacción sobre los ciudadanos que, al gobernar, suelen cambiar la estructura del marco institucional. Por tanto, se altera el "ethos" o conjunto de valores morales de la sociedad política con incentivos negativos o positivos que afectan al desarrollo económico a largo plazo. Así se pueden diferenciar:
a) Instituciones políticas extractivas que son negativas para el desarrollo socioeconómico del territorio en el largo plazo y que pueden definir como aquellas que sirven para organizar la captura de rentas por parte de la oligarquía y que, sin crear riqueza nueva, permiten substraer o robar las rentas del resto de la población en beneficio de la propia casta política.
b) Instituciones políticas inclusivas que son positivas para el desarrollo socioeconómico de una región o de un país a largo plazo, y que se definen como aquellas a favor de la función empresarial en un mercado libre de intervención estatal y, consecuentemente, a favor de la toma de decisiones "directas" sobre su propia vida por parte de la población. Inicialmente, las instituciones inclusivas ocasionan cierto perjuicio a las élites políticas que extraen recursos del resto de la población y a los lobbies de medradores de prebendas públicas (sindicatos, patronales, fundaciones, asociaciones, partidos políticos,…). Sin embargo, a medio y largo plazo, la instituciones inclusivas benefician a toda la sociedad en su conjunto, incluidas las élites.
En resumen, las instituciones inclusivas prevalecen cuando existe una protección efectiva de la propiedad privada, cuando existe la elección directa por circunscripciones de los diputados y de los senadores o incluso, como en los EEUU, la elección directa de los jueces, o cuando existe un referéndum obligatorio en donde voten todos los ciudadanos para las decisiones políticas trascendentales para el futuro del país.
Ahora bien, las instituciones extractivas se observan cuando crece constantemente el tamaño del Estado y se impone el Weltanschauung de la demagógica colectivista (socialista, nacional-separatistas…) con anestesia general mediante la educación y los medios de comunicación soportados con dinero público, la opresión de los disidentes y el enaltecimiento de la masas de acólitos radicales.
3. Jaula de Hierro del Tamaño del Estado y la Demagogia Socialista
Los estudios estadísticos no auguran que vayan a arraigar las instituciones inclusivas ni en España ni en Europa por el "ethos" imperante entre la población y entre los dirigentes. En primer lugar, carecemos de estadistas del primer orden como Winston Churchill o Margaret Thatcher. Y, en segundo lugar, existe una cristalización de la casta política entorno al consenso de los valores colectivistas.
De hecho, se puede considerar que los derechos individuales han sido secuestrados por la oligarquía política extractiva y que se ha tejido una tupida red de intereses entorno al presupuesto público de forma que podemos afirmar que vivimos dentro de la Jaula de Hierro de la Oligarquía que se caracteriza por un crecimiento constante del tamaño del Estado y la demagogia socialista.
Es preciso deshacer los barrotes que constituyen la jaula de hierro de la casta política para que podamos competir con las economías más avanzadas y, por tanto, lograr un crecimiento económico saludable y sostenido en el largo plazo, por medio del ejercicio libre de la función empresarial, que es lo que permite la creatividad y la coordinación de la acción humana de millones de ciudadanos interactuando en libertad.
3.1. Tamaño del Estado.
Centrándonos en el caso de España, el tamaño del Estado constituye el conjunto de barrotes más difícil de derribar en nuestra particular jaula de hierro de la oligarquía porque soportan el peso de los miles de políticos y medradores que tienen sus raíces distribuidas por la Administración central, los 17 Reinos de Taifas Autonómicos, las miles de entidades locales y el entramado público empresarial. A modo de ejemplo, inserto uno de los gráficos que presenté en una ponencia de comunicación en el I Congreso de Economía y Libertad:
.
Gráfico 1: Evolución en los PGE del Presupuesto Público Total y del Tamaño del Estado respecto del PIB de España. Fuente de datos: Presupuestos Generales del Estado 2007-2012. Nota: La Comisión Europea confirma que el gasto público de España fue aún mayor, con un grave descuadre fiscal que pone de manifiesto el ajuste fiscal "erróneo" por la vía de aumentar los impuestos y, por tanto, con desviaciones del déficit público hasta el 9,4% PIB en 2011 y hasta el 10,2% PIB en 2012 (contando el 3,2% de rescate bancario) [*][**].
Si se tiene en cuenta que el presupuesto público estaba situado por debajo del 25% del PIB de España y que había cerca de 670.000 empleados públicos en el año 1975 y que, entonces, ya había educación y sanidad públicas, se puede comprender el alcance del problema de la burbuja estatal como consecuencia del aumento exponencial del gasto "autonómico" y "social".
El gráfico 1 muestra la magnitud de la burbuja estatal en España, que se está complicando con la burbuja de deuda y el estancamiento económico, porque el presupuesto público de todas las administraciones públicas de España representa más de la mitad del Producto Interior Bruto (PIB) del país o, si se prefiere, más de la mitad de la cuantificación oficial de los bienes y servicios que producimos anualmente todos los españoles, lo que identifica claramente una economía de Socialismo de Mercado.
Como mínimo, España requiere reducir el gasto público entre 10 y 15 puntos porcentuales en relación al PIB para poder situar el tamaño del Estado en niveles que permitan competir con las economías de los países emergentes lo que, precisamente, se aproxima bastante al coste directo de la hipertrofiada estructura territorial de España con 17 autonomías que: incumplen la ley, pisotean derechos civiles, interponen barreras comerciales y juegan a ser micro-naciones, estando en bancarrota muchas autonomías si no fuese por los prestamos del estado central que se sufragan con los aumentos de impuestos de todos los españoles.
3.2. Demagogia Socialista.
Sin embargo, existen más barrotes que impiden el ejercicio de la empresarialidad y el crecimiento en Economía en Europa. Después de iniciarse la Gran Depresión del año 1929, se expandieron las ideologías colectivistas en los años 30 con el auge del nazismo (nacional-socialismo) y del fascismo y la expansión del comunismo y con el aumento del tamaño del Estado como receta para salir de la crisis.
La crisis económica actual, iniciada en el año 2007, es más profunda, por lo que puede denominarse Gran Recesión. Sintomáticamente, observamos como los estudios estadísticos muestran que la población europea y, de modo más acusado, la ciudadanía española se decantan por añadir nuevos barrotes a la jaula de hierro de la oligarquía con soluciones simplonas y demagógicas, que pretenden salir de la crisis con las mismas recetas que la originaron: aumentando el tamaño del Estado, incrementando aún más los impuestos o, incluso, incumpliendo los contratos y transgrediendo los derechos de propiedad.
Aún no hay comentarios, ¡añada su voz abajo!