En las últimas semanas estamos siendo testigos de una situación muy peculiar en el orden territorial europeo. Resulta que Ucrania quiere ser Europa, Crimea quiere ser Rusia, y tanto Rusia como los Estados Unidos y Europa están mostrando su parecer al respecto, de cara a la galería y habida cuenta de lo que acontece en sus territorios. El telón de fondo, en mi opinión, es la escasez de recursos, como siempre.
Los países espejo y las barbas de tu vecino
De la misma forma que existen neuronas espejo que nos impulsan a imitar el comportamiento de un congénere, también hay países espejo que sirven, no de manera tan espontánea, a otros países a avanzar en un sentido o en otro en el universo político. En nuestros días, hay varios países espejo que van dibujando caminos alternativos a los nacionalistas de nuestra Vieja Europa. Así, Irlanda y Escocia aparecen como ejemplos de lo que los nacionalistas catalanes y vascos pueden demandar. Porque, aunque como padres no nos vale el argumento de "Me han suspendido pero a Fulanita también", como ciudadanos y como políticos, sí nos parece un argumento razonable eso de "Pues lo hacen en este sitio y les va muy bien". Y así proponemos importar modelos económicos, modelos políticos, culturas… lo que sea menester, en el caso de los políticos, no tanto por razones nobles como por un tema de votos.
Los nacionalistas españoles (españolistas, catalanistas, vasquistas… lo que sea) se apresuran a señalar los ejemplos de otros casos en los que hay una separación (o una negación de la separación) como si eso les diera la razón. Y Escocia no es Cataluña, ni Irlanda es el País Vasco, ni Crimea es ninguno de ellos. Porque el estallido del conflicto ucraniano y posterior reclamación de los habitantes de la Península de Crimea ha servido de situación-espejo para que todos los nacionalistas europeos reclamen, aprovechando la ola, su independencia. Pero no es lo mismo.
Crimea tiene un color especial
Todo empezó cuando Ucrania pretende ser miembro de la Unión Europea. Rusia, aún mandona, al fin y al cabo, la Unión Soviética cayó antes de ayer, no está de acuerdo con esa decisión por las consecuencias que la incorporación de Ucrania a la Unión Europea podría tener. Y la clave para todos era, justamente, Crimea. Igual que Italia tiene forma de bota, geográficamente, Crimea parece ir de la mano de Ucrania y Rusia, aunque el único nexo que la mantiene físicamente unida a la masa continental sea el ucraniano. Crimea, la de la población tártara, era rusa desde el siglo XVIII. No fue sino al acabar la Segunda Guerra Mundial cuando la URSS decide castigarla por colaborar con los nazis. Y, directamente vacía Crimea de tártaros, y ese hueco es llenado, de algún modo por rusos. Desde entonces, a pesar de ser cedida a la República de Ucrania en 1954, Crimea ha mantenido un estatus de independencia que no se puede comparar al de Cataluña o el País Vasco. No solamente porque se hable ruso y la población sea rusa, es que tenía su propia Constitución y alberga la sede de la flota rusa en el Mar Negro en la ciudad de Sebastopol.
¿Y tú de quién eres?
Pero lo terrible de la situación actual es que mientras la minoría tártara no quiere oír hablar de Rusia, que fue quien les deportó, una enorme mayoría de habitantes de Crimea son, efectivamente, rusos y quieren pertenecer a Rusia. Ucrania, por su parte, haciendo valer las decisiones legítimas de los políticos rusos-soviéticos, su independencia de Rusia, y las elecciones legítimas, no quiere que nadie decida sobre su destino (su pertenencia a la UE) ni sobre su territorio, sea como fuere que éste ha sido conseguido. Rusia tiene un ojo en Occidente y otro en China, y la Unión Europea no quiere una guerra en sus fronteras, pero quiere a Crimea entre sus miembros. Así las cosas, Crimea convoca un referéndum legítimo para ellos y Rusia, ilegítimo para los demás, en el que votan más del 95% de la población, y gana la anexión a Rusia. Y con las mismas, ni Estados Unidos ni la Unión Europea reconocen ni el referéndum ni el resultado. ¿Por qué? Los países espejo es una explicación. No vaya a ser que el referéndum ilegal de Cataluña sea reconocido por alguien más que por ellos.
Y mi duda en estos momentos es qué es la soberanía y en quién reside, en este caso: la mayoría de crimeos, los políticos ucranianos, los ucranianos, o quién. No sé si la legitimidad puede someter a un 96,77% de la población de un territorio. Me lo expliquen.
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